Crítica artística a Estatuas de Caballos en Los Dominicos, Santiago de Chile
Enviado por Gonzalo Castillo • 2 de Diciembre de 2019 • Ensayo • 828 Palabras (4 Páginas) • 318 Visitas
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Trabajo Nº3
La función y el público
Se parte del supuesto que toda obra artística tiene una función, intenta comunicar algo o producir un efecto en una audiencia determinada. El trabajo consiste en seleccionar una obra y preguntarse cuál es su función original, para qué fue concebida. Luego, el estudiante debe cuestionarse si la obra sigue cumpliendo ese rol actualmente. Considerando que los cambios culturales, el traslado físico de una obra desde su ubicación original a un museo u otros factores pueden modificar los efectos que la imagen produce en el espectador.
Centro Cultural de Las Condes, Museo Casa Santa Rosa de Las Condes, Museo del Carmen de Maipú, Museo Histórico Nacional.
Extensión: 2 planas
Debe sacarse una foto (selfie) junto a la obra que ha seleccionado
Por medio de las prácticas artísticas desde la música hasta la danza, pasando por la escultura y la pintura, su función principal es alarmar y despertar nuestras emociones y sentimientos carácterísticos de nuestra especie, se expresa alegría, amor, nostalgia, pena, miedo, entre muchas más infinidades de mezclas de estas. Entonces el arte es comunicación y es un lenguaje paraverbal, donde hay una emisión -el artista-, una conducción -el arte en si mismo, como un lienzo o material- y una recepción -uno mismo- conscientes, es una dialéctica íntegra.
En este caso la apreciación visual de un complejo físico y a escala como lo es un caballo aparentemente ordinario en el Museo Casa Santa Rosa de Las Condes. Son más de uno a lo largo del paseo verde del lugar, y sus expresiones varían en materiales, las hay de telares y textiles, de cuero, de fierro y metales y de madera, muchos con más de uno de estos elementos. Al ser un Museo de la Chilenidad, es evidente que el sentimiento que quieren transmitir es el de un sentido de pertenencia y nostalgia a un capitalino que recorre el pasado directo de donde está o el provinciano que sigue sintiendose parte de la cultura del caballo. El animal representa el trabajo y la marcha, y en los campos es más que una herramienta, es un símbolo de como es la vida de los habitantes rurales clásicos de nuestro país, especialmente en la zona central y centro-sur desde tiempos anteriores a la independencia, hasta nuestros días; y aunque esté el debate legítimo de que lo criollo es natural en estas tierras o es lo que representa mejor en Chile, no se puede negar de que si es una parte importante de la idiosincracia de nuestro pueblo y su pequeña historia.
No queda muy claro, pero quizás la Federación de Criadores de Caballos Chilenos son los cómplices del porqué estos caballos reposan aquí, ya que su sede está ahí mismo, en la Llavería, casa adyacente a la gran casa principal y están trabajando en iniciativas en torno a la cultura del huaso clásico de chile, supondremos su autoría al menos en el proceso de traslado hacia este museo.
Curioso es el fenómeno que se produce en el lugar donde están actualmente: un sector acomodado de una capítal ícono del libre mercado latinoamericano, en el cual naturalmente la obra cumplirá un rol distinto a si estuviesen en un museo en Santa Cruz o San Vicente en la región de O’Higgins. En el caso real, se muestra una vieja cultura que no debe ser olvidada pues fue parte de nosotros, entonces invita a la nostalgia y a la imaginación de como era un Chile más antiguo, y como el caballo cumplía roles más allá que su recurso económico. Distinto sería en museos rurales, quienes venerarán la figura como un ícono más orgánico como se explicó anteriormente, lo que produce emociones de identidad y pertenencia a un estilo de vida en un contexto geográfico y cultural puntual, su tierra y su pueblo.
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