La oposición dual: dos coaliciones contra Illia
Enviado por Luu Cirona • 15 de Septiembre de 2017 • Resumen • 1.719 Palabras (7 Páginas) • 356 Visitas
TCACH, César y RODRÍGUEZ, Celso (2006). Arturo Illia: un sueño breve. El rol del peronismo y de los Estados Unidos en el golpe militar de 1966, Buenos Aires, Edhasa, capítulo 3.
La oposición dual: dos coaliciones contra Illia
En ese capítulo los autores relatan la historia de dos impugnaciones al gobierno de Illia. Ambas constituyeron coaliciones, pero ninguna de ellas derivó organizativamente en un frente o una alianza explicita:
- Una “Nacional y popular”: compuesto por el sindicalismo peronista – la CGT y las 62 Organizaciones – los frondizistas, allendistas, demócratas cristianos, nacionalistas, sectores católicos y un amplio abanico de la izquierda.
- Otra “Liberal conservadora”: compuesto por los grandes empresarios, industriales y rurales – la UIA, la SRA y la APEGE – además de partidos conservadores provinciales agrupados en la Federación de Partidos de Centro.
Arturo Illia nunca dejó de acariciar la ilusión de disputarle al peronismo la identidad política de los trabajadores. En ese sentido, en oposición a Frondizi que se propuso captar el electorado peronista, la UCRP – y sobre todo la facción liderada por Illia - se mantuvo aferrada a la esperanza de reconquistar as masas obreras a través del despliegue de las viejas banderas del programa reformista y nacionalista de Avellaneda.
En su discurso presidencial, Illia aludió, entre otras cosas, a:
- La defensa del salario real.
- La participación del pueblo trabajador en la justa distribución de la riqueza.
- El establecimiento del salario mínimo, vital y móvil.
Esta orientación se completaba con otra destinada a restringir la influencia y sobre todo, la estabilidad de la burocracia sindical peronista. Para ello, modificó la Ley de Asociaciones profesionales de Frondizi y a través de la nueva legislación estableció la formación de organizaciones únicas que disponían del monopolio de la representación en cada rama de la industria, ausencia de minorías en la dirección de los sindicatos y un amplio manejo de las obras sociales.
En ese sentido, la política anunciada por el gobierno de Illia – nacionalizaciones, reglamentación de la ley de asociaciones profesionales, aumento de salarios y control de precios de los productos de primera necesidad – distaba de sonar dulce a un amplio abanico de dirigentes sindicales, empresariales y políticos. Por ello la oposición “nacional y popular” percibía en la acción de Illia una amenaza a su lugar de preminencia como factor de poder en la política argentina, en tanto que la oposición “liberal conservadora” creían sentir sobre sus espaldas una amenaza a la libre empresa y la libertad económica.
Los sindicatos y sus aliados políticos contra Illia
En 1963, la CGT nacional concluía el proceso de reconstitución iniciado en 1957 con la normalización de la CGT de Córdoba. En esa instancia fue influenciada por Augusto Vandor – secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica – quien también ejercía el control sobre la rama política del sindicalismo, conocida como las “62 Organizaciones” peronistas. El 5 de diciembre Illia concedió la primera entrevista a los representantes de la CGT. El presidente se mostró flexible, pero no pudo evitar el primer paro general de la CGT programado para el día siguiente.
En el verano de 1964, las sesiones extraordinarias fueron utilizadas por el gobierno para impulsar dos leyes que estaban a tono con los reclamos sindicales:
- La Ley de Abastecimiento (7 de febrero de 1964).
- La Ley de Medicamentos.
No obstante, el comité central confederado de la CGT resolvió poner en marcha la segunda etapa del plan de lucha iniciado el año anterior. La nueva fase combinaba el recurso de la huelga con el de la ocupación de los establecimientos industriales.
A las dos medidas de Illia nombradas anteriormente, se les sumaron el Estatuto de los Partidos políticos y la Ley de Salario Mínimo Vital y Móvil. La importancia del estatuto derivaba del imperativo de diluir las acusaciones que pesaban sobre la legitimidad de origen del gobierno radical y por otro lado, abría las puertas a muchos dirigentes pero se las cerraba a Perón, en tanto que la relevancia de la ley provenía de una doble urgencia: dar cumplimiento a lo sostenido en la campaña electoral y vaciar de contenido una de las consignas centrales de la oposición sindical.
El Estatuto de los partidos políticos fue acompañado por la aprobación y puesta en marcha del financiamiento público permanente de los partidos políticos. Se trataba de financiar anualmente a los partidos con fondos del Estado. El objetivo era robustecer la autonomía financiera de los partidos y disminuir su dependencia con respecto a empresas y sindicatos.
El 13 de abril de 1964 Illia sometió a debate el proyecto de la Ley de Salario Mínimo Vital y Móvil en el senado nacional. Si bien aseguraba que su meta era crear riqueza y distribuirla con justicia a través de una “planificación económica y social democrática” la medida fue presentada también como dique de concentración frente al comunismo y al peronismo. La propuesta incluía la formación de un Consejo Nacional del Salario Mínimo, Vital y Móvil, integrado por cuatro representantes estatales y cuatro de los trabajadores así como también cuatro representantes de los empresarios.
...