Balance de la educacion en 20 años de la concertacion

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Balance de la Educación en veinte años de la concertación.

Nombre: Verónica Cornejo

Docente: Enrique Cañas K

Una de las mayores expectativas para el comienzo de los gobiernos de la concertación tenía que ver con la Educación, si bien antes del golpe militar se podía ver una educación pública elitista que tenía su fuerte en los liceos fiscales y la Universidad de Chile.

 El cambio de la educación pública a la municipal (en tiempo de dictadura) comenzó por quebrantar lo que en algún momento se tuvo de calidad. Ya que, los municipios no son grandes sostenedores, tienen una inestabilidad de cierto modo, que no pueden solventar todos los gastos que se necesitan para entregar una buena infraestructura y una educación sólida y de calidad para todos. Y es precisamente este punto, el de la desmunicipalización  de la educación la deuda pendiente durante los veinte años de gobierno de la concertación. Lo que refleja que el tema es más tratado como una mercantilización y un negocio para privados que visto desde una necesidad importante para el desarrollo de un país como un derecho. Es cosa de mencionar que la educación municipalizada es mirada con un cierto recelo, ya con la etiqueta de entregar una calidad de enseñanza mucho menor de la que podemos encontrar en colegios privados. Existe una lucha constante por parte de los padres para pagar colegios ya sean subvencionados o privados, basta mencionar que hacia principio de los años ochenta las matriculas en colegio fiscales rondaban el 80% del total y ahora en 2009 solo un 37% accede a esta educación.

Queda en duda por qué los gobiernos de concertación hicieron casi nada por mejorar la educación y optaron más bien por lucrar con ella, teniendo en consideración que la privada es de mejor calidad pero que tampoco está en los más altos rangos a nivel sudamericano o mundial. Existiendo capital para hacer inversión en este tema no se hace y difícilmente se hará en un futuro próximo una Educación gratuita y de calidad… Cuando ya se ha mercantilizado el tema, y los interés económicos son mayores a los que da su conciencia social, no hay mucho que hacer.

Por ende, las familias con menores recursos están casi condenadas a optar por una educación municipal y por ende (en su mayoría) de una baja calidad en comparación a otros establecimientos, siendo esta su base al momento de dar una prueba de selección universitaria que les permita ingresar a una educación superior y he aquí otra de las múltiples aristas y decadencia del sistema educacional en nuestro país. Si bien, los últimos años han aumentado los profesionales, la cantidad de establecimientos superiores, también han incrementado los vacíos estructurales, del saber, cada vez se desmaterializa y desvalora el “Título profesional” porque son las mismas entidades superiores (en su gran mayoría privadas) las que se han encargado de insertar al mundo laboral jóvenes realmente  incapacitados a la hora de actuar conforme a sus estudios, quienes no pueden competir de par a par con quienes tuvieron acceso a una universidad estatal (que por lo demás en cuanto a aranceles es poca la diferencia con las universidades privadas, paradojalmente) porque se ha desprofesionalizado  el valor de una carrera superior y se les ha impregnado a la sociedad que sin estudios universitarios es poco lo que lograrán, lo que lleva a familias a endeudarse prácticamente por décadas para financiar una carrera que a largo plazo no saben si podrá ser provechosa en cuanto a satisfacción personal (recordemos que las personas están en una constante búsqueda de valorización por lo que hacen, además del reconocimiento de los otros) como a ingreso monetario, provocando frustración en estudiantes que terminado su ciclo de estudios no logran encajar en un sistema que quizás no los necesita o simplemente exige más de lo que ellos consiguieron, llevándolos a trabajar en actividades que poco o nada tienen que ver con el título y más aún con los conocimientos obtenidos.

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