Ser humano...¿Animal de costumbre o de fe?
Enviado por Juanfran17 • 12 de Diciembre de 2019 • Ensayo • 1.575 Palabras (7 Páginas) • 216 Visitas
Ser humano… ¿animal de costumbre o de fe?
¿Cómo hablar de una definición de sentido de vida o de una misión en la misma sin ser redundantes o sonar trillados? Gran incógnita que intentaremos tener presente durante todo el desarrollo de este escrito.
Siendo sinceros y recapacitando sobre experiencias pasadas, ¿Quién no se preguntó alguna vez su propio sentido de vida?, ¿Quién no sintió o siente la necesidad de estar preparado para “lo que viene”?, ¿quién no paso noches en vela preguntándose la razón por la que tiene determinada familia, casa, amigos etc.? Vemos así con este simple ejemplo, que todos los interrogantes planteados durante siglos por cada uno de los seres humanos redundan en lo mismo: ¿Qué hago en esta vida?
Es por ello que con este escrito, posicionándonos desde nuestro pensamiento individual y colectivo, nos proponemos brindar una mirada filosófica acerca de la resolución de algunos constantes interrogantes que todos nos hemos planteado alguna vez, apoyándonos en diferentes autores como filósofos, escritores, cantantes, entre otros.
Veamos. ¿Cómo ver a la vida teniendo tantos puntos de vista de la misma?, Podríamos hablar de el sentido de la vida para la religión y subdividirlas en cada una de las ideologías de creencias, así como las cristianas, judías o musulmanas. Ejemplificando lo anteriormente mencionado, se podría hacer una breve comparación sobre el catolicismo cristiano y el judaísmo; aquí vemos como ambas religiones tienen ideologías analógicas acerca de lo que es el propósito del ser humano.
El mencionado primeramente como cristiano, se apoya bajo la postura de “la vida del buen samaritano” teniendo como máximo propósito llegar a la vida eterna del cielo y prepararse para la venida de Jesús al mundo físico; en cambio el judaísmo habla de la ideología anterior planteando que sí es importante ser bueno en el mundo de los vivos, pero al no tener un pensamiento acerca de lo que hay después de la muerte, expresan: ¿existe algo malo luego del fin de la vida? Son muy optimistas planteando la existencia solamente del cielo, dejando de lado el pensamiento cristiano del purgatorio e infierno.
Siguiendo la misma metodología de pensamiento, también podemos mencionar la ideología musulmana de la reencarnación física en otro cuerpo, la ideología gnóstica o mal llamada escéptica con la seguridad mental que no existe nada después de esta vida, y así mencionar cada uno de los idealismos religiosos acerca de la vida después de la muerte, notando claramente como cada una tiene sus fundamentos. Con esta primera postura general nos apoyamos en un gran novelista ruso llamado León Tolstói, quien en una de sus tantas obras nos dice: “la fe es el conocimiento del sentido de la vida humana, conocimiento que hace que el hombre no se destruya sino que viva. La fe es la fuerza de la vida” [1]. Podríamos analizar esta cita desde dos perspectivas, una religiosa y otro socio-general.
Religiosamente hablado, automáticamente relacionamos la palabra fe con la creencia en aquello que no podemos ver e interpretamos lo que el autor nos quiere exhortar con sus palabras, que la religión es la base de todo sentido de vida y que sin importar cuál sea nuestra “fe”, si en verdad creemos en ello encontramos un sentido colectivo de lo que es la vida.
Pero… si analizamos la misma cita desde un punto de vista socio-general, ¿interpretamos de la misma forma?... Enfáticamente la respuesta es no, empapándonos más en el tema de “fe” y analizando palabra por palabra lo que el autor nos quiso decir, encontramos que la etimología de la palabra fe tiene su origen en el griego, “Fides” que significa lealtad, un concepto muy simple ¿no? Vayamos integrando el concepto que la sociedad nos ha implantado. Con este último criterio decimos que “fe” es la creencia en algo no sustentado en pruebas físicas. Apoyándonos en lo etimológico e ideológico de la palabra, fusionando ambos conceptos podríamos decir que la “fe” es la lealtad a todas las ideologías sociales que se basan en la creencia de algo que no está sustentado en pruebas físicas, con este último concepto, ¿no parece que recaemos nuevamente en lo que implanta la religión?
Al igual que la mayoría de las cosas en la vida, podríamos decir que este nuevo concepto es relativo. También podríamos encararlo del lado de religión y plantear la existencia de un dios supremo, profetas, santos y religiosos que son “fuerza divina”, pero racionalmente hablando siendo si se quiere decir un poco ateos o gnósticos, pensemos por un segundo, al plantear algo “supremo” o que no tiene sustento de prueba física, ¿siempre tenemos que hablar de dios?, nuevamente la respuesta es no, retomando el anterior concepto de fe que habíamos planteado donde se pone en juego tanto la presión social como su etimología, ¿Qué pasaría si aquel hecho al que le tenemos lealtad absoluta es la creencia de que existe un alma?, de aquí la mirada socio-general de la que hablamos, ¿y si todo el planteamiento de fe que el autor planteó en esa famosa cita se refería a esto?, ¿y si el sentido a nuestra vida se la da nuestra propia esencia de ser quienes somos? ¿Y si solo nos apoyamos en la religión para formar parte de una ideología general que nos da confianza en el mundo y en nosotros mismos? Claramente vemos como se dibuja las semejanzas entre la creencia religiosa y la mirada semi-racional. Cabe aclarar que consideramos a la semiracionalidad como parte pensante del ser humano que está sujeta a estereotipos sociales e ideologías colectivas
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