RESEÑA “MI ASIENTO EN EL TRANVÍA”
Enviado por Noemi Guerrero • 25 de Octubre de 2017 • Síntesis • 6.002 Palabras (25 Páginas) • 2.188 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA NÚM.2
“ERASMO CASTELLANOS QUINTO”
RESEÑA
“MI ASIENTO EN EL TRANVÍA”
GRUPO 415 GUERRERO CAMPUZANO NOEMI GALILEA.
2016-2017
1.Datos bibliográficos del autor.
Daniel Sueiro.
Daniel Sueiro fue un escritor español, nacido en La Coruña en 1931 y fallecido en Madrid en 1986. Perteneció a la generación de novelistas llamada del medio siglo o de los cincuenta, encuadrándose su obra dentro del realismo social.
Encuadrado en la llamada Generación del 50, se adscribió desde sus inicios a un proyecto renovador dentro de las tendencias del realismo, caracterizado por la denuncia social y la búsqueda de nuevos recursos formales. Los conspiradores (1964), que le valió el Premio Nacional de Literatura de ese año, supuso su primer intento serio de superar las limitaciones del realismo de posguerra al dar a su propia voz la responsabilidad del diálogo novelístico con el mundo.
Aunque como novelista consiguió algún éxito e incluso recibió el premio Alfaguara, la faceta por la que lograría mayor resonancia en el mundo literario sería por sus ensayos y libros reportajes, modalidad en la que sería pionero en España, basados sobre todo en la pena de muerte. De esta faceta destacan las siguientes obras: El arte de matar (1968), Los verdugos españoles (1972), La pena de muerte: ceremonial, historia, procedimientos (1974) e Historia del franquismo, de 1978. En 1987 se publicó póstumamente su última novela, Balada del Manzanares.
2. Ficha bibliográfica (Formato APA).
Sueiro, D. (2005). “Mi asiento en el tranvía” en Los conspiradores. Recuperado el 12 de febrero de 2017 de http://narrativabreve.com/2014/05/cuento-daniel-sueiro-asiento-tranvia.html.
3. Partes de la obra.
La estructura del cuento “Mi asiento en el tranvía” se trata de una sola unidad.
4. Contenido:
a) Glosario o vocabulario:
Aliciente: Aspecto positivo de algo, que sirve de estímulo y mueve a una persona a realizar una acción o a actuar de determinada manera.
Amedrentar: Atemorizar, hacer que alguien sienta miedo o temor.
Asido: Del verbo asir, agarrarse de una cosa, o sujetar algo.
Avasallar: Tratar a alguien sin respeto ni consideración, sin tener en cuenta su opinión o sus derechos.
Chalado: Que ha perdido el juicio o se comporta como tal.
Cohíben: Del verbo cohibir, Impedir alguna circunstancia actuar con libertad o naturalidad a una persona.
Condoliéndose: Compadecerse.
Entrañas: Es un órgano contenido en las principales cavidades del cuerpo humano y de los animales.
Escaparates: Es el espacio situado en la fachada de los establecimientos comerciales destinado a exhibir tras un cristal una muestra de los productos o servicios que se ofrecen en el interior.
Gollerías: Manjar exquisito, delicado y bien presentado.
Lastimeras: Que causa lástima o compasión.
Plácido: Que es o está tranquilo, sosegado, y transmite sensación de paz.
Raíles: Carril de vía férrea.
Reprenderme: Del verbo reprender, reñir a una persona o expresar de forma autoritaria y severa desaprobación a causa de su actuación o su comportamiento.
Solivianta: Del verbo soliviantar, mover el ánimo de alguien para inducirle a alteraciones.
b) Argumento.
Daniel Sueiro mediante el cuento “Mi asiento en el tranvía” nos comparte la historia narrada siempre en primera persona, de un joven cuyo placer más grande es viajar sentado en el tranvía, así se tuviera que levantar más temprano de lo normal, o esperar por bastante tiempo en la parada, así como dejar pasar varios tranvías con tal de un asiento. Esto lo menciona en el siguiente fragmento.
“Me levanto muy temprano y espero en la parada que hay mismo delante de mi casa a que se mete toda l agente y dejo pasar todos los tranvías que van llenos”
Disfrutaba tanto de su viaje, así como del viaje de ida al trabajo, como el de regreso del trabajo. Siempre aplicando la misma técnica para encontrar su asiento en el tranvía, le gustaba admirar las cosas con las que se encontraba en el recorrido, viéndolas en todo momento por la ventanilla.
En cierto viaje de regreso a casa, a éste joven s ele presenta una peculiar situación, en donde su asiento y comodidad tenían de ver. Se trataba de una mujer que traía consigo a su hijo de cuatro o cinco años, cuya mujer esperaba que el joven al verla le cediera el asiento, cosa que en todo el transcurso del viaje no ocurriría, y esto mismo provocaría las intervenciones de demás personas.
Todas las personas que viajaban en el tranvía al darse cuenta de tan descortés acción, empiezan a realizar comentarios en contra del joven que viaja muy cómodo en el asiento.
“-Vaya educación la de ahora- empiezan.
-Ya no es educación, se trata de sentimientos.
-Un poco de entrañas, debían de tener por lo menos.
- Estos cuadros no se veían antes.
-Caballeros que aún quedaban.
-Las nuevas generaciones…, ¡míralas!”
La actitud desconsiderada del joven, lleva a que un hombre que también estaba de pie le comentó nuevamente la situación y lo mal educado que éste está siendo, un teniente también entró en la discusión mencionando la autoridad que él mismo tenía por su puesto, un caballero mutilado de una forma más agresiva discutió también con el joven.
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