La Ind'pendencia Del Perú: Las Palabras Y Los Hechos
Enviado por JASAAAA • 27 de Mayo de 2015 • 15.399 Palabras (62 Páginas) • 324 Visitas
La Independencia En El Perú: Las Palabras Y Los Hechos
Heraclio Bonilla, Karen Spalding
De 1821 a 1971 son 150 años desde que el Perú rompió los lazos políticos que lo ligaron a la metrópoli española. Pero esta ruptura política, conseguida por la decidida y eficaz intervención de los ejércitos del Sur (San Martín) y del Norte (Bolívar) no significó en manera alguna la quiebra del ordenamiento económico y social de carácter colonial que continuó vigente hasta el ocaso del siglo XIX. Por el contrario, la persistencia de esta situación colonial facilitó y más tarde consolidó la nueva orientación de la economía peruana, cuando ella ingresó en el espacio dominado por Inglaterra. La Independencia política de España dejó, pues, intactos los fundamentos mismos de la sociedad peruana, que se habían desarrollado y cristalizado a lo largo de 300 años de vida colonial. En el contexto internacional la Independencia de la metrópoli española aceleró un proceso que había comenzado desde la segunda mitad del siglo XVIII: la dominación efectiva de Inglaterra, la nueva potencia del mundo.
Para el historiador, que examina el pasado para comprender y explicar el presente y que observa el presente para interrogar el pasado, la situación descrita líneas arriba invita a más de una reflexión. La cuestión principal es, precisamente, por qué la independencia no provocó un cambio real y significativo de la situación colonial. Tal vez una respuesta anticipada se pueda encontrar en la independencia misma -como proceso- que, en el caso del Perú, como es bien conocido pero pudorosamente encubierto, fue conseguida por los ejércitos aliados de fuera. Es decir una Independencia concedida más que obtenida. Ni la sólida organización defensiva impuesta por el virrey Abascal, ni las conspiraciones anteriores, ni las prédicas en favor de la emancipación lanzadas por algunos ideólogos criollos pueden desmentir o atenuar esta afirmación. Tanto la acción como la prédica fueron hechas de minorías, de hombres aislados.
En estos 150 años de vida republicana, por otra parte, se ha asistido al nacimiento y expansión de una nutrida bibliografía sobre la Emancipación y la Independencia. Sería un esfuerzo vano intentar buscar en ella una respuesta a la cuestión planteada hace un momento. Toda historia responde a las inquietudes del presente y refleja la ideología de quienes la escriben. Aquella historiografía, que por razones de comodidad la denominaremos en adelante tradicional, contribuyó más bien al surgimiento y a la difusión de un prodigioso mito. Este mito, montado sobre bases deleznables, es el que se trasmite corrientemente en los manuales escolares y en los textos universitarios. Su función: legitimar el presente a través de la manipulación del pasado; intentar fundar, inapropiadamente, las bases históricas de la nacionalidad peruana e impedir la crítica histórica de los problemas del presente.
Pero si bien es cierto que los trabajos hasta ahora existentes sobre la Emancipación y sobre la Independencia no permiten responder preguntas que son verdaderamente cruciales, tampoco permite hacerla, salvo excepciones notables, la lectura de los documentos impresos*. La recopilación y publicación de estos documentos obedecen generalmente a una inspiración similar a la de los autores de los textos.
Por estas razones, el presente trabajo no pretende sino elaborar un esquema tentativo, orientado básicamente a tratar de comprender la naturaleza de la Independencia peruana y a señalar su ubicación en el posterior desarrollo histórico de la sociedad peruana. Algunas cuestiones complementarias, pero directamente relacionadas con la Independencia, quedarán sólo a nivel de su formulación. Es obvio que tanto el esquema como las preguntas requieren, para su verificación y para su respuesta, intensivas investigaciones en los Archivos de Lima y de provincias, sin las cuales el problema histórico de la Independencia, al igual que muchos otros de la historia peruana, quedarán todavía sin solución.
Un esquema no significa una distorsión de la realidad. En la elaboración de éste se ha utilizado una buena parte de los resultados de la investigación histórica realizada hasta ahora sobre el tema de la Independencia, al igual que las sugerencias de fuentes primarias impresas (diarios de viajes, informes de campañas militares, memorias de virreyes y presidentes, periódicos de la época, testimonios de los participantes directos, informes consulares). Razones de tiempo y nuestras propias tareas académicas nos impidieron ir más lejos. Este pequeño esfuerzo, sin embargo, obedece al deseo de hacer comprensible el desarrollo histórico de la sociedad peruana y a buscar el nexo existente entre el hecho histórico y su mutación en palabras.
LA HISTORIA DE UNA HISTORIA
Desde, Riva Agüero hasta los integrantes de la Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia Nacional, casi todos los historiadores nacionales han abordado, de una manera u otra, el tema de la Independencia. Las características de esta historiografía son ampliamente conocidas y no necesitan ser recordadas una vez más. Gracias a ella conocemos bastante bien a los "precursores" de la Independencia, a los héroes de Junín y Ayacucho, a las batallas de epopeya que libraron. En cambio, los hombres comunes y corrientes que integraron los ejércitos libertadores, sus formas de reclutamiento, la participación -o la ausencia- de la población peruana en estas luchas, las diferentes formas que revistió esta participación no han sido muy favorecidas por la atención de los historiadores. Se menciona también, aunque en verdad aproximadamente, las causas de la Independencia, los célebres factores "externos" e "internos" de los manuales escolares -si bien no es posible todavía distinguir la dinámica propia de cada una de ellos y, sobre todo, su relación recíproca. Estas causas, en verdad, se limitan a señalar las "influencias" del exterior, los actos de la malévola España y el pundonor y patriotismo precoz del poblador peruano. En suma, esta historiografía ha establecido un divorcio radical, por una parte, entre las palabras de unos pocos hombres y la acción de unas cuantas tropas y, por otra, el conjunto social y económico interno y externo que los encuadra. Una historia de este tipo, evidentemente, tiene un fin y una justificación, que aquí no interesan. Con una excepción.
Entre las varias explicaciones ofrecidas por la historiografía tradicional sobre la Independencia destaca, por su difusión y aceptación, la tesis que la, considera como un proceso nacional, como el resultado de una toma de conciencia colectiva, la cual, a su vez, sería la manifestación más evidente de la mestización de la población peruana. Para sus defensores, la
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