El Corazón Revelador

El Corazón Revelador

Es cierto que yo había sido - y estoy - muy nerviosa, pero ¿de verdad crees que estoy loco? Pude ver y oír más claramente - y no menos, a causa de la enfermedad. Mi audiencia, más que nada, era excelente. Podía escuchar todas las cosas, cosas en este mundo y las cosas en el cielo. He oído muchas cosas en el infierno, también. Entonces, ¿cómo puedo estar loco? Mira cómo claramente y con calma lo que puedo contar mi historia. No puedo explicar cómo la idea primero vino a la cabeza. Pero una vez que tuve pensó en la idea, no podía olvidarlo. No tenía ninguna razón para hacerlo. No estaba enojado. Me encantó el viejo. Nunca me había hecho daño de alguna manera. No quería que su oro. Creo que fue su ojo! ¡Sí! Tenía un ojo azul pálido, el ojo de un buitre. Cada vez que lo miraba, se convirtió en mi sangre  frío; y así, muy lentamente, me decidí a matar al viejo y el escape desde el ojo para siempre. Usted está pensando, lo sé, que estoy loco. Pero los locos no son inteligentes. Y veo cómo hábilmente preparé mi plan! Cada día de esa semana yo estaba tan amable con el viejo! Y cada noche de ese semana, a eso de la media noche, abrí la puerta de su muy,  en voz muy baja. Primero me puse mi linterna sorda a través de la apertura de la puerta. La linterna estaba cerrada, por lo que no hay luz salió de ella, ninguna en absoluto. Luego, lentamente, muy lentamente, puse mi cabeza en el interior de la abertura. Tomé sesenta larga minutos para poner mi cabeza en el interior. ¿Sería un loco haber trabajado con tanto cuidado? Y cuando mi cabeza estaba dentro de la habitación, abrí la linterna con cuidado y un fino rayo de luz cayó sobre la ojo de buitre. Pero el ojo estaba siempre cerrado, así que no podía hacer el trabajo. Usted veo, no me gusta el hombre; era sólo el ojo te odiaba.  En la octava noche empecé a abrir la puerta aún más cuidado. Me sentía tranquilo y fuerte. Allí estaba yo, abrir la puerta, y él ni siquiera sabía que yo estaba allí! Yo casi se rió de la idea. Y tal vez, en ese momento, él me oyó, porque de repente se movió en su cama. Pero no me alejo. Yo sabía que no podía ver la apertura de la puerta, así que continué empujando abierta, lenta y silenciosamente. Cuando mi cabeza estaba en la sala, traté de abrir la linterna, pero mi pulgar resbalé y me hizo un ruido. Inmediatamente, el hombre se sentó en la cama y gritó: "¿Quién está ahí?" Yo no dije nada. Durante una hora me quedé allí, sin moverse, y él se sentó en su cama, escuchando. Luego se hizo un suave ruido, un ruido que reconocí. Era el ruido del terror, la el terror de la muerte. Yo sabía que el sonido porque tenido hecho a mí mismo, muchas veces, en lo profundo de la noche, cuando todo el mundo estaba dormido. Sentí pena por el viejo hombre, pero yo rió en silencio. Yo sabía que él había estado despierto desde el primer ruido, y su miedo había crecido y crecido. Muerte tenido entró en su habitación, y ahora la sombra de la muerte estaba a su alrededor. Él no podía ni verme ni oírme, pero podía sentir mi cabeza dentro de su habitación. Abrí la linterna un poco y un fino rayo de luz cayó sobre su ojo. Estaba abierta, y como me miraba, yo se enojó. Pude ver claramente, un ojo azul horrible, pálido que convirtió mi sangre fría. No pude ver nada de la cara o el cuerpo del hombre, sólo su ojo. Y entonces oí un sonido. De no haber te dije que mi audiencia era excelente? Yo sabía que el sonido. Era el latido del corazón del anciano. Se hizo más fuerte y más rápido. Sí, cada vez más fuerte con cada minuto. El terror del viejo debe haber sido muy grande. Y ahora un nuevo terror vino a mí - un vecino podría oír el ruido de este corazón que late! Tiempo del anciano había llegado!  Abrí la linterna plenamente y corrí a la habitación. Gritó una vez - pero sólo una vez porque le tiró al suelo y tiró de la cama pesado sobre él. Para muchos minutos el corazón continuó a batir, pero luego se detuvo. El anciano estaba muerto. Puse mi mano en su corazón y la mantuve allí por muchos minutos. No había vida en él en absoluto. Ahora su ojo no me molestaría de nuevo. Tal vez usted todavía está pensando que estoy loco. Usted no, cuando te digo de la forma inteligente me escondió el cuerpo. En primer lugar, me corté en pedazos. Yo corté la cabeza y los brazos y las piernas. Entonces me tomé tres tablas del piso de madera, y escondió el cuerpo debajo. Por último, colocar los tablones de madera con gran cuidado. Ahora ningún ojo humano - ni siquiera su - vería nada malo. No había nada que ver ni siquiera nada de sangre. Un tazón había cogido todo - ha! ja! Cuando terminé, eran las cuatro de la mañana y todavía estaba oscuro. Había Un golpe en la puerta principal. Con calma, porque YO Sabía que no tenía nada que temer, abrí la puerta. Tres policías llegaron en. Habían venido porque un vecino tenido reportó un fuerte grito proveniente de la casa. Di la bienvenida a los policías y les pedí que entrara. Le expliqué que era yo quien había gritado, en un sueño. El anciano, le dije, estaba fuera del país. Los tomé alrededor de la casa y les pidió que buscarla también. Entonces Yo tomó ellos a la habitación del anciano y les mostraron todas sus cosas. Traje sillas en la sala y los invitó a sentarse y descansar un rato. Con calma, puse mi propia silla en el lugar donde Yo había escondido su cuerpo. Los policías parecían felices. Podían ver por la forma en que hablé de que todo estuvo bien. Siguieron hablando, pero yo comenzó a cansarse. Me dolía la cabeza, y había un ruido de zumbido en mis oídos. Quería que los hombres se vayan, pero ellos seguido hablar. El zumbido se hizo más fuerte y más claro. Y entonces yo se dio cuenta de que el ruido no era en mis oídos. Me puse muy pálido, y de partida hablando en voz más alta. Pero el ruido se hizo más fuerte también. Qué puedo hacer? Ella era un sonido bajo y suave, como el sonido hecho por un reloj cuando está cubierto de algodón. Hablé en voz más alta. El ruido se hizo más fuerte también. ¿Por qué, oh por qué, no los hombres desaparecen? Me acerqué y abajo de la habitación. Me enojé, argumenté, tiré la silla al suelo. Pero el ruido continuó creciendo más fuerte, más fuerte que cada ruido que hice. Y los hombres siguieron hablando y sonriendo. ¿Era posible que no habían oído hablar del terrible ruido? ¡No! no! Ellos oyeron! Ellos sabían! Eran solamente fingiendo que no habían oído el ruido! Estaba segura de esto - yo todavía soy - y yo odiaba con caras sonrientes. Sentí que Tengo que gritar o morir! Y ahora, de nuevo, el ruido era más fuerte, más fuerte, más fuerte!  'Deténgase!' Grité. 'Deja de fingir que no se puede oír él! Sí lo hice! Tire hacia arriba de las tablas del suelo aquí! aquí Aquí! - es el latido de su horrible corazón! ' Miré hacia abajo en el espejo de la oscuridad, agua sin gas. Juntos hemos llevado el cuerpo en su ataúd hasta las bóvedas. Fue una noche salvaje pero extrañamente hermoso. Hemos puesto su vida en su ataúd. Nuestra casa estaba siempre llena de animales. Colgué el pobre animal de un árbol y lo dejé allí para morir. Era la forma de la horca. La ira estalló en mi mente. Fuera del castillo sentar la Muerte Roja. Cada hombre y mujer estaba vestida como un sueño terrible. Estaba de pie, inmóvil, a la sombra del reloj negro. Argumentó conmigo, tanto en clase como en el patio de recreo. Bebimos y jugamos a las cartas durante toda la noche. Mis amigos, cayeron sobre mí con rabia, y buscaron mi ropa. Dondequiera que iba, año tras año, apareció como un fantasma y vine entre yo y mis planes. Su rostro estaba cubierto con una máscara de negro. Pero el ojo estaba siempre cerrado, así que no podía hacer el trabajo. Saqué el anciano al suelo. Y ahora el ruido era más fuerte, más fuerte, más fuerte!

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