13 de octubre ensayo de resumen
Enviado por Yareli Jocelyne González Álvarez • 18 de Noviembre de 2017 • Ensayo • 428 Palabras (2 Páginas) • 357 Visitas
De la gracia a la belleza inquieta
Hacia una belleza subjetiva y múltiple
En el renacimiento surge la “Gran teoría” la cual la belleza consiste en la proporción de las partes. El cual descubre armonías más complejas e inquietantes de lo previsto.
Dice bembo “La belleza no es más que una gracia que nace de la proporción, conveniencia y armonía de las cosas” abre paso a concepciones subjetivistas y particularistas de lo bello.
El manierismo
La belleza clásica se considera vacía, carente de alma,
y a ella oponen los manieristas una espiritualización, se lanza hacia lo fantástico: sus figuras se mueven en un espacio irracional lo surreal.
Los manieristas privilegian las figuras animadas y, en especial, la figura serpentina que no se inscribe en círculos o cuadriláteros geométricos, sino que remite más bien a las lenguas de fuego.
La capacidad de ser calculado y medido deja de ser criterios de objetividad y se reducen a simples instrumentos para realizar complicaciones progresivas.
Desaparece la distinción entre proporción y desproporción, entre forma e informe, visible e invisible: la representación de lo informe, de lo invisible, de lo vago trasciende las oposiciones entre bello y feo, verdadero y falso.
La representación de la belleza gana complejidad, se remite a la imaginación más que a la inteligencia y se dota de reglas nuevas.
La melancolía
El extraordinario Melancolía I de Durero, en el que el carácter melancólico armoniza con la geometría la cual adquiere un alma y la melancolía una plena dimensión intelectual: teniendo así una doble atribución es la que crea la belleza melancólica.
El paso del manierismo al barroco no es tanto un cambio de escuela como una expresión de esta dramatización de la vida, estrechamente vinculada a la búsqueda de nuevas expresiones de la belleza: lo asombroso, lo sorprendente, lo aparentemente desproporcionado.
Agudeza, wit, conceptismo
Los conceptos, aunque no tienen forma propia, deben poseer cierta sutileza o agudeza capaz de sorprender y penetrar en el alma del oyente. La agudeza exige una mente despierta, ingeniosa, creativa, capaz de ver con la facilidad del ingenio (Wit), de este modo a la belleza conceptuosa se le abren espacios perceptivos completamente nuevos, mientras que la belleza sensible se aproxima cada vez más a formas de belleza a significante e informe.
La tensión hacia lo absoluto
El siglo del barroco expresa una belleza que está, por así decir, más allá del bien y del mal.
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