ANALISIS DE LA PERSONALIDAD DE FERNANDEZ WILHELM
Enviado por macacoss • 17 de Junio de 2012 • 820 Palabras (4 Páginas) • 602 Visitas
ANALISIS DE LA PERSONALIDAD DE FERNANDEZ WILHELM.
¡ EXASPERANTE !
Alejandro Rozitchner. Filósofo.
Se hace detestar. Tendrá algún partidario sincero, algún confundido, pero no debe tener admiradores, ni seguidores.
El de los K es un mundo sin admiradores, es un espacio de súbditos. Y cómplices: o súbditos que dejan de serlo por un rato, se elevan y después vuelven a caer en la posición de entrega y renuncia.
El mecanismo victimizador que usan políticamente es el mismo que debe operar como clave en sus situaciones personales. Es un mundo tenso, sin disfrute, sin amor, y no conviene imaginar mucho los detalles de una vida en ese estilo.
Se imponen, logran meterse en la cosa, pero no impulsan su viaje con ningún combustible afectuoso ni positivo: destilan agresividad, ofensa, intolerancia. Vienen de un mundo viejo y se van quedando sin sustento, cada vez más lejos del piso, elevándose a una altura de inmolación e iluminaciones dementes. Llama especialmente la atención en estos días, la actitud de la Presidente, su inalterable convicción garquista, su pasión por exasperar a todos, su intento de imponerse malamente, a como dé lugar, justificada por… por… ¿por qué? ¿Qué ideología o marco de sentido le permite a tal mujer seguir impertérrita cuando la realidad muta, negar el movimiento, suplantarlo por sus emperradas imaginaciones? ¿Qué la lleva a suplantarnos, a los reales, por sus imaginarios? Es una presidente sin amor, sin ganas de ayudar, sin humildad, que no cree que tenga ya nada que aprender, encerrada en su mundo de modas y cremas, de delineadores y maquillajes, más dispuesta al enojo que a cualquier otra cosa, que siente siempre que la quieren joder y termina jodiendo ella.
Mujer pretenciosa que quiere ser la más inteligente sin tener con qué, sin emotividad que la guíe en la construcción de una visión del mundo, mujer chata de mundo chato, acorralada por su espíritu empobrecido y empobrecedor.
Apasionada por la negación y la negatividad, desesperada por quedar bien ante una exigencia desmedida, tan grande que no le permite autenticidad alguna, ni verdadero crecimiento.
Señora de nadie, para nadie, señora sola, que no inspira la piedad que podría, a fuerza de desplantes y caritas necias. Repetidora del Néstor, presidente de todas las falsedades, mujer de hachas tomar.
Sorda a todo llamado, muda de sentimientos y cercanías, ciega a toda verdad. Universitaria de esterilidades, con universidad atragantada, doctora de una cátedra irrespirable de resentimiento y obsesionada por una competencia sin competitividad, dueña de una arrogancia sin frutos, de pensamientos sin asideros, de displicentes mohines sin gracia, autoritaria crecida en el mundo del Proceso al que reproduce aunque intente y diga que lo combate, porque lo lleva adentro, porque lo mamó de joven, porque milita en su sensibilidad
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