Por qué filosofamos

Universidad Nacional Autónoma de México.[pic 2][pic 3]

Facultad de Estudios Superiores Aragón.

PEDAGOGÍA.

Unidad de conocimiento: Filosofía de la Educación

Profesor: Meneses Díaz Gerardo

Ensayo:

Porque queremos… ¿y por qué queremos?

Presentado por:

Rojas Munguía Karen Anahí

Grupo: 2453.

Miércoles 2, /abril/2014.

¿Qué es la filosofía? es una pregunta que todo estudiante se ha planteado o le han planteado a lo largo de su vida estudiantil, sin embargo una respuesta clara o concisa siempre parece escapársenos de la manos, y no es porque sea una ciencia o tema poco trabajado, desarrollado o interesante; sino más bien porque la filosofía no es una cosa especifica o terminada pero sobre todo porque es una ciencia que se ocupa de hacer preguntas, no de responderlas. Se encarga de analizar el mundo, al hombre; la sociedad que ha creado, sus ideologías y creencias. La filosofía solo sabe que no sabe nada, por eso hace preguntas.

Sin embargo, no debemos pensar que la filosofía es una entidad omnipotente o ajena a nosotros, divina e inalcanzable a nuestra compresión. La filosofía es creada y realizada por todos los sujetos independientemente de su grado de estudios o sobre que filosofen, puesto que la filosofía es una práctica que incluye al cerebro y no hay actividad humana por más simple, banal o mecánica que sea que no involucre el razonamiento cerebral.

Así mismo, ha evolucionado a la par que lo hace el hombre, por lo tanto, la respuesta a ¿qué es la filosofía? también ha ido acomplejándose más. La respuesta más básica y concisa es que viene del griego “filos” que significa amor y “sofia” que significa sabiduría, por lo tanto, la filosofía es el amor a la sabiduría. Bastante fácil si lo vemos desde allí, pero ¿a qué tipo de sabiduría ama la filosofía? Pues de todo tipo, la filosofía se pregunta acerca de todo, incluso el “simple hecho” de realizar este ensayo es una manera de filosofar, pues en estos momentos estamos cuestionando la existencia de las cosas, preguntándonos si lo que hemos oído sobre la filosofía es cierto, correcto, por lo menos viable o si cuenta para nosotros como verdadero.

Sin embargo, aunque todos filosofamos porque no hay actividad humana que no requiera el raciocinio, tampoco quiere decir que toda reflexión sea filosofar, se puede reflexionar o debatir sin filosofar.

Filosofar es una reflexión desinteresada y constante de las cosas, no sólo de aquellas de las que necesitamos una respuesta inmediata pues son causa de nuestros males, que al resolverlas no pensamos más en ellas sino hasta que vuelven a causarnos problemas. Filosofar vendría siendo analizar las cosas con todo lo que nos afectan junto con su origen, preguntarse porque es que existen y cómo es que existen; filosofar requiere de un análisis constante, de un inquirir insaciable, de un hambre de más y más sabiduría. 

Y en realidad no es difícil hacer filosofía o filosofar, el verdadero esfuerzo reside en querer hacerla, en razonar y analizar lo que nos rodea. En no quedarnos en aquello que nos mantiene tranquilos o cómodos, requiere de la curiosidad y necesidad de cambiar nuestro estado actual, de escapar de nuestra zona de confort y mirar más allá de ella, buscando escapar de la hegemonía a la que puede que estemos sometidos.

Pero, al decir filosofar no me refiero al acto de venir y destruir todo, de hacer una revolución sin sentido; sino de pensar, analizar, descubrir y darse cuenta de que hay cosas buenas y malas que pueden y deben ser mejoradas para beneficio de todos, de ascender del folklor y religión hasta llegar a la filosofía, de abandonar los actos de fe y comenzar a reflexionar y criticar reflexivamente.

¿Pero criticar y analizar reflexivamente qué? Pues todo aquello que nos rodea porque la filosofía siempre parte de un concepto de hombre y de humanidad, así que bien podríamos empezar nuestra reflexión desde allí, sobre cuál es el ideal histórico y social de hombre y humanidad, que es lo que se espera de uno y de nosotros, qué es aquello a lo que debemos llegar y ser. A partir de allí, podríamos comenzar a reflexionar sobre si es correcto y porque la sociedad (no debemos hablar de ella como si no estuviésemos inmersos en su dinámica, somos seres sociales por naturaleza desde el momento de nacer) lo ha decidido así.

Filosofar es obedecer plenamente al movimiento del deseo, es buscar con ingenio las respuestas a los problemas de la vida, intentar comprenderlos y comprender la vida sin salir de su cauce; porque no podemos hacer ninguna reflexión fingiendo que no somos parte de la sociedad y sus problemas, pues desde que nacemos somos seres sociales e históricos, puesto que nacemos dentro de un núcleo familiar comprendido dentro de un tiempo histórico especifico, no es lo mismo nacer en el siglo XIX a nacer en el siglo XX, pues las normas socialmente aceptadas son otras y por lo tanto, también la concepción correcta de hombre.

Pero, partiendo del hecho de que la filosofía es una ciencia de preguntas y no respuestas, también podemos cuestionar su existencia misma desde sus orígenes.

¿Por qué filosofar?

Porque nos apetece.

Pero iniciemos desde donde todo comenzó: en la antigua Grecia.

La filosofía surgió en la antigua Grecia Atenas, siendo su principal exponente Sócrates y su principal trabajo: incitar a los demás de cuidar de sí mismos.

Esta frase el “Conócete a ti mismo” está grabado en el en el vestíbulo del Templo de Delfos dedicado al Dios Apolo. La gente iba a dicho templo buscando asesoramiento del Oráculo de Delfos para encontrar la respuesta sus preguntas y problemas.

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