No te preocupes, yo te mostrare lo que me preocupa
Enviado por dante151999 • 3 de Marzo de 2019 • Trabajo • 1.868 Palabras (8 Páginas) • 181 Visitas
No te preocupes, yo te mostrare lo que me preocupa.
Un día consumiendo el tiempo caminando por doquier sin un destino aparente, con un simple objetivo: descuidar sus deberes, paso a paso de caminos conocidos a caminos que hasta ese momento consideraba perdidos e inexplorados continuo sin pensarlo más que un breve instante,- Muchacho: ¿si me pierdo? Ah! que importa. Los pasos se volvieron pesados lentos y poco firmes, el ritmo de sus pies se disminuía paso a paso se detuvo a mitad del camino dio un vistazo atrás ya no estaba el camino conocido ahí, a los lados rodeado de árboles de hojas abundantes, este breve instante lo lleno la cobardía por aquello que había dejado sus deberes atrás; así que junto sus dedos alrededor del costado de su cuerpo formando un puño a ambos lados este sujeto, se estremece del recuerdo de aquello que se quedó atrás con una vos que decía “cobarde” y continuo adelante en el camino desconocido esperando escapar de sus preocupaciones, ya después de un rato largo caminado dio tres pasos más antes de abrir sus ojos y al abrirlos estaba lejos del inicio de esta larga caminata, así que se derrumbó para sentarse en la carretera, miro a la derecha e izquierda arboles con hojas abundantes, atrás el camino recorrido, adelante un muro. La sorpresa en su rostro era indescriptible,-Muchacho: los lados una vegetación muy espesa seria mucho trabajo cruzar, al frente una pared muy alta para que alguien como yo la escale; que problemilla solo me queda regresar, pero eso nunca; me quedare aquí sentado. De repente los vientos atacaban los arboles haciendo que se movieran a un ritmo acelerado, pero con armonía incomodo decidió recordar que debió hacer ese día que estaba a punto de culminar, cuando de repente sin previo aviso siete hojas de papel sujetas con un gancho golpeo la parte posterior de su cabeza y de ese modo trayendo una serie de imágenes a el de su día cayendo en una, lo que no sabía es que viviría todas de nuevo.
Volvió en sí mismo se encontró sentado en un pupitre miro su cuerpo estaba en su uniforme escolar, miro su brazo derecho un reloj que alivio el cual no le duro porque eran las seis y media de la mañana, sonó el timbre que indicaba el inicio de su jornada escolar, rápidamente reviso su mochila los cuadernos del día martes era el inicio del día que acaba de vivir; Déjà vu. Se levantó de su lugar vio que no había llegado el docente volvió el alma al cuerpo, ya que no había hecho la tarea de ese día, rápidamente pregunto a sus compañeros quien le podría prestar la tarea, para hacer copia rápido antes de que llegara, ya teniendo en la mano se sentó e inicio a escribir lo más veloz que le permitían sus manos, pero se encontraba hasta ahora iniciando y cuando menos lo esperaba el docente entro al aula el cual paso por todos los puestos de los estudiantes recibiendo los cuadernos, para evitar las trampas; el Muchacho devolvió el cuaderno a su compañero ambos entregaron sus cuadernos uno con su deber completo, el otro a duras penas iniciado, en ese momento se quedó dormido en el ojo del huracán de esta intranquilidad; de repente se encontró en un lugar oscuro, con varias fuentes de luz en su interior se dirigió a la más cercana, estas fuentes de luz eran palabras luminosas colgadas del techo que decían: “hay cosas que dependen de nosotros y otras no.” Después acerco su mano para tocar las letras, se encogieron y perdieron su propiedad luminosa en ese momento las guardó en su bolsillo por simple curiosidad a saber por qué brillan; de repente surgió otra imagen del tamaño de una puerta que se acercó a él, el cual salió corriendo hacia la otra luz, pero en ese momento la imagen apareció frente a él y como iba corriendo no logro detenerse a tiempo, por lo cual termino dentro de ella.
Re apareció en su habitación, dio un pequeño vistazo a su cuarto; su cama sin tender, el suelo sucio, polvo en los muebles y basura regada por todo el suelo. Se lanzó sobre la cama, se recostó gran parte de la mañana; al despertar se levantó salió de la habitación dejando el desorden atrás dirigiendo se al parque donde deseaba subirse en los juegos infantiles, al llegar vio un letrero donde decía la edad permitía doce años, el superaba esa edad pero si nadie me ve a nadie le va importar, comenzó por columpiarse, deslizarse y termino por recostarse en la cancha de baloncesto así el tiempo transcurrió el resto de la mañana, tarde, hasta abrir paso a la noche en ese momento decidió volver a su habitación en donde al llegar preparo la cena, pero al tener la luz apagada de su cuarto se deslizo con la basura regada por el suelo y su cena cayó al suelo, con la cena estropeada no quedo otra opción que pedir un domicilio con un costo de veinte cinco mil pesos y una espera de treinta cinco minutos, ceno en su cama luego se quedó dormido, al otro amanecer se arregló para ir a su escuela inicio de semana día lunes, ya estando listo para salir fue a buscar el dinero para pagar el transporte, pero lo había gastado el día anterior el domicilio, era lo único que tenía tuvo que correr hasta su escuela pero como era de esperarse llego tarde por lo cual perdió el día por que no pudo ingresar, en ese instante la luz comenzó a desaparecer ante sus ojos, así que tembloroso cerro sus ojos; de repente se hayo tirado en el suelo de ese lugar oscuro que tanto inquietaba el alma por lo cual no dudo dos veces incorporarse e iniciar a caminar a la fuente de luz más cercana, pero esas luces no iluminaban todo el lugar solo una pequeña porción del lugar que a duras penas deslumbraba la vista y al haber caminado cinco minutos para llegar hasta ella esas letras brindaban calma al ambiente tenebroso de esta oscuridad, levanto su mirada en búsqueda de las letras luminosas que decían: No desees vienes innecesarios y resígnate al dolor inevitable. Como en la ocasión anterior estiro su mano por curiosidad aquellas letras, para tocarlas estas se encogieron como las anteriores ante él se sintió asombrado, pero cuando perdieron su propiedad luminosa una leve sonrisa se vio en su rostro a la vez que las guardo junto a las otras en su bolsillo y en el lugar donde estaban colgadas del techo las letras que no es a una gran distancia del suelo apareció una imagen del tamaño de una puerta de una habitación, esta vez el Muchacho se mantuvo inmóvil, hasta que la imagen se estaba frente a él; quien tomo un leve respiro y prosiguió a entrar en ella.
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