3 idiotas

La película me hizo reflexionar en bastantes temas, pero los que se me hicieron más relevantes fueron:

- Aprende por el simple gozo de aprender.

- Mantén tus principios, no te vendas.

- Dedicarse a lo que realmente te guste

- Los rankings solo provocan tensión, presión y mucha competición.

Aprovechar todo el conocimiento que se puedas, sin discriminar ninguna fuente. La mente será proporcionalmente poderosa a lo que se le dé. Además, no se sabe cuando ese conocimiento puede ser útil o salvar una situación. El aprendizaje es el arma más poderosa. Además, siendo un proceso continuo en el que puede aprender algo nuevo cada segundo, se podrá acumular una enorme cantidad de sabiduría.

Otro punto es cuando Rajú decide declinar una oferta de trabajo porque requiere perder su naturaleza honesta y aceptar una diplomacia que no va con su esencia. En la dicotomía de si aceptarlo o no (un trabajo significa dinero y disponer de dinero te facilita la vida) decide seguir sus valores, aunque se quede sin el puesto. Cierto, alguien con menos escrúpulos ocupará su plaza, pero depende de nosotros que el sistema siga rulando de forma deshonesta o, por el contrario, empiece a cambiar, tambaleándolo.

También es normal que las familias quieran lo mejor para sus hijos, pero mejor tener en cuenta las necesidades y pasiones de sus mismos retoños. Estudiar una carrera que no escoges por voluntad propia puede que te lleve a un sueldo (que tampoco lo asegura) pero, definitivamente, esa decisión tiene muchos números de que traiga insatisfacción.

La película pone en entredicho el sistema educativo y el ranking de éxito social a los que estamos sometidos desde la infancia. Los exámenes nunca serán capaces de puntuar el verdadero potencial de un estudiante. Solo conseguirán medirlos en una misma escala que seguramente acabe en el desánimo. Cada cual tiene un propio ritmo, unas capacidades propias que deberían ser cuidadas y alabadas como tales, además, que las comparaciones siempre son odiosas.

A todo esto, la reflexión más importante es que el éxito viene y se va, pero la excelencia no dejará nunca de producir éxitos.

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