ANTOLOGIA DE GUATEMALA
Enviado por luis.2012 • 10 de Julio de 2015 • 7.284 Palabras (30 Páginas) • 380 Visitas
POEMAS
Amarte a ti, de Carredano Cristofer
Es símil a un alborecer,
es ver la lluvia caer,
es ver tu pelo extender;
amarte a ti es sin igual,
es sentir la seda palpar.
Amarte a ti,
es estudiar poesía,
eso para mí,
¡es una maestría... !
es sentirte
cada día,
es estar desnudos
de rencor y falsedad.
Amarte a ti,
es algo que no puedo evitar;
tú me llenas
de paz y felicidad.
Amarte a ti,
es crear una obra de arte,
que no puedes lograr
sin enamorarte.
Muchos anhelan amarte,
sin enamorarse,
sólo pretenden aprovecharse.
Confía en mí
estoy dispuesto
¡a valorarte y amarte…!
Soledad, de Fernando Sosa
Y esa soledad,
que me atrapa,
que me hace asesino de mi seguridad,
que me envuelve en un estado de desenfreno,
de esperarte, de buscarte,
aunque a ti no te agrade,
pero te seguiré, ¿sabes por qué lo haría...?
porque la vida me enseñó,
que el cielo,
está en tu mirada, que mi mirada,
se cruza con la tuya
y que mi miedo desaparece con tu voz...
Cuando llegó el amor, de Fernando Sosa
Un día llegó el amor
cuando yo no lo esperaba
así calmaste mi dolor
cuando cruzaste por mi mirada.
La sensación fue especial
supe que eras la indicada
tu mirada se clavó en mí
mientras yo solamente suspiraba.
Todo un mundo cambió
mi vida fue diferente
cuando ella llegó
no me importó la demás gente.
Mujer hermosa, de Carredano Cristofer
Oooh! Mujer hermosa...
Eres como un manantial de agua
que da vida;
sin ti no existiría.
Tu belleza no tiene comparación,
sin duda alguna
para poetas y trovadores
eres completa inspiración.
Mis palabras se quedan inertes
ante el asedio de tu presencia,
de tu mirada, de tu sonrisa,
de tu encanto y belleza sin igual.
Gracias por dejar posar en tu morada
y ser el guardián de tus sueños...
Eres luz en mis penumbras
e inspiración en mi mente y corazón.
Quiero mujer hermosa
seguir el camino donde vas tú
acechar tu interior
permanecer dentro
Y poder hacerte feliz.
Mujer hermosa,
sé que eres acechada
por muchos lobos hambrientos,
que quieren saciarse de ti,
pero sé que eres inteligente
y te refugiarás en mí;
en mi morada;
que ahí estaré,
para proteger
la integridad y pureza
que hay en ti...
Madre tu plenitud, de Estuardo Sosa Urizar
Tus latidos la música que escuchaba
me esperabas tanto como yo a ti,
en tu vientre la vida se anunciaba
entre llantos fuiste lo primero que vi.
A la vida indefenso en desnudez
tu quien abrigaste al neonato,
le otorgaste la maternal calidez
el amor hasta el final, fue un trato.
En el albor vicisitudes nos separaron
ajeno, ignoraba que no estabas,
tiempo y distancia te castigaron
ungüento a ráfagas cuando regresabas.
Aun ausente fue vigente tu historia
que forjaste con el amor entrañable,
indeleble marca escrita en la memoria
en tu espera ansiedad interminable.
Encontraste el camino en la vereda
que con cada paso abriste brecha,
le diste la apariencia de la seda
a la escarpada, sinuosa ruta estrecha.
Tu lucha y constancia el sacrificio
que la vida reconoce, es su virtud,
benévola con ingenio creó el artificio
que a una madre devolvió su plenitud.
OSE MARTI
CULTIVO UNA ROSA
Cultivo una rosa blanca
en junio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
YO SOY UN HOMBRE SINCERO
Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma,
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma.
Yo vengo de todas partes,
Y hacia todas partes voy:
Arte soy entre las artes,
En los montes, monte soy.
Yo sé los nombres extraños
De las yerbas y las flores,
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.
Yo he visto en la noche oscura
Llover sobre mi cabeza
Los rayos de lumbre pura
De la divina belleza.
Sueño lúcido, de Cueleman Villacinda
Esta noche entre tus sabanas
Tus ojos fugaces y mágicos jugarán
Con el cantar de las sirenas que se escucharán
Bajo el manantial de las estrellas.
Llega la noche tus ojos deben descansar
En un segundo todo al dormir cambiará
Escuchándose en silencio tu susurrar
Adormeciéndote en tu mágica fortuna.
Es hora de abrir el portal estelar
Tu deseo se convertirá en realidad
La luna derrama gotas verdes de ansiedad
Y besos apasionados del viento recibirás.
Volando solitaria en tu habitación
Un frío polar ruge a tu alrededor
Sólo en tus sueños miras la libertad
Cuando la almohada a tu cuerpo empieza acariciar.
Despiertas en un mundo astral
Donde el amor que has buscado encontraras
Tu alma abre sus alas y comienza a desplegar
Hacia una dimensión al abrir el portal.
Tu amor fugaz bajo el manto de Orión
Se convierte en la cuna de tu pasión
Sonríes sin pensar en regresar a tu mundo real
Donde tu sueño lucido es lo natural...
El grito de un niño, de Edwin Yanes
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