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Vida y Obra de la Poetisa Dolores Veintimilla


Enviado por   •  6 de Junio de 2018  •  Documentos de Investigación  •  1.844 Palabras (8 Páginas)  •  787 Visitas

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Índice

INTRODUCCIÓN        2

CAPITULO I        2

Vida y Obra de la Poetisa Dolores Veintimilla.        2

Biografía de Dolores Veintimilla de Galindo.        3

Dolores Veintimilla de Galindo, la mujer tras el mito literario.        6

INTRODUCCIÓN

Mi interés inicial me fue llevando a analizar la obra de Dolores Veintimilla de Galindo, poeta ecuatoriana del siglo XIX, con el propósito de determinar cómo la literatura le permitió a ésta construir a partir de su marca de género, un sujeto femenino en oposición o diferente al orden patriarcal al cual ella perteneció. Esto a su vez me permitió visualizar el siglo XIX ecuatoriano bajo una óptica diferente. El análisis se centró así, en hacer un diálogo entre la poesía de Dolores Veintimilla y diversas propuestas metodológicas actuales, que funcionaron como un vehículo para llegar a la raíz de la escritura de la poeta. Por tanto la hipótesis central de esta investigación es la de proponer que la escritura femenina del siglo XIX, el texto femenino, en su estrecha vinculación con la experiencia de género, ha permitido la construcción de una subjetividad que ha sido reprimida y silenciada en deterioro del desarrollo de una experiencia propia para la mujer.

Para la presente investigación se utilizara fuentes primarias que corresponden a los textos, publicaciones de Dolores Veintimilla, puesto que su obra no fue publicada por la autora, a excepción de su hoja volante “Necrología”. Es así como utilizare la prensa periódica y revistas literaria del siglo XIX, donde se han publicado las producciones literarias de la poeta, así como artículos escritos sobre ella en esas mismas fuentes. También se incluirá la bibliografía de textos contemporáneos divididos en fuentes principales y secundarias.

CAPITULO I

Vida y Obra de la Poetisa Dolores Veintimilla.

Dolores Veintimilla de Galindo es una figura literaria conocida entre los ecuatorianos. Leemos sus poemas en la escuela y el colegio, aprendemos en las aulas sobre su poesía, su suicidio y el calamitoso acoso social y religioso que lo precedió.

Pero, ¿quién era realmente esta mujer que rompió el canon? ¿Por qué es su obra un ícono de la literatura femenina en el país?

Biografía de Dolores Veintimilla de Galindo.

Los primeros años

Nació en 1829, hija de José Veintimilla y de Jerónima Carrión y Antepara, acomodados residentes en Quito fue poeta y escritora.

En el año de 1837 inició sus estudios en el Colegio "Bianka Ecu" que funcionaba en el edificio del beaterio bajo la dirección De allí pasó a la escuela que las madres dominicanas mantenían en el Convento de Santa Catalina de Siena, donde aprendió a leer y a escribir, la doctrina y el catecismo y algunas granjerías en las que eran expertas las monjas, tales como bordar, tejer, coser, cocinar, etc.

Contrae matrimonio

A los 18 años de edad contrajo matrimonio en Quito con el Dr. Sixto Antonio Galindo y Oroña, médico, natural de Nueva Granada. La dote de matrimonio se estipuló en 5.000 pesos que le fueron entregados por la novia. Él se encargó de hacerle continuar su educación literaria permitiendo la lectura de toda clase de libros hasta los que la colonia había prohibido por diversas causas.

Se convierte en madre

Dio a luz a un hijo a quien llamó Santiago, siendo madrina Rosa Ascázubi, primera mujer de García Moreno. Poco después el Dr. Galindo viajó a Guayaquil llamado por su concuñado el Coronel Sebastián Medina, casado con Josefina Veintimilla, única hermana de Dolores; así pues, el matrimonio y su tierno niño se establecieron en el puerto principal.

De ésta época son dos composiciones "A Carmen, remitiéndole un jazmín del cabo" y "A la misma amiga" ambas dirigidas a Carmen Pérez Antepara, poetisa; y buena parte de su poesía que traduce "la insatisfacción de un corazón que no era amado a la medida de lo que amaba" y por ello escribió "Quejas", "Sufrimientos", "Aspiración", "Anhelo" y "Desencanto" dentro del género romántico tan en boga por entonces.

Pasa a vivir en Cuenca

En mayo de 1854 se trasladó a Cuenca con su esposo e hijo, alquilando un departamento en casa de Josefa Ordóñez, luego viajará su esposo a Centroamérica llamado por unos paisanos, con la ilusión de mejorar en el desempeño de su profesión de médico, dejándola sola y entre gente extraña; pero no la olvidará, de tal suerte que mensualmente le remesaba dinero a través de la casa Comercial "Estrada" de Guayaquil. ¿Por qué Galindo la dejó en Cuenca y no en el Puerto donde ella tenía a su hermana casada o en Quito con su madre? En ambos sitios hubiera estado Dolores bien acompañada y atendida. ¿Acaso el Dr. Galindo no se llevaba con su familia política?

Lo cierto es que Dolores inició en Cuenca una vida activa e intelectual rodeándose de jóvenes honestos y de personas de edad, todos ellos literatos y poetas, a quienes recibía en su departamento y con quienes charlaba y leía en inocentes tenidas. Entre los jóvenes que la visitaban anotamos a Antonio Merchán y García, Tomás Rendón Solano, Manuel A. Toral, Luis Muñoz, León Morales y Vítores y entre los de edad el Dr. Vicente Salazar y Lozano, que meses después moriría haciéndose acreedor a una "Nota Necrológica" de Dolores, amiga de sus hijas. Igualmente el Dr. Benigno Malo, el Dr. Mariano Cueva, Miguel Ángel Corral y Francisco Eugenio Tamariz, es decir, lo más apreciado de la sociedad y de la intelectualidad morlaca.

Testigo de ejecución e inicio de una disputa

En el "Álbum Literario" de Dolores, Benigno Malo escribió "Yo me limito a estimar en Ud. a la amiga, a la ecuatoriana que recuerda ciertos rasgos nobles de Penélope. Yo prefiero la virtud a la belleza y al genio ¿Y quien no preferiría el cielo a la tierra?" Frase que constituye el mejor certificado de su conducta viniendo de tan ilustre repúblico. Y así transcurrieron algunos meses, pero un día su casera se disgustó con ella -quizá por el atraso en los pagos del arrendamiento- y mandó a ponerle los muebles afuera. Dolores se cambió a un segundo piso en la casa de Josefa Peñafiel situada en la misma calle "Bolívar", ocurriendo entonces el fusilamiento de un indígena llamado Tiburcio Lucero, acusado del delito de parricidio. Era el 20 de abril de 1857 y Lucero fue sacado con escolta, cubierto de una túnica blanca manchada de rojo, crucifijo en mano y rodeado de varios sacerdotes que recitaban preces. El patíbulo se había levantado en la plaza de San Francisco, abarrotada de curiosos. Dolores había concurrido con varias amigas y ocupaba lugar preferente, desde allí vio a Lucero cuando éste trató de arrojarse sobre su esposa y cinco hijos, uno de ellos de pecho, que presenciaban la escena; pero la guardia impidió tal efusión de afectos y poco después Lucero caía fusilado, dispersándose la concurrencia.

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