ANALISIS DE LA REALIDAD NACIONAL DEL ECUADOR
Enviado por kjpinto • 24 de Febrero de 2015 • 4.479 Palabras (18 Páginas) • 395 Visitas
ANALISIS DE LA REALIDAD NACIONAL DEL ECUADOR*
1. Situación Política:
Se dice que Ecuador está gobernado por régimen democrático únicamente porque cada cuatro años nos convocan para participar en elecciones “libres y directas”. Pero democracia real no existe ya que si analizamos desde el punto de vista de los derechos humanos y de los Derechos de los Pueblos Indígenas, no solo que no se cumplen sino que éstos se violan permanente y sistemáticamente.
La inestabilidad política ha sido la tónica del devenir democrático de nuestro país, desde que se superó la época dictatorial de los años 70, por lo que en 26 años de la llamada “Época de retorno a la democracia” solo tres presidentes han concluido sus períodos presidenciales. Desde 1997, en nueve años, hemos tenido al menos ocho jefes de estado, lo cual imposibilita la gobernabilidad y articular políticas de estado a favor del pueblo.
El Estado Ecuatoriano está integrado por los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que normalmente tienen que guardar independencia entre ellos, pero que históricamente se han producido graves episodios de interferencia. Uno de los problemas más graves que afecta directamente a la democracia ecuatoriana es la corrupción, mal que se halla extendido en todos los espacios gubernamentales. Varios ex – presidentes, ex ministros de estado y ex - funcionarios públicos se hallan en EE.UU, Panamá, Costa Rica y México disfrutando de millones de dólares robados al erario nacional y gozando de impunidad.
La crisis de gobernabilidad llegó a su climax hace un año cuando el Ex Presidente Gutiérrez, disolvió la Corte Suprema de Justicia y captó para sí el Congreso Nacional, en un hecho sin precedentes de nuestra historia con lo cual quedamos en una situación prácticamente de dictadura que nuestro pueblo no la soportó. En abril del año pasado el proceso llamado “la rebelión de los forajidos” terminó con el poder del corrupto Gutiérrez, y desde entonces asumió la Presidencia Alfredo Palacio, médico cardiólogo, quien fue su vicepresidente.
La actualidad política nos remite a la presencia de un gobierno interino que termina justo el presente año y que tiene que llamar a elecciones presidenciales. El gobierno de Palacio –a casi un año de haber asumido el poder -está en deuda con el pueblo, pues el mandato del movimiento forajido del mes abril del año pasado incluía la Refundación del país mediante la Reforma Política del Estado, el llamado a una inmediata Asamblea Nacional Constituyente y a una Consulta Popular sobre el TLC. La incapacidad del gobierno interino ha imposibilitado que esas demandas sean cumplidas; y únicamente por manejos de tiempos políticos se ve avocado a llamar a elecciones presidenciales para finales de este año pero sin haber posibilitado un solo cambio: ni en la Ley de Partidos, ni en el Tribunal Supremo Electoral, ni en la Ley de Cuotas y Propaganda Electoral, con lo cual se prevén elecciones amañadas que repetirán lo que nuestro pueblo dice: “más de lo mismo”. Cabe anotar que en Ecuador, los partidos políticos no gozan de la más mínima aceptación popular, ni credibilidad.
En esta coyuntura, el pueblo ecuatoriano se debate en la incertidumbre y desesperanza. No cree en el Régimen de Partidos, ya que los diferentes partidos políticos sean de derecha, centro o izquierda durante todo este tiempo dentro y fuera del Parlamento, se han sumado únicamente a componendas y amarres en lo que se ha dado en llamar el “reparto de la troncha”.
A pesar de que aún no se llama oficialmente a elecciones, ya suenan al menos 20 candidatos que están en plena campaña: por el Partido Social Cristiano que es de ultraderecha, se perfila Cyntia Viteri, actual vicepresidenta del Congreso que quiere capitalizar el voto femenino aprovechándose de la última experiencia chilena. Entre los populistas suenan: Humberto Guillem viejo polítiquero manabita por el PRE, partido de Abdalá Bucaram; Alvaro Noboa, uno de los multimillonarios de América Latina que intenta por tercera vez acceder a la Presidencia; el propio Lucio Gutiérrez que luego de haber permanecido seis meses en la cárcel fue sobreseído por la Corte Superior de Justicia, pero que tiene pendientes seis casos por enriquecimiento ilícito; otro por la muerte de Julio García, fotógrafo chileno, durante la represión de abril; y por haber dejado al país en estado de conmoción nacional y avocado a una guerra civil. Por la “izquierda” se postulan varios candidatos: León Roldós, Ex vicepresidente de la República, apoyado por la Izquierda Democrática y su propio movimiento político; Rafael Correa, Ex Ministro de Economía del actual régimen interino, que trata de capitalizar el descontento de las mayorías y no tiene respaldo de partido político alguno; Eduardo Delgado, ex sacerdote salesiano que lidera un movimiento denominado “Ecuador Decide”. Por otro lado también está en campaña Marco Proaño Maya, desafiliado del partido de Abdalá Bucaram que intenta captar algunos votos de sectores gremiales y jubilados a favor de quienes ha trabajado desde el Congreso; y Luís Villacís por el Movimiento Popular Democrático (de ideología marxista leninista).
El gobierno de Palacio es totalmente incompetente. En 11 meses de gestión gubernamental ha cambiado 5 veces de ministro de gobierno; 3 de la cartera de Economía, 2 de Bienestar Social; 2 de Agricultura y Ganadería. Ha enfrentado al menos 50 paros de todo tipo en demanda de recursos; no ha podido controlar la inflación que para una economía dolarizada el 6% es irresistible. En fin, no se siente que el presidente tenga un proyecto político definido y parece que solo espera que el tiempo pase para dejar el poder. En otro orden de cosas actualmente el gobierno de Palacio enfrenta una ola de paros y huelgas entre los cuales los más relevantes son el paro amazónico, que afectó la producción y exportación petrolera primer renglón de ingresos del país; el paro de las provincias del centro norte en demanda de recursos para obras provinciales; y, las movilizaciones indígenas en contra del TLC y por la caducidad de los contratos petroleros con la transnacional OCCIDENTAL. En dos semanas de movilizaciones que fueron creciendo, hay un indígena fallecido en Cañar; se cuentan por decenas los heridos, tres compañeros perdieron un ojo por la represión; hubo muchos detenidos y las ciudades del país se desabastecieron. A los 10 días de paralización, que en principio fue minimizada, el Presidente Palacio decretó “estado de emergencia” amparándose en la Ley de Seguridad Nacional, de manera que miles de militares salieron a calles, plazas y carreteras reprimiendo e impidiendo las manifestaciones indígenas.
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