La Argumentación, el Orador y Su Auditorio.
Enviado por Karol Higuera • 14 de Noviembre de 2017 • Resumen • 337 Palabras (2 Páginas) • 555 Visitas
Imperio retorico.
Capítulo 2.
La Argumentación, el Orador y Su Auditorio.
El fin de la argumentación es lograr la adhesión del auditorio a una tesis planteada. Lo que distingue a la argumentación de una demostración formalmente correcta, en primer lugar, es una demostración los signos deben estar desprovistos, en la argumentación sucede lo contrario se desarrolla una lengua natural, en la que la ambigüedad no esta excluida, por segundo lugar porque la demostración correcta es una demostración conforme a las reglas, en esta la ambigüedad si está excluida.
El orador y su auditorio es preciso que un discurso sea escuchado, que un libro sea leído; porque sin esto su acción sería inútil.
Toda sociedad reconoce la importancia de tales contactos, trata de organizarlos y puede aun hacerlos obligatorios. Como la argumentación se propone influir sobre un auditorio, modificar sus convicciones o sus disposiciones mediante un discurso que se dirige y busca ganar la adhesión de los espíritus, en lugar de imponer voluntad por la coacción o por el adiestramiento, es una cualidad no despreciable la de ser una persona a cuyas opiniones damos algún valor.
La argumentación presupone el contacto de los espíritus que pueden favorecer o impedir instituciones sociales y políticas. Algunas discusiones no merecen la duda o la cuestión; otras no pueden ser discutidas, pues el hecho mínimo de ponerlas en cuestión es o blasfemo o escandaloso. La argumentación busca muy a menudo incitar a la acción o por lo menos crear una disposición a la acción. Es esencial que la disposición así creada sea suficientemente fuerte para sobrepasar los obstáculos.
El auditorio no estará persuadido verdaderamente- dirá San Agustín – “sino cuando es movido por nuestras promesas y atemorizado por nuestras amenazas”.
Un consejo de orden general que una teoría de la argumentación puede dar es que exige que el orador se adapte a su auditorio. ¿Cuál es este conjunto?. Es muy variable y puede ir desde el orador mismo, en el caso de la deliberación sería un razonamiento sincero y honesto, donde uno trata de no esconder nada.
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