¿Para qué sirve realmente la ética?

ANGEL GABRIEL SANCHEZ COVARRUBIAS                                   ITESI – Ing.Industrial 1.C - Ética

14/09/2022

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¿Para qué sirve realmente la ética?
por Adela Cortina

Dichos tiempos nos otorgan demasiados ejemplos de las secuelas de la carencia de ética en la conducta de tantas personas con responsabilidades políticas y sociales. Y debemos rememorar que la ética sirve, entre otras cosas, para minimizar el precio del dinero y el sufrimiento en lo cual nos corresponde conseguir, en lo cual es dependiente de nosotros mismos. Y aprender, entre otras cosas, que tiene más sentido colaborar que buscar los máximos beneficios particulares, sean los que sean.

Este trabajo muestra la necesidad de ejercer la ética para el buen manejo de la sociedad. Es un recorrido en medio de las propuestas de convivencia más acuciantes, con una voluntad tan divulgativa como provocadora.

Ni una sociedad puede funcionar si sus miembros no adoptan una reacción ética. Ningún territorio puede salir de la crisis si la conducta poco ética de sus habitantes y políticos continúa propagándose impunemente. Este libro nos rememora que hoy más que jamás requerimos de la ética.

Rigurosa el creador: “Traté de entrar en las distintas maneras, con formulaciones claras: “para una persona” y de esta forma hasta 9 veces, o sea los 9 capítulos. El punto de inicio es que todos los seres vivos son precisamente morales. Tenemos la posibilidad de ser morales o inmorales, sin embargo, no amorales. Y lo mejor que tenemos la posibilidad de hacer es explorar este modo de ser moral de la forma más inteligente. En otras palabras, exactamente lo cual Grecia intentó hacer.

Por esa razón, en del libro, transita por un sinfín de puntos en los cuales la ética es fecunda. Intenté demostrar que en este instante una cosa está bastante clara: si hubiésemos actuado de forma ética, no tendríamos una crisis como la que estamos atravesando; Una vez que los individuos se comportan éticamente, no hay crisis como la que estamos viviendo. En este sentido, la ética y la política permanecen claramente estrechamente asociadas. El ser humano es una persona en sociedad. No hay personas recluidas.

La aseveración liberal de que hay individuos aislados que cualquier día decidirán contratar es aún una premisa ficticia. No hay dichos individuos aislados, sino personas asociadas a otras personas, o sea en una interacción política”. En uno de sus primeros libros, desarrollado por López Aranguren, Adela Cortina (Valencia, 1947) define la ética como una especie de meditación filosófica sobre la moral en verdad vivida. Y de esta forma, si dialogar de moral significaba dialogar del comportamiento humana calificada de buena o mala, dados los códigos o principios que la guían, la "ética" o "filosofía moral" presupone un "segundo grado de meditación sobre juicios, códigos y morales y ya ocupaciones existentes, a las que sensibilizaría y al final iluminaría: en este sentido, la ética podría ser algo así como una teoría filosófica de la acción humana, una teoría que no ignora la naturaleza contingente de su objeto.

Varios años y varios libros luego (Ética mínima: Introducción a la filosofía práctica, 1986; Ética sin moral, 1990; Ética aplicada y democracia extremista, 1993; Ética civil y religión, 2002; Justicia cordial, 2010). asunto, la ética, centrándonos en su utilidad, que es -nos dice ahora- la de nuestra propia capacidad moral, que debemos cambiar en algo fructífero o provechoso al mayor. Ya entendemos que la manera de la pregunta establece principalmente la contestación... Sea como sea, parece que Cortina, transformado entretanto en especialista en "ética empresarial", nos lleva a este último ejemplo de su obra de la cúspide del kantismo más puro y estricto, con su tesis de la primacía del deber y, por consiguiente, del carácter como fruto colateral de la felicidad, en el cual se formaron las covachuelas de un sutil humanitarismo.

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