Amor Eros

EL AMOR QUE DUELE

No hay nada que te haga más sensible que el amor, puede ablandar hasta el corazón más duro y seco de todos. Cuando uno está enamorado no piensa, ni actúa igual ya que el amor te vuelve la persona más feliz del mundo o la menos desdichada.

Todo esto se resume en el amor eros, que es el sentimiento donde la pasión y la atracción física juegan un rol importante en la relación y se vuelve en el motor de tus acciones. Este proceso inicia con el enamoramiento.

El enamorarse trae consigo rasgos interesantes que pueden confundir el concepto de amor eros. Muchas veces podemos idealizar tanto a la pareja que caemos en el error de crear un héroe en nuestras mentes y ser incapaces de criticarlo, volamos tan alto con nuestras ilusiones que la caída duele más cuando esta emoción desaparece. Así como también, este objeto de adoración nos lleva a creer que si no estamos con la persona amada todo el tiempo no somos realmente felices, esto no debe ser escusa de dejar de lado el estilo de vida que teníamos desde un principio; también erramos al creer que el amor es para siempre, y el más perjudicial, a veces, que es el pensar que no hay fronteras en el amor pasional lo que puede causar la incapacidad de medir las consecuencias. Este conjunto de ideas erróneas se producen en el enamoramiento que al extinguirse, terminan siendo en la causa principal de nuestro sufrimiento.

Es inevitable caer en estos errores pero nosotros no debemos apartarnos de ese aspecto por el temor a errar. Más bien, debemos disfrutar el momento, el placer de estar enamorado y vivirlo con alegría y goce; pero nunca alejarnos de la realidad porque es verdad que el amor transforma pero no lo justifica todo, siempre debemos ponernos a pensar si al hacer algo perjudicamos a los demás.

En conclusión, todas las personas que experimentamos este amor; porque no es que el amor eros desaparezca, sino se apaga; debemos tener en claro que debe haber un balance entre inteligencia, placer y sobre todo racionalidad en la persona. Amar o ser amado sin dejar de absorber en totalidad por el otro. A fin de cuentas, a cada caída en nuestra vida siempre podremos levantarnos y seguir adelante con una lección nueva, que nos ayudaran a lo largo de nuestras vida.

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