Actos del hombre

Los actos humanos

En nuestra vida diaria podemos encontrar dos tipos de actos, el acto humano que son los actos ejecutados consiente y libremente, por ejemplo: Estudiar, Leer un libro, Ayudar a alguien que lo necesita, etc.; y los actos del hombre que son los actos que carecen de conciencia o de libertad, o de ambas cosas, por ejemplo: la respiración, Contagiarse de gripe, Tropezarse, etc.

Estudiando más a fondo los actos humanos, podemos decir que son las facultades específicas de los seres humanos, ya que nace de nuestra inteligencia y voluntad principalmente pero también participan las pasiones, la conciencia y la razón, que son los objetos que nos da la ética para juzgar si un ente es lícito o ilícito pero nunca indiferente, desde nuestro punto de vista moral.

Para que un acto sea moralmente licito, se requiere que sea bueno en el objeto, en el fin y en las circunstancias, esto significa que se debe tener pleno conocimiento sobre las repercusiones que este acto va a tener. Entonces ¿Un fin bueno justificaría el uso de unos medios malos? Así como nos dice Maquiavelo?, en los actos humanos, moralmente aceptados, esta frase no es válida ya que un fin licito jamás justificaría el uso de unos medios ilícitos, porque el acto seria ilícito siempre; por consiguiente, no está permitido hacer un mal para obtener un bien.

Ahora retomando los actos del hombre, como su nombre lo dice, solo pertenecen al hombre porque él que los ha ejecutado, pero no son propiamente humanos porque su origen no está en el hombre, en cuanto a hombre sino en cuanto a animal. El humano piensa, analiza y reconoce las consecuencias de cierto acto, el hombre actúa por instinto sin saber a ciencia cierta el resultado de dicho acto. Estos actos carecen de moral, por tanto no pueden juzgarse desde el punto de vista moral como licito o ilicito, si pueden juzgarse así pero desde otro punto de vista como el fisiológico o de instintos.

"La moralidad de los actos está definida por la relación de la libertad del hombre con el bien auténtico. ... El obrar es moralmente bueno cuando las elecciones de la libertad están conformes con el verdadero bien del hombre y expresan así la ordenación voluntaria de la persona hacia su fin último. ... El obrar es moralmente bueno cuando testimonia y expresa la ordenación voluntaria de la persona al fin último y la conformidad de la acción concreta con el bien humano tal y como es reconocido en su verdad por la razón": Veritatis splendo

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