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Primera entrega etica empresarial


Enviado por   •  4 de Mayo de 2021  •  Ensayo  •  1.715 Palabras (7 Páginas)  •  93 Visitas

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ÉTICA EMPRESARIAL

TUTOR: MARCELA DEL PILAR RINCÓN CASTRO

Si bien es cierto, que desde el principio de los tiempos hemos visto como la desigualdad de oportunidades afecta a toda la población mundial; tanto a nivel económico, laboral, educativo, social y en salud, es evidente que, en el último año, la desigualdad en todos estos factores ha prevalecido más que nunca en la historia de la humanidad.

Y es que el COVID 19 nos cambió la vida a todos desde el 31 de diciembre de 2019, donde La Organización Mundial de la Salud, tuvo noticia por primera vez de la existencia de este nuevo virus, y el 11 de marzo de 2020 fue declarado pandemia por la misma OMS (OMS, Organización Mundial de la Salud, 2020). Este virus ha arrasado con miles de vidas, ha dejado a centenares de personas sin empleo, ha decretado el cierre de las instituciones educativas y nos ha obligado a estar en un continuo confinamiento preventivo; la inequidad y la desigualdad en materia de salud se hace cada vez más evidente, pues no es fácil ignorar como los hospitales privados han acaparado equipos valiosos de salud que se necesitan urgente para todos. Desde entonces, el mundo entero se ha visto en una carrera contra el tiempo, para encontrar la vacuna que contrarreste esta mortal enfermedad.

Lavarse las manos, usar mascarilla y mantener el distanciamiento social, hasta hace poco tiempo era el único antídoto efectivo para evitar contagiarse de COVID 19, pero afortunadamente y después de muchísimos intentos, Rusia fue el primer país del mundo en registrar una vacuna de producción propia contra la COVID 19, aprobada en el mes de agosto y la cual empezó administrarse en diciembre de 2020 en Moscú. Esta era la noticia más esperada el año pasado, era la esperanza de que el mundo volviera a la “normalidad”; sin embargo, a pesar de que la situación a nivel mundial es crítica y por esta razón no debería existir ningún tipo de desigualdad para acceder a la vacunación contra la COVID 19, infortunadamente no es así, por el contrario, sigue prevaleciendo la indiferencia ante los más necesitados, el egoísmo y el dominio de las grandes potencias mundiales ya que afecta los más vulnerables y son esas sociedades que tienen menos acceso a esta.

Según ourworlindata.com dice que el cambio de las condiciones de vida en todo el mundo al 22 de enero del presente año, 52 países habían comenzado a vacunar sus ciudadanos en cambio en otros 142 aun no se iniciaba, de 53 millones de dosis de vacunas aplicadas hasta ahora, más de 22 millones se han aplicado en Asia, 17 millones en América del Norte, 13 millones aplicado en Europa, 330.000 en países de América central y sur y 7000 en África (este siendo la cantidad en dosis más bajitas), lo que también conlleva que otros países tienen mucha acumulación de vacunas mientras que en África y América del sur, han tenido menos acceso  a estos suministros y el país que genera mayor preocupación es África debido a su baja y limitada tasa de implementación, Guinea sería el único país que ha comenzado a vacunar  (Fenton-Harbey, 2021)

Y es que a pesar de las solicitudes explicitas de la Organización Mundial de la Salud, para que se le garantizara dosis a los países mas pobres y las empresas compartieran sus conocimientos y patentes; los habitantes de los países ricos y de ingresos medios han recibido más o menos el 90 por ciento de los casi 400 millones de vacunas que se han repartido hasta ahora. Por ejemplo, de acuerdo con lo expresado por Juny Montya, directora del Centro de ética de la Universidad de los Andes en el Podcast Clase a la casa: Dilemas éticos de la vacunación: “Se pensaría en equidad en estos procesos, pero está claro que hay países como Canadá con 9.5 dosis por habitante, Reino Unido con cinco dosis por habitante y algunos países que no tienen una sola” (Clase a la casa: Dilemas éticos de la vacunación, 2021) Según las proyecciones actuales, muchos de los demás países tendrán que esperar años para recibir la vacunación (Pronczuck, 2021). Países como Israel, Estados Unidos y algunos de la Unión Europea pagaron un 40 % más por las vacunas que otros países con el fin de asegurar varias dosis. (Semana, 2021).  Esto refleja con claridad la inequidad social sin un criterio ético que expone egoísmos y que desconoce la necesidad de la población.

Esta situación de que las vacunas estén llegando primero a los países más favorecidos económicamente, en el trasfondo, no es solo es un problema de dinero; es un problema ÉTICO. Es la falta de ética, de moral, de no saber poner el bien común por encima del bien personal, lo que ha causado tantas guerras y destrucción en el mundo y esta situación actual no es la excepción. Este debería ser el momento de unirnos como países hermanos, donde las potencias mundiales ayuden a los países más pobres y necesitados y dejen de estar acaparando y pensando solo en el bien propio.  

Ahora bien, si hacemos una introspección en nuestro país, el Gobierno Nacional tiene como meta que, para diciembre de 2021, que 35 millones de colombianos deben estar vacunados, priorizando a la población mas vulnerable como los adultos mayores, personas con enfermedades preexistentes y los profesionales de la salud; sin embargo, y a pesar de los esfuerzos del gobierno, empiezan a notarse la desigualdad en la vacunación contra la COVID 19.

Colombia es uno de los países donde mas desigualdad existe en el mundo en todos los factores, y en torno a la situación actual el Doctor Mario Hernández Álvarez, médico, Doctor en Historia y profesor del Doctorado en Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia, advierte: "El sistema de seguridad social en salud está organizado en una perspectiva individual de protección financiera de personas; eso ha hecho que no se tenga en cuenta de manera suficiente la perspectiva territorial: dónde vive la gente, en qué condiciones y qué proximidad tiene o no a los centros de salud y puestos de vacunación. Al asegurador no le importa eso, simplemente trata de ofrecerle a sus afiliados una red de servicios que depende más de su costo-efectividad que de las necesidades de la población en sus territorios"; es decir que muchas personas no podrán tener fácil acceso a la vacunación por falta de capacidades de infraestructura y logística y por la imposibilidad de la población de cumplir con la cita de vacunación dadas sus condiciones geográficas y socioeconómicas. (Aranguren, 2021).

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