ACTIVIDAD INTEGRADORA. SOCIALES 2

La institucionalización y el Cardenismo

Caudillismo

Callismo

Maximato

Cardenismo

Después de 1917 surgió en el país una variedad de partidos y caudillos que se autoproclamaron como “revolucionarios”. Se formaron en aquellos años el Partido Nacional Constitucionalista (1916), bajo el amparo de Carranza, Álvaro Obregón y Pablo González; el Partido Cooperativista Nacional (1917), con el auspicio de Carranza, y el Partido Nacional Agrarista (1920), cuyo líder era Antonio Díaz Soto y Gama.

En vista de que estos partidos adquirían autonomía y fuerza, los caudillos auspiciaron organizaciones para que dependieran de ellas. Así, con la protección de Carranza y la influencia de Calles y Obregón, se fundó en 1918 la Confederación Regional de Obreros y Campesinos (CROC).

La política del periodo caudillista se caracterizó por las continuas pugnas y hostilidades entre los líderes de las agrupaciones campesinas, representadas en el Partido Agrarista, y los líderes de las agrupaciones obreras, representadas en la Confederación Regional Obrero Mexicana (CROM) y en el Partido Obrero.

Plutarco Elías calles triunfa en las elecciones presidenciales y tomo posesión del cargo con un programa de gobierno que podemos sintetizar en los siguientes pasos:

El acercamiento de México con los demás países del mundo basado en la equidad, la justicia y el respeto mutuo, rechazando la imposición de los pueblos fuertes para con los débiles.

El establecimiento de un gobierno nacional excluyendo la camarillas y el espíritu sectario y guiado por las ideas y los sentimientos expresados por las necesidades de las mayorías y no por los interese de los partidos políticos la ayuda a la organización para que sus luchas tengan fines de mejoramiento social y no solo de vista políticos, a este efecto se cumplirá el articulo 27 con el fin de resolver el problema agrario, no solamente otorgando la parcela, sino organizando el crédito agrícola.

Aborda la reglamentación del artículo 123 constitucional de tal manera que los trabajadores alcancen un nivel de protección.

La organización gremial de la clase media y de los estratos inferiores no precisamente proletarios, cuyas luchas y aspiraciones deben ligarse a los proletariados; asimismo se elevara el nivel de cultura y educación de estas clases y de las masas pobres.

A lo largo de la lucha armada y de los gobiernos revolucionarios de Carranza y Obregón, los partidarios políticos existentes habían demostrado su ineficiencia como instituciones representativas necesarias en toda vida democrática.

El caciquismo y la falsa representatividad de los partidos eran dos problemas que se sostenían mutuamente fenómeno que no se superaba por el atraso político de la mayor parte del pueblo.

El Maximato fue un periodo histórico y político dentro del desarrollo histórico de México que corre de 1928 a 1934. Este periodo debe su nombre a Plutarco Elías Calles, quien era conocido como El jefe máximo de la Revolución. Elías Calles sólo fue presidente en el periodo 1924-1928, pero en los seis años siguientes, se sucedieron tres presidentes, todos ellos subordinados en menor o mayor medida a los intereses y políticas del ex presidente. Los presidentes, y sus respectivos mandatos, son:

Emilio Portes Gil (1928-1930), designado por el Congreso para sustituir al presidente electo Álvaro Obregón, asesinado antes de asumir el cargo.

Pascual Ortiz Rubio (1930-1932), electo para completar el periodo.

Abelardo L. Rodríguez (1932-1934), sustituto de Ortiz Rubio quien renunció al cargo.

La influencia del ex presidente llegó a su fin cuando Lázaro Cárdenas le expulsó del país en 1936, luego de haber sido electo presidente en 1934.

Durante el Maximato, la política mexicana se caracterizó por una dualidad de poderes mucho más marcada en la parte anterior, cuando Obregón siguió participando en la escena política, aunque Calles fuera el presidente. En el periodo 1928 - 1934, la influencia de calles en el presidente en turno fue decisivo y casi puede considerase como la prolongación de su mandato anterior.

El periodo presidencial de Lázaro Cárdenas fue esencial para la consolidación del estado, resultado de la Revolución Mexicana. Durante su sexenio que abarco de 1934 a 1940, se implementaron medidas que transformaron radicalmente la vida política económica social y cultural del país. Cabe mencionar que uno de los sellos característicos del cardenismo fue el nacionalismo. Por otra parte, se intentó respetar al máximo la constitución de 1917 en todos los ámbitos.

En 1934 antes de que Lázaro Cárdenas tomara posesión de la presidencia, se creó el departamento agrario, en sustitución de la Comisión Nacional Agraria. Además de modificó el artículo 27 de la constitución mencionando que cualquier afectación de la tierra se harían respetando la pequeña propiedad agrícola en explotación.

Sin duda alguna el cardenismo fue caracterizado por la gran importación que se le dio al ejido como eje central de la transformación de fondo del país y dar pasó a la industrialización interna. 

En 1935, las empresas petroleras (extranjeras) se manifestaron en contra de la formación de sindicatos de los trabajadores, el presidente Lázaro Cárdenas tuvo reuniones con los dueños de las compañías con el objetivo de llegar a un acuerdo con los empresarios, solicitándoles el pago de 26 millones como una garantía para levantar la huelga, cuya respuesta de los empresarios fue la burla hacia el presidente de la república.

El sexenio cardenista se distinguió igualmente por sus acciones contra el fascismo, condenando el expansionismo japonés en china, la invasión alemana de Checoslovaquia y la italiana de Etiopia.