UTILITARISMO Y LA TEORÍA MORAL DE ADAM SMITHI
Enviado por AD01F0 • 26 de Mayo de 2022 • Ensayo • 1.147 Palabras (5 Páginas) • 124 Visitas
ADAM SMITH
Adam Smith pasó a la historia como el autor de la RN, Padre del liberalismo económico y el capitalismo, y su teoría moral cayó al olvido, opacada por las grandes teorías éticas modernas, el utilitarismo y la deontología. Aunque la corriente ética utilitarista, que tiene como principio de justificación moral el principio de máxima utilidad, es decir, aquel que promueve la mayor felicidad para el mayor número de personas, comenzó propiamente con Jeremy Bentham y fue sistematizada por John Stuart Mill en la primera mitad del siglo XIX, algunos han interpretado a Smith como un ‘proto-utilitarista’. Entre ellos podemos destacar a reconocidos especialistas en Smith como T. En la segunda sección mostraré los elementos de la TSM que evitan su deslizamiento hacia el utilitarismo, particularmente en el ámbito de la justificación moral.
UTILITARISMO Y LA TEORÍA MORAL DE ADAM SMITHI.
El utilitarismo, consecuencia lista en su procedimiento, es una teoría moral concreta que define qué consecuencias hay que maximizar, o cuál es el ‘contenido’ del término utilidad. Según éste, la única fuente de valor es la mayor felicidad para el mayor número de personas, siendo así la acción correcta aquella que promueve o pro- duce el mayor placer o felicidad para la mayoría.
Samuel Scheffler define el utilitarismo «como la doctrina que juzga que el mejor esta- do de cosas de cualquier conjunto dado es aquel que contiene el mayor balance neto de placer, felicidad o satisfacción humana agregada. Si bien el utilitarismo ha sido reformulado muchas veces, especialmente cambiando el contenido de la ‘utilidad’, el elemento que se mantiene con el paso del tiempo, y que unifica las diferentes formulaciones, es el mismo ‘principio de utilidad’, tal como Scheffler lo especifica.
Parte del atractivo de esta teoría es que no sólo permite la evaluación moral de las acciones ya realizadas, sino que también posibilitaría decidir cuestiones morales por medio de un cálculo empírico.
La teoría moral de Adam Smith A NDREA V ALCARCE
1.Sin embargo, esto debe matizarse, ya que Smith introduce un elemento de racionalidad práctica, a saber, el espectador imparcial. Como dice Haakonssen, el uso que hace Smith de la palabra simpatía nos muestra los problemas que puede ocasionar el uso del lenguaje ‘ordinario’ en investigaciones teoréticas, pues todos entendemos, al menos vagamente, a qué se refiere el autor, y por eso mismo resulta difícil llegar a comprender plenamente el uso técnico que éste le da a una determinada palabra o expresión.
El propio Smith destaca, sin embargo, que luego el significado de la palabra simpatía se extendió, para referirse al ‘compartir cualquier pasión con el otro’, y hace la clarificación a sabiendas de que aquello podía prestarse a confusiones.
Smith usa el concepto de simpatía para referirse a la armonía entre los sentimientos del agente y el espectador, por lo que, en este caso, la simpatía deja de ser un sentimiento, una pasión en sí, y pasa a ser una correspondencia de sentimientos. La simpatía mutua es el uso técnico propio de Smith19, sobre la cual se da la aprobación de los sentimientos, y que produce placer tanto al agente como al espectador. Cuando existe correspondencia, se siente placer y entonces se aprueba la conducta del agente.
Como hemos visto, la simpatía moral es la base del juicio moral en
Smith, que se expresa mediante la aprobación o desaprobación de la acción/pasión según la correspondencia entre los sentimientos simpatéticos del espectador imparcial y los sentimientos reales del agente. Al realizar un juicio moral el espectador imparcial juzga las motivaciones del agente como propias o impropias dependiendo de la proporcionalidad que guarda el sentimiento con la causa que lo excita. Si lo considera apropiado, hay una ‘simpatía directa’ con el agente, la que funda la aprobación moral. El mérito o demérito de una acción produce ‘simpatía indirecta’ con el tercero involucrado, pero esta simpatía no es la que funda la aprobación moral, por lo que aun cuando una acción sea beneficiosa para el receptor, si no surge de un sentimiento apropiado del agente no se aprueba moralmente.
El tercer criterio que nombra Smith son las reglas generales de conducta. Este es el modo más común de juicio moral que realizan las personas, pero es un criterio claramente secundario, ya que las reglas se establecen a partir de los juicios realizados por innumerables espectadores imparciales durante mucho tiempo y allí radica su fuerza. Así lo dice el mismo Smith en TSM. El último criterio de aprobación moral que nombra Smith es la utilidad.
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