Poesía.Tú eres la única razón que tengo para levantarme por las mañanas.
Enviado por 16673368 • 18 de Junio de 2016 • Ensayo • 612 Palabras (3 Páginas) • 188 Visitas
Tú eres la única razón que tengo para levantarme por las mañanas.
Te besé, respirando el aroma de tu piel, sintiendo tu suave pelo bajo mis dedos y cuando me devuelves el beso todo desaparece y quedamos únicamente tú y yo, en una isla en medio de ninguna parte, bajo miles de estrellas titilantes.
Me gustan los girasoles, las sonrisas sinceras. El café por las mañanas las palabras de madrugada, el olor a chocolate, caminar descalzo, jugar en la lluvia, cantar bajo la ducha. Me gusta contemplar la luna, beber una buena copa. Bailar al son de mis audífonos, comer un típico platillo.
Escribir tonterías, leer pura poesía.
Enamorarme de lo distinto, odio las mentiras.
Charlar en una cafetería, ir a una nueva galería. Me gusta la nieve de limón y tener una buena condición. Me gusta tener el control, pero sinceramente me gusta más que me tomen de la mano y me guíen a lo desconocido.
Y esas personas que dicen querernos de palabra, pero de acción nos dicen otra cosa, es mejor aprender a decir adiós, que esperar un cambio de alguien que nos tiene en su vida para no sentirse solitario.
Quiero un todo…
No quiero un día sí y otro no. Quiero un todo, quiero jugármela por alguien y que también se la juegue por mí, quiero dar todo y recibir lo mismo también.
Te agradezco por enseñarme la fragilidad de las cosas, la fragilidad de las promesas, la fragilidad de las relaciones y la fragilidad de la felicidad. Por enseñarme lo feliz y lo triste que se puede ser...
Es como si la vida me hubiera querido dar una lección; primero, permitiéndome ser muy feliz al estar a tu lado y después quitándome toda esa felicidad, para hacerme más fuerte y para enseñarme a valorar la felicidad que tengo ahora. Enseñarme lo mal que se pueden poner las cosas y así poder valorar los buenos momentos.
Mi felicidad ya no se debe a una persona, ahora se debe a mis propios triunfos, ahora es por méritos propios, se debe a sueños cumplidos, y a la enorme bendición de tener amig@s con un enrome corazón y a una familia que siempre ha creído en mí, incluso si yo no lo hago.
Al principio pensé en luchar por ti, por nuestra relación, por los buenos tiempos y por “nuestra felicidad”. Porque es difícil dejar ir todo lo que quieres, todo por lo que has trabajado tanto tiempo, pensé esperarte, darte espacio, pero, era inútil, dolía demasiado. Esperarte se sentía como un mal premio de consolación, el que me pidieras tiempo, se sentía como las palabras de un hombre cobarde que no puede hablar con la verdad.
De verdad quería esperarte, pensaba que muy pronto me extrañarías y regresaríamos, pero no, tuve que ser realista; dejar de creer en quien no se lo merece, salir de ese incómodo estado de inconsciencia en
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