Anarquia De Colombia
Enviado por kellizh • 8 de Noviembre de 2012 • 3.634 Palabras (15 Páginas) • 3.510 Visitas
LA ANARQUÍA
El republicanismo de Bolívar estaba asociado con el ideal de orden- Para él, mantener el orden y evitar la anarquía era la mayor función a cumplir por el gobierno. En muchos documentos, Bolívar abogó fuertemente en contra de la anarquía, a la cual consideraba el peor mal social y político, pues esto, en su opinión, generaba el despotismo liquidador de la libertad. La idea bolivariana de una república muy estable, basada en una peculiar forma de libertad, fue la antítesis del gobierno jacobino y anárquico
CONSPIRACIÓN DE PÁEZ Y SANTANDER.
La Conspiración Septembrina fue un atentado contra el Libertador y Presidente de la Gran Colombia Simón Bolívar ocurrido en Bogotá el 25 de septiembre de 1828, por opositores del gobierno. La oposición a Bolívar había crecido entre los liberales neogranadinos especialmente tras haber declarado éste la dictadura el 27 de agosto de 1828, quienes se habían reunido en sociedades secretas que llamaron «Sociedades de Salud Pública» como las de la Revolución francesa. En su mayoría estudiantes e intelectuales, se reunían a discutir temas políticos, en una de esas reuniones Luis Vargas Tejada pronunció su famosa estrofa:
Si de Bolívar la letra con que empieza
y aquélla con la que acaba le quitamos,
«Oliva» de la paz símbolo hallamos.
Esto quiere decir que la cabeza
Al tirano y los pies cortar debemos
Si es que una paz durable apetecemos.
De una de esas reuniones a principios de septiembre de ese año salió la idea de matar a Bolívar. Para ello buscaron conseguir adeptos en las Fuerzas Armadas, reclutando veteranos, reservistas y sargentos pero también expulsados o a punto de serlo por su mala conducta. La medianoche del 25 de septiembre unos doce civiles y veinticinco soldados comandados por Pedro Carujo forzaron la puerta del Palacio Presidencial y asesinaron a los guardias, tras lo cual buscaron el cuarto de Bolívar. Manuela Sáenz quien se encontraba esa noche con Bolívar lo despertó. Al enterarse de lo que sucedía, Bolívar cogió su pistola y su sable y trató de abrir la puerta pero Manuela lo convenció de que escapara por la ventana. Bolívar mandó a averiguar la situación en los cuarteles mientras él estuvo toda la noche bajo un puente lo que empeoró su tuberculosis. Durante los días que siguieron fueron arrestados los supuestos culpables y se les siguió "juicio" a muchos de ellos así como a militares de alto rango sobre los que se tuviera sospecha alguna de participación en el atentado, sea planificando, colaborando con sus ejecutores o simplemente callando.
Fue acusado Santander, y el almirante Padilla a quien doce artilleros y un oficial intentaron liberarlo de prisión en el cuartel de milicias de caballería para que tomara partido, pero que "se rehusó, manifestándoles se hallaba preso y no debía mezclarse en tal negocio; que consiguieron hacerlo bajar hasta la puerta del cuartel, de donde a favor del bullicio militar pudo escapárseles y volvió a subir a su alojamiento, en donde encontró al sargento y un soldado de la guardia que le custodiaban y se habían refugiado en aquella pieza en unión de su asistente; que luego que se retiró la tropa que había entrado a aquel cuartel, reunió las armas de la guardia e hizo a su asistente cerrase la puerta del cuartel con llave, receloso intentasen volver a entrar a obligarle a tomar las armas, como lo habían intentado al principio, o matarle si a ello no accedía; que así permaneció hasta que advirtió había cesado la bulla, en cuyo acto mandó a su asistente a que diese aviso al general Urdaneta u otro jefe...", fue condenado por el consejo, fusilado y rematado.
Vicente Azuero y otros opositores no participaron, pero existieron participantes directos de la conspiración como Luis Vargas Tejada, Florentino González y hasta Pedro Carujo, el enconado enemigo de Bolívar, que fueron juzgados por el Consejo de Ministros y hallados culpables pero aunque algunos fueron indultados como Carujo, fue inaugurada una nueva época de terror. Luego de un juicio que violó el debido proceso, Santander fue hallado culpable y fue degradado, expulsado deshonrosamente y condenado a morir fusilado por la espalda, pero su pena fue cambiada luego a exilio. Los acontecimientos de la Conspiración Septembrina y los posteriores juicios por el Consejo de Ministros (en gran parte constituidos por militares venezolanos) contribuyeron a avivar el odio entre sectarios venezolanos y neogranadinos, que abrió el camino para la disolución de la Gran Colombia.
LA COSIATA.
Fue un movimiento separatista ocurrido en 1826, cuyo centro estuvo en la municipalidad de la ciudad de Valencia. Se decía que por esa época había venido al país un comediante que usaba en sus presentaciones teatrales esa palabra, La Cosiata, de manera que estando de moda esa palabra así fue bautizado ese posible acontecer político que según la gente se presentaría muy pronto, aunque nadie sabía decir que era y cuál era su finalidad, sin embargo, eso sucedió cuando el presidente encargado de la Gran Colombia, el colombiano Francisco de Paula Santander exigió que Venezuela enviara a Bogotá un contingente de 50.000 hombres por temerse una invasión del imperio Español.
Esa orden se impartió en el mes de Mayo de 1.824 pero el general José Antonio Páez, presidente del Departamento de Venezuela, la había archivado y solo fue el 6 de Enero de 1.825 que Páez llama a alistarse y ordena una recluta. La forma desconsiderada de hacer aquella actividad provoca que la municipalidad de Caracas denuncie a Páez ante el Congreso gran colombiano, entonces Santander ordena su destitución, por abuso de autoridad, y que se traslade de inmediato a Bogotá.
En este movimiento se colocan alrededor de la figura de José Antonio Páez dos grupos. Por una parte el de los antisanderistas valencianos, comandados por el doctor Miguel Peña y, por otra, el de los antibogotanos, reformistas dirigidos por la oligarquía caraqueña, este último grupo se le une como aliado en la búsqueda de sus fines políticos. Tanto el paecismo en Venezuela, como el santanderismo en la Nueva Granada y el grupo de catedráticos de legislación y economía política que mueven la masa estudiantil, se encargan de fomentar el descontento contra el Libertador. Lo presentan como una figura proclive a la tiranía y critican todos los actos de su gobierno. Para ellos Bolívar era un usurpador de los derechos del pueblo, que quería imponer el despotismo militar por encima del orden y la potestad de las leyes. Predicaban el odio contra él, mientras procuran enaltecer la personalidad de Santander como digna de respeto y admiración.
El general Páez no hace caso
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