2 Y 3 Conferencias Foucoult

En la segunda y tercera conferencia de Foucoult descubrimos que la verdad se puede obtener de varias formas, pero que en la fábula de Edipo se usa sobretodo el juntar dos partes de la historia, mitades que se complementan y se corresponden, conformando así una verdad más acertada.

Durante el tiempo de Homero, la forma de llegar a la verdad no utilizaba testigos, y se basaba completamente en lo divino, era un derecho basado en la fe y en la justicia divina, y no en la percepción humana.

De igual manera, el derecho medieval español era Teo centrista, todo se basaba en la justicia divina, y en el poder absoluto de un rey, con la diferencia de que no era un derecho general, por el contrario, se decía que cada región poseía su propio código, el cual a su vez se basaba de sus costumbres y tradiciones, más no estaba escrito.

En la historia de Edipo, siempre existían dos mitades de la historia que ayudaban a comprender los hechos, siendo la misma verdad la única que juzgaría. Comenzamos con las mitades de los dioses, los cuales lo dicen en forma de preceptos y profecías, y terminamos en los testimonios de los sirvientes, los cuales cuentan lo que ellos vieron o hicieron y ayudan a que la historia se complete.

En el derecho español en cambio, no se utilizan los testimonios sino la justicia divina al principio, sometiendo a los presuntos culpables a pruebas físicas que Dios les ayudaría a llevar a cabo en caso de que fueran inocentes, y después por el poder absoluto del rey que al mismo tiempo se convertiría en el juez supremo.

Más tarde, esta región que ahora se conoce como España se logra homogenizar, tener un solo rey aunque varios reinos, y hacer que predominaran sus leyes en todo el territorio, complementándose a su vez con diferentes códigos del pasado que ayudan a llenar lagunas.

En la tercera conferencia descubrimos la forma en la que Grecia ejercía su derecho. Como era directamente el afectado el que pedía la resolución de su caso, y como la venganza comenzaba a desparecer para convertirse en una condena.

Todas estas transformaciones hicieron del derecho algo más concreto y definido, e hicieron que el centro dejara de ser Dios para convertirse en los mismos sujetos.

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