La guerra fría y Mijail Gorbachov

La guerra fría y Mijail Gorbachov

Se puede precisar que la intención de Mijail Gorbachov era el poder solucionar los problemas internos de la Unión Soviética y no destruirla. En ese sentido, siendo Gorbachov comunista, pensaba que la URSS requería de ciertos cambios que le permita recuperar el sendero que los llevara a superar a los países Occidentales. Asimismo, se propuso no cometer el mismo error de Andropov, cuya reforma estuvo estancada debido a un alto costo de inversión al querer competir con la Guerra de las Galaxias de Regan. En primer lugar, Gorbachov creía tener la confianza en la capacidad del PCUS, por lo cual en sus inicios fue precavido en expresar posiciones radicales durante las dos décadas de Brezhnev, tratando de no tomar iniciativas que pudiesen terminar por debilitar al partido. La nueva dirigencia soviética tenía un enfoque ligado a la pacificación y el desarme como puntos importantes en su proyecto de reforma política interna. Por ello, Gorbachov destinó tiempo y energía en mejorar las relaciones exteriores del Estado Soviético y promovió un trato personal con los líderes occidentales, mediante la Ofensiva del Encanto, en una reunión pactada con el presidente de EE.UU. Ronal Reagan, mostrando así una imagen de cambio frente a sus ciudadanos, los cuales venían expresando cierta disconformidad hacia el modelo comunista. Frente a la implantación de una política pacifista, esto lo llevo a impulsar la reforma de la Glasnost, una política de liberalización informativa y mayor autonomía política, y además de la Perestroika con una liberación de la economía, una mejora del aparato productivo y la libertad comercial. En segundo lugar, a mediados de 1988, Gorbachov decidió modificar el sistema constitucional soviético, del cual propuso realizar una transición pacífica de un sistema de partido único a un régimen con una mayor libertad política. En más, tuvo la capacidad de poder lograr convencer al Congreso en la promulgación de una nueva constitución, evitando que se genere un escenario de enfrentamiento entre conservadores y radicales. Asimismo, mostro su facultad de liderazgo al saber escuchar y saber contrarrestar acciones de sus adversarios sin necesidad de imponerse en forma autoritaria. No obstante, había una presión generada por dos grupos rivales dentro del partido, por un lado, los partidarios de reformas radicales con un sentimiento nacionalista y con una idea de restablecer la propiedad privada y el mercado, y por otro lado estaban aquellos conservadores que mantenían su posición comunista, los cuales exigían que no se pierda la esencia política por la cual el partido se había destacado. En consecuencia, se podría deducir que las reformas aplicadas no terminaron de generar la certeza que él hubiese querido tener debido a las discrepancias que habían dentro de su propio partido. Mostrando así una debilidad frente a opositores como Yeltsin, que había abandonado el PCUS debido a estos desordenes internos y quien finalmente termina venciendo a Gorbachov con un programa económico basado en los principios del libre mercado. A pesar de que en su momento Yeltsin propuso a Gorbachov abandonar juntos el partido, pero este mismo se negó a hacerlo, decidió quedarse en el partido y poder reformarlo desde lo interno en aras de mejorar al país.

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