Conectografía: mapear el futuro de la civilización mundial

Conectografía: mapear el futuro de la civilización mundial. Capítulo 15. La gran dilución. Parag Khanna.

Desde la salida del hombre de África, la genética y la migración conformaron la primera oleada de globalización de la cual se empezaron a construir las primeras civilizaciones del mundo y los inicios de diferenciación cultural con los otros formando nuevos fenotipos en el globo terráqueo. Después de millones de años, en los tiempos modernos, la xenofobia y la discriminación racial, son armas de odios propuestos por gobernantes que en cierta forma busca de prevalecer y respetar la cultura y la pureza de “la raza” de la cual incentivan por medio del nacionalismo en una civilización completamente mestiza provenientes de África, Asía y entre lugares del mundo.

La llegada de la globalización moderna, el mundo está en constante cambio que trata de ser incluyente y menos excluyente a pesar que la humanidad está en constante división por el nacionalismo impulsado por el Estado y el ser ciudadano del mundo que busca romper las reglas del conservatismo para tener un mundo más equitativo.

La idea principal del texto se enfoca en la migración humana como herramienta de la globalización y entrelazada con la genética como código natural de la humanidad. Con base a esta idea, el autor hace énfasis en expresar que la migración y la genética están de la mano y por la cual empezaron a definir los espacios culturales y la consolidación de las civilizaciones como los conocemos ahora.

Así mismo, el autor menciona varias problemáticas que hace dividir la humanidad, la xenofobia y la discriminación racial, como temática de divisiones políticas y culturales ante el miedo de la globalización y la mezcla de las “razas” en el mundo. De esta manera, las migraciones son construcciones sociales y consolidación de unas nuevas identidades que hacen énfasis en combatir los odios nacionalistas y abrir la ventana hacia la inclusión en el mundo.  

Resumen

La salida del hombre del continente africano hace 60.000 años consolida la primera oleada de la globalización humana. La migración y la genética es un fenómeno global entrelazado que va modificando las leyes naturales de la vida y de la genética, por la cual se formaron las primeras diferenciaciones culturales por la raza, el lenguaje, las tradiciones, entre otras. Los sentimientos nacionalistas impulsadas por el estado-nación y los grupos extremistas transforman tonos de xenofobia y discriminación racial en la acción de proteger la identidad cultural de una nación, por la cual intentan contener la inmigración del expatriado que busca tener y competir oportunidades como el habitante nacional; “más de trecientos millones de personas están clasificadas como expatriadas que viven fuera de su país de origen, más que nunca en la historia” (Khanna, 2017, pág. 369).

Las grandes migraciones han aportado a construir la historia de una nación, como es el caso de los Estados Unidos que ha sido dominante la inmigración que ha ayudado a forjar un espíritu nacional; por otra parte, la migración también ha redefinido los mapas geográficos del mundo, equilibrar la tasa poblacional de una nación, cubrir puestos de trabajos que el mismo habitante nacional no está dispuesto hacer (mano de obra) y entre otras. Dichas contribuciones han consolidado una historia macro que a día de hoy las naciones cada vez se convierten en bastiones de mestizaje y nuevas concepciones multiculturales.    

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