Una percepción monoteísta del logos de Heráclito
Enviado por Francisco Duran del Castillo • 26 de Agosto de 2015 • Ensayo • 1.745 Palabras (7 Páginas) • 215 Visitas
Liceo Juan Ramón Jiménez
Filosofía
Francisco Durán Del Castillo-10-B
05/15/2015
Una percepción monoteísta del logos de Heráclito
La palabra logos es una palabra compleja, llena de una cantidad increíble de implicaciones idiomáticas y filosóficas, ya que se refiere a lo que se decida referirse con ella dependiendo de la persona. Como se ve filósofos alrededor de la historia han utilizado a la palabra logos de diversas maneras: para Platón es un discurso articulado que permite dar razón de una cosa. Para Sócrates es una realidad que se impone a la mente y la arrastra, una realidad autónoma superior al que razona. Y esto por mencionar tan solo dos de los muchos que le han utilizado para referirse a una gran cantidad de conceptos complejos. Pero la percepción del logos que aquí busco tratar es la percepción de Heráclito sobre el significado de esta palabra. Siendo mi interés en este ensayo tratar de hallar la relación entre el logos según Heráclito y la percepción de Dios en el Judaísmo.
Para encontrar está relación primero empezaré dando una definición corta pero comprensible de lo que es el logos para Heráclito en el primer subtítulo. Posteriormente continuaré con otro subtítulo que dedicaré a aclarar qué es dios según los judíos. El siguiente subtítulo será dedicado a establecer la comparación entre el logos de Heráclito y el Dios Judío (el cual a partir de este momento llamaré JHWH), siendo este la parte más importante del ensayo.
El logos como conciencia natural
El logos según Heráclito funciona como una fuerza natural que está presente en todas las cosas sensibles y no sensibles, es aquella unidad universal eterna e invariable de la que se deriva todo aquello que existe, sea sensible o no, Esta unidad que constantemente menciona en su teoría de los contrarios, en la que formula que: “Es siempre uno y lo mismo en nosotros, lo vivo lo muerto, lo despierto y lo dormido, lo joven y lo anciano. Lo primero se transforma en lo segundo y lo segundo en lo primero [Heráclito (traducción de Luis Farre), 1973, p.141]. En la que formula que todo es una transformación de todo y que por el consiguiente todo es uno, incluso se podría formular a ese uno como un “ancestro común de todo”, y este ancestro común podría localizarse en el logos. Otro punto fundamental de la formulación del logos de Heráclito es que el logos se pude ver representado por el fuego. Siendo que el fuego es eternamente mutable, y está en constante mutación se podría deducir que es el originador de las cosas sensibles. Y por tanto algo muy cercano al logos, siendo que el logos es ese “ancestro común de todo” anteriormente planteado. Por lo que se podría ver al fuego como una manera en que el humano puede materializar algo cercano al logos, y como un símbolo para hablar de este. Esto lo dice en fragmentos como este: “Este mundo que es el mismo para todos, no lo hizo ningún dios o ningún hombre; sino que fue siempre, es ahora y será fuego siempre viviente (…)” [Heráclito (traducción de Luis Farre), 1973, p.114]. Como se puede evidenciar habla del fuego como lo que es el mundo, y siendo que el logos es el “ancestro común de todo” se puede deducir que este es el mundo al ser todo. Además en el fragmento también propone que el logos es eterno, siendo que el fuego es una representación del logos, y menciona aquí que el fuego es siempre viviente o eterno.
Pero el logos también tiene para Heráclito implicaciones con respecto a aquello que sobrepasa lo sensible. De hecho algunos traductores de este, tal como Luis Farre, sostienen que la mejor manera de traducir logos tal como lo concebía Heráclito, es llamarle razón. Entendiendo razón como aquella capacidad tan erróneamente atribuida únicamente al ser humano, de discurrir y de tener un entendimiento con respecto a algo, esta capacidad de procesar información y darle algún significado. Pero yo daría al logos una propiedad de razón de la naturaleza. Aquella razón que sirve como principio rector de todo lo que existe y que tiene la naturaleza en sí misma Pero esta razón es ajena al humano, como lo plantea en este fragmento: “No obstante de que esta razón es siempre verdadera, sin embargo los hombre son incapaces de comprenderla cuando la oyen por primera vez, y aún después de haberla oído en alguna forma (…)” [Heráclito (traducción de Luis Farre), 1973, p.100]. Por lo que se tiene una razón natural que rige todo y que es incomprensible como el logos.
Por lo que se puede concluir que el logos es una fuerza que permite que todo exista y que está presente en todo aquello que existió, existe y existirá por lo que es un “ancestro común de todo”. Pero es también una fuerza que se rige a si misma a partir del hecho de que como fuerza es al mismo tiempo una razón de la naturaleza, que le da un orden específico a todo lo que existe.
El dios Judío:
YHWH es un dios absoluto y único, es un dios indivisible e incomparable que es la causa última de la existencia. Su verdadera naturaleza es absolutamente incomprensible e inalcanzable para el ser humano. De hecho, el mundo que vemos a nuestro alrededor emana contantemente de YHWH, y todo lo que existe y vemos no es más que aquella parte de este que el humano puede ver. Permite que las cosas existan y su existencia es lo único que mantiene al mundo cohesionado y ordenado tal como lo está y siempre lo ha estado. Además está en constante interacción con el humano ya que como todo lo que vemos hace parte de él, el humano está por su existir necesariamente dentro de YHWH. Y además, debe su existencia a YHWH ya que sin él no se existiría al ser este siempre lo que es cada individuo, pero ni un individuo ni toda la humanidad ser nada cercano a lo que él es. Es indivisible, es eterno, el creador del universo, e innegablemente es de él de donde emana la razón (se tenga en cuenta que esto es desde la tradición judía). YHWH es un ser no físico, no corporal, no material y eterno. No se pude representar de ninguna manera ya que sería ofensivo al no poder ninguna representación abracar lo que es en sí mismo y no como lo vemos materialmente en todo lo que nos rodea y lo que somos. Solo se le puede nombrar con la palabra YHWH (una romanización del hebreo: הֹוָה) siendo este su verdadero nombre también conocido como el Tetragrámaton. Es además, omnipotente (en que es infinitamente poderoso), omnisciente (en que lo sabe todo), y omnibenevolente (en que su propia existencia define lo que es la bondad). Una buena manera de explicitar la concepción de JHWH, son las siguientes citas: “YHWH is the one who truly exists—the unique self-existent one who defines what “being” means (…)” [YHWH es el único que existe de forma verdadera- el único auto-existente que define lo que “ser” significa (…)] [B. Niel MacDonald, 2013, p.30 (traducción por el autor del ensayo)], y la cita: “(…)YHWH is Elohim the greatest God, and therefore true God in virtue of being the creator of all that is [(…)YHWH es Elohim el más grande dios, y por el consiguiente el verdadero dios en virtud de creador de todo lo que es] [B.Neil MacDonald, 2013,p.26 (traducción por el autor del ensayo)]
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