La guerra. Aproximaciones teóricas e históricas
Enviado por mikprosharl • 18 de Marzo de 2016 • Informe • 10.240 Palabras (41 Páginas) • 276 Visitas
Universidad nacional de Mar del plata
Facultad de Humanidades
Departamento de historia
Trabajo final
Seminario: La guerra. Aproximaciones teóricas e históricas
NOMBRE: Misael
APELLIDO: Vázquez
MATRÍCULA: 16726/07
PROFESOR: Folcher
BREVE INTRODUCCIÓN
La Batalla de Austerlitz, también conocida como la Batalla de los Tres Emperadores, fue una de las mayores victorias de Napoleón y en ella el Primer Imperio francés aplastó definitivamente a la Tercera Coalición.
El 2 de diciembre de 1805 (11 de Frimario del año XIV según el calendario republicano francés) un ejército francés comandado por el emperador Napoleón I derrotó decisivamente a un ejército ruso-austríaco bajo mando del Zar Alejandro I de Rusia y del emperador Francisco II del Sacro Imperio Romano Germánico tras casi nueve horas de combate. La batalla tuvo lugar cerca de Austerlitz, a unos 10 km al sureste de Brno, en Moravia, entonces parte del Imperio austríaco y hoy en la República Checa.
Esta batalla fue la obra maestra de Napoleón, aplicando a la perfección la estrategia y la táctica en la guerra, comprendiendo los distintos factores que influyen en su desenvolvimiento y demostrando su gran entendimiento de los conceptos nodales del “arte de la guerra”, en lo que respecta al estudio de la geografía, el clima, el conocimiento del enemigo y la inteligencia previa. Así como la aplicación de los conceptos de Von Clausewitz en la batalla, como El principio de la fuerza, donde Napoleón supo utilizar el mayor número de tropas en el punto decisivo, La naturaleza del campo de batalla, donde según la posición de los enemigos de Napoleón en el campo de batalla pudo concluir sus planes y actuar de acuerdo a estos, y La superioridad de la defensa, entendiendo que la defensa en la guerra es más fuerte que la ofensiva comprendiendo que se debe atacar con superioridad de 3 a 1 en el punto decisivo.
PLANES Y PREPARATIVOS
La búsqueda de aliados continentales contra Francia del primer ministro William Pitt, fue apoyada por el incidente de Enghien. Este le costó a Napoleón la admiración del zar Alejandro I, de 27 años, que había sucedido a su padre después de una revolución de palacio, en 1801, en la cual el hijo estuvo por lo menos parcialmente implicado. Desde la paz conseguida al final de 1800, Rusia había visto con suspicacia las intenciones francesas en los Balcanes y en el mediterráneo durante algún tiempo, pero el zar sólo empezó a hacer algunos preparativos previos para una nueva guerra a mitad de 1804, iniciando contactos con Viena con vistas a una futura alianza. El emperador Habsburgo, Francisco II, inicialmente no estaba convencido, por lo que sólo firmó un vago tratado el 4 noviembre de ese año. A continuación, olvidando sus diferencias con Inglaterra respecto de Turquía y Malta, los diplomáticos de Alejandro tomaron contacto con William Pitt y como resultado se firmó el 11 de abril de 1805 la convención de St. Petersburgo. Así se sentaron las bases de una nueva alianza, especialmente después de que Austria se aliara con mayor firmeza, firmando posteriormente acuerdos totales el 16 de julio y 9 de agosto del mismo año. Se previó que otros estados alemanes y bálticos, y el Nápoles Borbón, se incorporan también. Prusia se mantenía como enigma, pero con respecto a los demás Francia estaba prácticamente aislada (con solo Bavaria, Württemberg y las zonas de dominación francesa como el norte de Italia, Holanda y Suiza, mantenidas como amigas).
Los responsables de la Tercera Coalición comenzaron a preparar en borrador un grandioso plan general, compuestas por cuatro ofensivas interdependientes poniendo en juego casi un millón de hombres. Desde el norte hacia el sur, en primer lugar se planteaba la liberación de Hanover y la restauración de su elector Jorge III de Gran Bretaña. Para ello, 15.000 hombres británicos desembarcarían en Cuxhaven, con apoyo de 12.000 suecos y 20.000 rusos que se les unirían en Estralsund. Posteriormente, a estas fuerzas se les podrían unir los 50.000 rusos de Gral. Benningsen desde Puklawi sobre el Vistula, y una fuerza que se organizaría posteriormente en Riga por los generales Buxhowden y Michelson. Estos ejércitos rusos también servirían para presionar el apoyo del rey de Prusia; su unión a la alianza haría posible añadir otros 200.000 hombres.
Entonces los aliados volvieron su atención hacia Bavaria, en el Danubio oeste. Esté aliado de Francia sería ocupado por 85.000 austriacos bajo el mando del Quartermaster Gral. Mack y el archiduque Fernando, a los que se unirían posteriormente el General Kutuzov al mando de 85.000 rusos. Juntos avanzaron sobre el Rin desde Ulm. uniendo el frente del sur de Alemania con el sur de Italia, el archiduque John con 25.000 austriacos ocuparían el Tirol y los inmediatos pasos alpinos, estando preparado para operar hacia el norte sobre Ulm, o hacia el sur , sobre Italia, según las circunstancias.
Se consideraba que el norte de Italia sería, con toda probabilidad, la escena de la respuesta principal de Napoleón teniendo en cuenta los sucesos de 1796-1797 y 1800, y el hecho de que recientemente se había auto coronado rey de Italia. En este teatro, el archiduque Carlos llegaría a mandar 100.000 hombres de las mejores tropas austriacas, con órdenes para expulsar al Virrey Eugenio Beauharnais (hijastro de Napoleón) y volver a tomar Lombardía antes de invadir el sur de Francia. Más hacia el sur, una fuerza híbrida de británicos (de Malta), 17.000 rusos y una unidad de albaneses, se unirían a los 36.000 hombres de los borbones de Sicilia para reconquistar Nápoles antes de avanzar en cooperación con el archiduque Carlos. Estos serían apoyados, en caso necesario, por más soldados del zar reunidos en Odessa con anterioridad a avanzar sobre los estados Balcánicos de Moldavia y Valaquia. Finalmente, Gran Bretaña estuvo de acuerdo en poner en marcha una fuerza anfibia para atacar las costas de Francia y Holanda, y ayudar a una posible revuelta Chouan en Bretaña y La Vendée en nombre de la exiliada casa de Borbón.
En conjunto todo llevaba un plan escalonado de operaciones sobre toda Europa ( por lo menos sobre el papel). Hasta qué punto iba a ser posible, solo lo diría el tiempo. Los problemas de coordinación serían inmensos, pero estos asuntos se dejaron a un lado. No se considero, por ejemplo, el que lo rusos usaban un calendario diferente al del resto de Europa. La diferencia de 12 días se manifestó como algo muy importante.
Los espías franceses distribuidos por Europa se apercibieron de lo que estaba pasando. Para Francia el cuadro general era preocupante. Para contrarrestar estas complejas maquinaciones, Francia podría reunir unos 250.000 hombres entrenados y unos 150.000 más reclutas movilizados. A mediados de agosto de 1805, el mariscal Bernadotte ocupaba Hanover, Marmont estaba en Holanda, Gouvion San Cyr en Nápoles y Jourdan bajo el mando de Eugenio en Piedmont.
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