Ami Reresa
Enviado por jano178 • 4 de Mayo de 2014 • 390 Palabras (2 Páginas) • 292 Visitas
omo niños”.
(Introducción del pergamino del Viejo Krato, habitante del planeta Kia)
1
PARTE PRIMERA
Recuerdos de Ami.
Mi nombre es Pedrito X. La equis significa “misterio”, porque no puedo
revelar mi apellido. Ya sabrán la razón.
Soy un niño, estudiante y soltero; sin embargo, escribí un libro que se
hizo muy popular. Se titula “Ami, el niño de las estrellas”. Bueno, yo se lo dicté
a un primo aficionado a la literatura: Víctor. Él lo escribió. Trabaja en un banco.
En los ratos libres viene a mi casa a teclear en su máquina portátil. Así
realizamos el libro “Ami”.
Víctor opina que mi relato es una tontería, una fantasía para niños. Dice
que si se dignó a escribirla fue para ir “soltando la mano”, porque piensa editar
una novela, “un libro de verdad”. Algo serio, relacionado con “la tortura de la
frustración mental”... Una tontería así de aburrida.
Debido al éxito de “Ami”, libro que habla de estrellas, “ovnis” y amor,
Víctor quiere ambientar su novela en el espacio.
Siempre quiere saber como imagino yo los mundos o las personas
extraterrestres. Le respondo contándole lo que he visto, no lo que imagino. Él
piensa que mi relato no es real, que todo lo inventé. Dice que tengo mucha
facilidad para idear historias; sin embargo, lo que cuento en “Ami” no tiene un
pelo de fantasía.
Ami existe. Es un amigo mío, un visitante de otro mundo. Apareció en
una playa solitaria al caer la tarde, cuando el verano terminaba.
Podía adivinar mis pensamientos, p
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Suscríbase
lanear como una gaviota y también
hipnotizar a los adultos. Parecía no tener más de ocho años, sin embargo
manejaba un “ovni” y era capaz de construir aparatos mucho más complicados
que un televisor. Dijo ser una especie de mensajero o maestro. Tal vez era un
adulto, pero con apariencia y corazón de niño.
En su vehículo espacial me llevó en sólo pocos minutos a conocer varios
países de la Tierra. Después fuimos a la Luna. No me gustó: demasiado árida.
Parecía un queso seco visto con lupa. Además, siempre estaba de noche,
aunque hubiese sol, porque el cielo se veía negro. En cambio, Ami disfrutaba
mirando la luna o cualquier cosa. Ami se regocijaba con todo; nada le
disgustaba, excepto comer carne: sentía lástima por los animalitos.
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