Reporte: Sócrates: el primer filósofo de la antigua Grecia

Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Ingeniería

Tarea 1

Reporte: Sócrates: el primer filósofo de la antigua Grecia

Materia: Ética profesional

Profesora: Dr. Olinca Suarez Mejía

Alumno: Acosta Rivera Enrique

Grupo: 15

 Semestre: 2021-1

Al final de la guerra del Peloponeso la democracia ateniense fue sucedida por un gobierno Oligárquico impuesto por Esparta, conocido popularmente como “El gobierno de los treinta tiranos”. Como lo dice su nombre, este estaba compuesto por treinta magistrados despiadados que, durante su mandato, se encargaron de oprimir a los ciudadanos de Atenas. Y Critias, conocido por ser el peor de los treinta tiranos, fue discípulo del protagonista de esta película, Sócrates.    

Dados los acontecimientos en Atenas, Socrates, quien había salido de casa para comprar el pan, se distrajo, y dos días después, cuando entra en escena, es recibido con una golpiza por parte de algunos atenienses. Esto era de esperarse ya que, como se explicó anteriormente, fue maestro de Critias y además de Alcibíades, quien había servido como consejero de sus enemigos los espartanos.    

De acuerdo al contexto histórico en donde nos sitúa la película, Sócrates era un viejo pobre de setenta años que invertía mucho de su tiempo compartiendo su sabiduría, moral y sentido de justicia con un séquito de jóvenes que siempre lo seguía a todos lados. Esta actividad se vio amenazada cuando Critias le prohibió hablar con los jóvenes ya que, según él, los corrompía. Además, para demostrar su lealtad con Atenas, se le encomendó junto con otros hombres la captura de Cleón de Salamina, sin embargo Sócrates hizo caso omiso y se fue a casa. Afortunadamente para él, Critias murió en una batalla y la democracia se restableció como forma de gobierno en Atenas, desafortunadamente esta suerte duraría muy poco.  

Para este punto de la película, una serie de difamaciones dañaron la imagen de Sócrates tachandolo de blasfemo. Aunado a eso, su postura crítica hacia la forma en la que se hace democracia en Atenas, y su implacable búsqueda de la razón, le hicieron ganarse enemigos que posteriormente se convirtieron en sus verdugos.  

Como consecuencia de lo anterior, Sócrates fue acusado ante el tribunal de tratar de introducir nuevos dioses y de corromper a los jóvenes de Atenas. El en ningún momento sintió temor por dicha acusación, pero fue persuadido a recurrir a un orador para representarlo en su defensa. Sin embargo, este decidió representarse solo ya que los medios que le garantizarían su absolución no eran correctos según sus creencias.

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