Carta de Jamaica, análisis

CARTA DE JAMAICA

La “liberación” es un tema a menudo discutido, pero raramente se le toma la importancia que merece. No solo en nuestra historia actual, ese fenómeno lleva ocurriendo desde historia pasada: los Gobiernos corruptos, los efectos de la colonización y la hegemonización son unos de los tantos factores que afectaban a las regiones de América en aquel entonces.  

Un hombre nacido en una de estas regiones, dedicó su vida a pensar en estas regiones y a que les deparaba el destino, por lo que en una Carta dirigida a un hombre británico, después de la caída de la Segunda República, plasmó sus ideales y su visión para el futuro del continente Americano. Este hombre fue Simón Bolívar, el Libertador.

Primero que todo, este documento fue dictado el 6 de septiembre de 1815 en Kingston, colonia británica de Jamaica. Fue una respuesta a un comerciante británico, Henry Cullen, pero Bolívar pretendía alcanzar más atención que solo la de este comerciante: la Carta era dirigida a Gran Bretaña y otras potencias europeas para dirigir la atención a la causa independentista.

Pero, ¿Qué es lo que quiere lograr Bolívar? Llegaremos a una conclusión de su ideal principal en este ensayo.

En esta carta, el Libertador Simón Bolívar expresa su deseo por la libertad de América, la cual ha estado bajo la dominación de los españoles desde su descubrimiento. Dice que, aunque la adherencia que América tenía a su colonizador  parecía que nunca acabaría, los mismos actos de los últimos mencionados fueron los que rompieron ese “aprecio” forzoso,  pero que por allá, por los años 1815 sucedía todo lo contrario, toda la discordia y la guerra podía ser visualizada sin adornos de por medio, nadie era ciego a esto. Pero los tiranos aun así pretendían intentar esclavizarlos otra vez.

Como resultado, la América combatió con todo: ¿Cómo pueden si quiera intentar frenar a un continente que ya sufrió pesares por su llegada? Eran raras las veces que perdían, ya que el sentimiento de esperanza y libertad era mayor al miedo y a la sumisión.

Se nos plantea el agravio ante Europa y la hipocresía de esta misma; si bien se autodenominaba el continente más “civilizado” y  más “avanzado”, ha cometido las peores barbaridades solo por unos caprichos tontos y su incapacidad de entender a civilizaciones distintas a la suya. Arrogantes. Tanto que Europa dice que ama la libertad, pero no bate el ojo ante las atrocidades cometidas por sus gobiernos. Eso no quiere decir que todos sean así, no importa que tan lleno de propaganda este una nación, siempre existirá gente que esté en contra de tales acciones.

El estado de América, según Bolívar, era como el Imperio Romano: una desmembración creó un sistema político, basado en distintos factores. Pero hay una diferencia en lo que respecta a nosotros como latinos, debido a la colonización, la hegemonía, el esclavismo, la transculturación  y la apropiación cultural. Americanos de nacimiento pero nuestros derechos correspondientes negados por naciones que no pertenecen a nuestro continente ¿Irónico, no?

Bolívar establece unas consideraciones a tener, que me parecen de suma importancia tener presentes: “Los estados son esclavos por la naturaleza de su constitución o por el abuso de ella. Luego un pueblo es esclavo cuando el gobierno, por su esencia o por sus vicios, huella y usurpa los derechos del ciudadano o súbdito. Aplicando estos principios, hallaremos que la América no sólo estaba privada de sus libertad, sino también de la tiranía activa y dominante.” Estas palabras deben ser recordadas y repetidas en todas las generaciones, para que los pueblos siempre tengan presente cuando es momento de quitarse la venda de los ojos y deshacerse de sus cadenas.

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