La Educación en Costa Rica y sus forjadores

Introducción

En la afueras de la Sede Central de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) ubicada en Sabanilla de Montes de Oca, San José, Costa Rica se le rinde tributo a varios personajes que han dado significativos aportes a la educación costarricense, dentro de los que se va a comentar el aporte de tres de ellos: Tal es el caso primeramente de Mauro Fernández Acuña, licenciado en Derecho que desempeño diversos cargos públicos, siendo el más importante de ellos  el de Ministro de Instrucción Pública donde implantó en la administración de Bernardo Soto la importante y renombrada reforma educativa.

Seguidamente se hará un repaso por la vida y aportes del jurista y reconocido diplomático Pedro Pérez Zeledón, graduado de Licenciatura en Leyes de la Universidad de Santo Tomás en su época, igualmente desempeña cargos públicos muy importantes y reconocidos, ente los que se destacó su papel atinado y tenaz actuando como abogado de la nación en el litigio limítrofe con nuestros dos países vecinos: Nicaragua (1887-1888) y Panamá (1912-1914). El cantón número 19 de la provincia de San José lleva como nombre los apellidos de este emblemático personaje.

Nuestro tercer personaje es el Pbro. Florencio del Castillo, hombre adelantado a su época, visionario y muy brillante quién es internacionalmente conocido por su aporte en la Constitución de Cádiz de 1812, cuando formaba parte de ésta asamblea de diputados. Sus aportes se centraron en la incesante lucha por en ese entonces la provincia de Costa Rica, del Castillo siempre abogó por que los suyos obtuvieran mejores condiciones laborales, educativas y bienestar en general, además fue la palabra de indios y negros de toda América por quienes también mostró su apoyo desde su el puesto que desempeñaba.

Finalmente, se brindará una respetuosa y bien intencionada opinión personal sobre la razón porque estas figuras están representadas en las afueras de la Universidad, el personaje de los tres que más legado dejó a la educación costarricense y un personaje más que a nuestro criterio debería compartir de igual manera el espacio con los demás personajes.

Desarrollo

Mauro Fernández Acuña

Nace en San José el 19 de diciembre de 1843, graduado como Licenciado en Derecho de la Universidad de Santo Tomás en el año 1869.

Entre 1876 y 1878 es profesor de Filosofía en el Instituto Nacional, cargo que vuelve a ocupar entre el año 1882 y 1883. En éste último año fue Catedrático de la Facultad de Derecho.

Entre su trayectoria en la función pública desempeño cargos como: Magistrado Fiscal de Corte Suprema de Justicia (1874), Director del Banco de Costa Rica (1885), diputado (1885,1892 y 1902). Sin embargo el cargo más importante que desempeño fue el de Ministro de Instrucción Pública en la administración del General Bernardo Soto (1886-1889), donde implementó una reforma educativa cuyo fin fue organizar la educación primaria, secundaria y profesional en Costa Rica.

El gran entusiasmo y entrega de Mauro Fernández a la educación costarricense marcó una diferencia que quedó plasmada un antes y un después de su gestión como ministro. Fernández estuvo rodeado de personajes de la talla de Pedro Pérez Zeledón y Buenaventura Corrales.

Fundó el Liceo de Costa Rica, el Colegio Superior de Señoritas, preocupado por la educación de la mujer, y el Instituto de Alajuela, suprimió la Universidad de Santo Tomás y organizó la Universidad de Costa Rica en facultades, tal como se conoce actualmente.

En el periodo de Tomás Guardia, se marcó un inicio del proceso de secularización del estado y pensamiento costarricense, aquí se da la participación de Mauro Fernández con La Ley Fundamental de Instrucción Pública (1885) y la Ley General de Educación Común (1886), en esta última Fernández decretaba los principios básicos para una educación obligatoria, secular y gratuita, entre ellos cabe destacar el artículo #2 que indica:

“La enseñanza primaria es gratuita y obligatoria para todo niño de 7 a 14 años de edad residente en la República” (Rodríguez, 2006, p10).

Mauro Fernández fallece el 16 de julio de 1905.

Pedro Pérez Zeledón

Inicio con las palabras de Luis Guillermo Solís Rivera, Catedrático de Historia y Ciencias Políticas de la UCR en un comentario del libro de Luis Enrique Navarro acerca de Pedro Pérez Zeledón.

“Lleva hoy los apellidos de don Pedro una de las más feraces y hermosas regiones de Costa Rica. Ello es quizá el mayor homenaje que jamás pueblo alguno pudo hacer a quien dejó en esas tierras muchas auroras luminosas. …Pero si sus exploraciones en el terreno fueron épicas, no menos lo fueron sus descollantes servicios diplomáticos, ámbito en donde sobresalió como traductor, negociador e incansable defensor de nuestros contornos nacionales, quizá el mayor desafío enfrentado por nuestra política exterior de esa época.” (Solís, s.f.)

El jurista y diplomático costarricense, nació en la ciudad de San José el 4 de enero de 1854, hijo de Miguel Pérez Zamora y Francisca Zeledón Aguilar.

Sus estudios los realizó en la Universidad de Santo Tomás y se graduó de Licenciado en Leyes en esa institución educativa.

A partir de 1885, desempeño una serie de importantes cargos públicos entre los que podemos destacar Inspector General de Enseñanza (1886-1887), Ministro de Costa Rica en los Estados Unidos y México (1888-1890) y Abogado por Costa Rica en el litigio limítrofe con nuestros dos países vecinos: Nicaragua (1887-1888) y Panamá (1912-1914).

También se desarrollo en el ámbito judicial como Secretario de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, y en 1912 mientras se encontraba defendiendo los intereses nacionales en el litigio limítrofe con Panamá fue elegido como Presidente, puesto que declinó para continuar como Abogado.

Dedicó gran atención al fomento de la agricultura y al desarrollo de la región sur de la provincia de San José, hoy el cantón número diecinueve lleva por nombre sus apellidos.

Finalmente muere en San José el 31 de mayo de 1930.

Florencio del Castillo

Nace en la villa de Ujarrás del cantón de Paraíso en la provincia de Cartago, el 17 de octubre de 1778.

Desde joven fue muy recto en su actuar, trabajador, pero sobre todo muy brillante, lo cual podemos evidenciarlo en un extracto de la reseña del sitio de la Asamblea Legislativa:

“…acudía al Convento de Nuestra Señora de la Limpia Concepción de Rescate de Ujarrás, para ganarse ahí la vida limpiando y ayudando como monaguillo.

Su firme determinación y la preclara inteligencia de que hacía gala hizo posible que los frailes lo enviaran a la Universidad de León en Nicaragua.” (Santana, 2009)

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