LA REVOLUCIÓN CUBANA: Los detonantes y la llegada de Castro al poder
Enviado por Steven Torres Hernández • 2 de Abril de 2016 • Ensayo • 3.787 Palabras (16 Páginas) • 463 Visitas
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LA REVOLUCIÓN CUBANA:
Los detonantes y la llegada de Castro al poder
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INDICE.
- Introducción………. 2
- El suicidio de Eduardo Chibás, el golpe de estado de Batista y su relación con la revolución………. 3-6
- El Movimiento 26 de Julio: asalto al cuartel de Moncada y sus consecuencias en la lucha castrista por la independencia de Cuba………. 7-9
- Fidel sube al poder………. 10-12
- Bibliografía………. 13
Introducción.
Un largo sendero de gobiernos siervos del imperialismo: explotación, esclavitud, la expropiación de las tierras por los extranjeros (primero por sus colonizadores y después por los norteamericanos), el control del comercio exterior por completo y los impuestos exorbitantes eran tan sólo unos pocos de los muchos factores que despiadadamente exprimían y marginaban al cubano en su propio país. Cuba se convertía a paso veloz en la mujerzuela de la potencia, en un espectáculo de títeres en el que destacaron muchas marionetas.
Eduardo Chibás, fiel defensor de su pueblo y fundador del Partido Ortodoxo cubano tuvo siempre en mente la situación de su país, estuvo consciente de las necesidades y de cómo la corrupción impedía que sus conciudadanos vivieran dignamente, a través de su programa de radio semanal “al aire” señalaba abierta y ferozmente las injusticias y las debilidades del sistema, hasta que éste se le echó encima, dándose cuenta finalmente de que su objetivo de terminar con los corruptos y establecer un gobierno justo para los cubanos era prácticamente imposible, hasta que un día, durante su programa, Chibás se mete un tiro en la ingle muriendo por complicaciones once días después en agosto de 1951, hiriendo la moral de sus seguidores y debilitando al partido que había fundado al arrebatarle de él, la figura más carismática del Partido Ortodoxo, con todo esto, para las elecciones de 1952 (que nunca se llevarían a cabo) el candidato del partido que Chibás había fundado llevaba las de ganar y fue así como Fulgencio Batista, apoyándose de su posición en el ejército y con la excusa de traer elecciones justas en un futuro para el país que él había ayudado a construir en los 40’s cuando fungió como presidente, da un golpe de estado que tan sólo dura 77 minutos y no derrama sangre, pero si da una puñalada en la espalda a su pueblo que quedó conmocionado con las acciones del militar, quien al tomar el poder prohibió el partido comunista, suspendió la constitución de 1940, suspendió las relaciones con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y desató una ola de violencia sobre el pueblo cubano y todo aquél que se opusiera a su régimen, todo bajo la mano de Estados Unidos. Así pues, fueron estos dos sucesos los que darían origen a la generación de revolucionarios de los años cincuenta, y que entre movimientos, huelgas y el descontento común se vio en Fidel Castro la figura ideal para dar origen al magno movimiento revolucionario cubano que devolvería Cuba a los cubanos.
El golpe de Estado de Batista, el suicidio de Eduardo Chibás y sus consecuencias.
Eduardo Chibás era un revolucionario de la generación del 33 y ex-portavoz del gobierno Grau, dio vida al Partido Autentico Ortodoxo que rápidamente concitó un amplio apoyo. Los “ortodoxos” reclamaban las raíces genuinas de la cultura auténtica que había prosperado en el clima de oposición a los gobiernos corruptos y nepotistas de la Primera República. Este partido se declara antimperialista y escoge como lema “vergüenza contra dinero”, usando como símbolo una escoba que barrería la corrupción. Grandes masas se agrupan con él. Pero la fuerza del establishment se impone en Chibás, quien comprende que su propósito es prácticamente imposible y entra en una etapa de depresión que lo llevó finalmente a dispararse en la ingle durante su programa semanal “al aire” el 5 de agosto de 1951, muriendo polémicamente once días después por complicaciones en el Centro Médico Quirúrgico de la Habana. Habiendo privado al partido de su figura más carismática, lo debilita en su capacidad de movilización, pero a pesar de todo ello, para las elecciones de 1952 (que nunca se celebrarían) su candidato parecía tener posibilidades de ganar. Este suceso, junto con el golpe de Estado de Batista en 1952, hizo posible que sugiera en gran parte la generación revolucionaria de los años 50.
El golpe de estado.
Cuando un grupo de oficiales del ejército se presenta en la residencia de Fulgencio Batista y le piden apoyo para un golpe, que según tenía el objetivo de rescatar a Cuba de la decadencia, el militar cubano acepta una misión para la patria que años atrás se había creado con su contribución, además su intervención era apoyada por los empresarios cubanos y otros sectores importantes que veían en su regreso y la concentración del poder en su persona como la solución de sus problemas, mientras que para Estados Unidos era el elemento ideal para frenar el auge del populismo, por lo tanto, el golpe también recibiría el apoyo del gobierno norteamericano que veía a Cuba con ojos de riqueza y explotación. El “cuartelazo” tenía piso firme.
Batista comenzó por suspender la constitución de 1940, romper las relaciones con la URSS e ilegalizar al Partido Comunista. Eisenhower se pronuncia en favor del general, adiestra al ejército cubano y los embajadores norteamericanos en la isla, desde 1953 hasta 1958, se convierten en fieles defensores del nuevo dictador.
El pueblo repudió en forma unánime el coup d’Etat; este rechazo lo manifiestan las grandes multitudes del Partido Ortodoxo, los estudiantes, los militares antimperialistas y socialistas. Fue un momento de agudeza sin par en la crisis institucional cubana. (Naranjo Orovio, 2009)
Sin embargo, la situación en Cuba era muy distinta a la de 1940, cuando había sido elegido presidente de la República de Cuba, había encaminado al país por la vía autoritaria, ya no podía actuar de la misma manera en los terrenos económico y político, podría decirse que estaba atado de manos en muchas cuestiones. Aun así, Cuba estaba en un callejón sin salida, teniendo que soportar una dictadura fascista que poseía un ejército poderoso apoyado por el potente vecino del norte y líder imperialista, Estados Unidos.
El nuevo régimen trajo consigo grandes crisis socioeconómicas, entre ellas la caída del precio en el azúcar, que era incapaz de solucionar, acelerando aún más el proceso revolucionario. Así pues, Batista lanza un plan de desarrollo económico y social, y busca también, a costa del gasto público, fortalecer el sector privado empresarial para crear empleo. Con todo esto Batista no logró nada, Cuba seguía estancado provocando la ira popular.
El dictador militar dio rápidamente señales de no querer abandonar el poder, utilizando cada vez más la fuerza para mantenerse en él.
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