La iglesia institución dominante del feudalismo
Enviado por Yaco Riperto • 16 de Julio de 2019 • Resumen • 7.736 Palabras (31 Páginas) • 223 Visitas
La iglesia institución dominante del feudalismo
Esquema de las 3 órdenes: clero - aristocracia laica - dependientes
Iglesia (origen griego: eklesia: asamblea) en los primeros siglos de la edad media designa a la comunidad de creyentes. Posteriormente el vocablo designa el edificio donde se reúnen los fieles y se desenvuelve el culto. En la época carolingia los dos aspectos son indisociables. En el siglo XII los 2 sentidos se van independizando.
Paralelamente el término asume una nueva significación que designa a la parte institucional de la comunidad (clero). Las asociaciones, ambigüedades o deslizamientos entre las acepciones constituyen una herramienta ideológica extraordinaria al no distinguir entre iglesia como comunidad o como institución.
A partir de los S XI y XII, el término iglesia se identifica más sus miembros eclesiásticos y se designa al conjunto de fieles como cristiandad. Esta cuestión semántica permite entrever la acentuación de la separación entre los clérigos y los laicos y el fortalecimiento de la institución eclesial que analiza el capitulo.
Si bien la significación comunitaria va eclipsándose, no puede desaparecer, puesto que la iglesia (identificada con el clero) ordena y dirige a la sociedad, en el sentido comunitario de la palabra, ella es la sociedad misma. La fe medieval es entendida mas como fidelidad en el sentido feudal que como creencia, ósea es una fidelidad práctica, no es una cuestión de opción, uno es cristiano porque nace en la cristiandad. Por lo mismo no es posible situar el estudio de la iglesia al margen del feudalismo, puesto que la iglesia en cuanto comunidad es la sociedad europea y en cuanto institución es su parte dominante.
Los fundamentos del poder eclesial.
Unidad y diversidad de la institución eclesial.
si la iglesia es la institución del feudalismo, el alto clero es la fracción superior del grupo dominante (aunque no forme una clase en cuanto clero)
las relaciones entre clero y aristocracia son ambivalentes. Son cercanas puesto que los hijos de la aristocracia monopolizan la mayor parte de los cargos del alto clero, pero la incorporación al sacerdocio rompe los lazos del clérigo con sus parientes.
Clero y aristocracia son cómplices en la obra de dominación aunque también compiten entre sí, sobre todo por el control de tierras y de derechos que estructuran la organización del señorío.
La institución eclesial no es homogénea. Existen contradicciones de intereses, conflictos doctrinales y dualidades institucionales. Una es jerárquica y contrapone al alto con el bajo clero, aunque demasiado simplificada, así se señala la distancia de los grandes dignatarios y los simples monjes o sacerdotes.
La diferencia entre clérigos regulares y seculares es importante. Los primeros al aceptar la regla de una orden monástica, eligen la huida del mundo y el aislamiento penitencial. Los segundos tienen contacto con los laicos y tiene como misión el cuidado de las almas, a través de la administración de los sacramentos y de la enseñanza de la palabra divina.
A pesar de las diferencias internas la iglesia existe como unidad. La dualidad que separa a los clérigos y a los laicos es fundamental, aun cuando la frontera entre los grupos sea imprecisa, ya que algunos individuos pueden ser laicos e incorporarse al estilo de vida monástico.
Además la pertenencia al clero tiene dos niveles: la tonsura y las ordenes menores son suficientes para conferir el estatuto de clérigo, pero solo las ordenes mayores o el habito monástico otorgan un verdadero poder simbólico e imponen un modo de vida marcado por la abstinencia sexual.
Como lo afirma el decreto que se atribuye a Graciano, obra fundadora del derecho canónico, “existen dos tipos de cristianos”, los clérigos y los laicos. El estilo de vida los clérigos se caracteriza por la renuncia al matrimonio, al cultivo de la tierra y a toda posesión privada y su marca es la tonsura.
Se trata de una distinción de estatuto jurídico, pues son beneficiarios del fuero eclesiástico y no pueden ser juzgados por los laicos, sino solo por un tribunal eclesiástico.
Acumulación material y poder espiritual
El poder material de la iglesia reposa en la extraordinaria capacidad para acumular tierras y bienes. El proceso empieza en el S IV cuando los cristianos empiezan a hacer donaciones para salvar su alma en el más allá. Las donaciones piadosas de príncipes y señores son abundantes durante los S XI y XII.
Esto tiene como resultado que, según las fechas y los lugares la iglesia posea entre un cuarto y un tercio de las tierras, lo que confirma que las autoridades episcopales o monásticas que conforman la iglesia son poderosos señores feudales que imponen a sus dependientes las rentas y las obligaciones vinculadas con el poder señorial, incluyendo el ejercicio de la justicia.
Esta situación no hace más que consolidarse, porque es mucho lo que recibe y no transmite nada, puesto que los bienes son otorgados a perpetuidad. Sin embargo en tiempos de crisis podían ser usurpados por los laicos.
Es necesario incluir también entre los bienes de la iglesia los edificios de los monasterios, las catedrales, dependencias y palacios episcopales, los cuales también guardan muchos objetos preciosos. Allí donde lo material y lo espiritual se confunde, los tesoros hacen prestigioso a los santos (patronos) de cada lugar.
Además hay que recordar que Carlomagno hizo obligatorio el diezmo, que teóricamente se destina al mantenimiento de los clérigos, es también la marca del reconocimiento del poder del clero.
Todo esto se hace comprensible cuando se dimensiona el poder de los oratores, quienes se encargan de hacer plegarias y realizar ritos para el conjunto de la cristiandad (ofician para todos los seres vivos y los muertos, sobre todo en los siglos X a XII, quienes reciben las donaciones para la salvación del alma-pro remedio animae- y los incluyen entre los familiares de la comunidad monástica).
Además los clérigos también tienen la función de transmitir la enseñanza y la palabra de dios, y otorgar los sacramentos, que permiten que se reproduzca la cristiandad. Estos son el bautismo que abre la promesa de salvación y da acceso a la comunidad cristiana (y a la vida en sociedad). El ritual eucarístico es también fundamental, ya que mediante el cual el sacrificio del dios triunfa sobre el sacrificio al dios; la misa reafirma la cohesión de la soc. cristiana. Para completar el septenario ha que agregar el matrimonio, la confesión, la confirmación, la extremaunción y la ordenación, ritos que marcan las etapas principales de la vida (nacimiento, matrimonio y muerte) y solo ellos autorizan la esperanza de salvación en el otro mundo, sin la cual la vida terrenal no tendría un sentido cristiano. Quienes pueden llevar adelante estos ritos son únicamente los clérigos, intermediario necesario de los hombres y dios. Esto hace que no sea posible separar la parte material y la parte espiritual del poder de la iglesia. Además, si la iglesia posee una gran capacidad de acumulación, es porque se le reconoce una capacidad de distribución aun mayor, ya que es capaz de garantizar la circulación de beneficios materiales y espirituales.
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