Los insurgentes. Revolución Conservadora

Los insurgentes

Revolución Conservadora

Miguel Hidalgo y Costilla, hijo del administrador de una hacienda, era un criollo frustrado como el resto de su clase, un cura que conocía de cerca la degradación de las masas rurales. Dejó una exitosa y mundana carrera académica en el colegio diocesano de San Nicolás, Obispo en Valladolid, para convertirse en cura rural. En 1803, siendo un hombre de mediana edad, moreno, de vivos ojos verdes, casi calvo y con cabellos blancos, tal como lo describe Lucas Alamán, llegó a ser párroco de Dolores, en el Bajío.

De Hidalgo se cuenta que:

No tenía una verdadera vocación,

Fue padre de dos hijos

Sabía hablar los dialectos indios

Convirtió su parroquia en centro de discusiones de los asuntos económicos y sociales contemporáneos, al que acudían tanto los indios y las castas como los criollos

Organizó un pequeño programa industrial para estimular la manufactura nativa en un mercado local –cerámica, seda, curtidos, telares y vinicultura

Se preocupaba por los pobres y por mejorar sus condiciones de vida

El Bajío (región que comprende los estados de Guanajuato, Querétaro, Michoacán y Jalisco) era un complejo agrícola y minero relativamente próspero y autosuficiente

Esta región poseía una estructura social más flexible que en otras partes, una gran proporción de indios que iba de un lado para otro, distintos a los indios comuneros, y un gran porcentaje de negros libres y mulatos. Sin embargo, en el había un completo contraste entre la riqueza de los propietarios de minas y haciendas, y la pobreza de quienes pagaban tributo.

A fines de 1809 un grupo de criollos revolucionarios se reunieron en una conspiración en Querétaro: Ignacio Allende, hijo de un rico comerciante español y oficial de la milicia; Juan de Aldama, oficial; Miguel Domínguez, también oficial, y otros miembros de ilustradas familias criollas. Los movía el odio a los peninsulares: querían deponer a las autoridades, expulsar a los españoles y establecer una junta de gobierno criolla.

A mediados de 1810, la Conspiración de Querétaro tenía como líder a Miguel Hidalgo quien tenía mucha influencia entre los indios y las castas

Los indios:

Desconfiaban de los criollos y peninsulares por igual

No distinguían entre el dominio de criollos y peninsulares

Fueron utilizados como carne de cañón en la guerra

Eran indiferentes a la palabra libertad

Había que convencerles de que la insurrección debía llevarse a cabo para ayudar al rey Fernando VII

Trabajaron en los talleres de Hidalgo, construyendo toscas armas

Los criollos no estaban unidos acerca de la independencia. Los campesinos eran la única alternativa de apoyo para los revolucionarios, con la ventaja de que quizás hicieran menos preguntas.

En 1810 llegó un nuevo virrey, Francisco Javier de Venegas, líder de la causa realista. La conspiración de Querétaro fue descubierta y destruida. En Dolores, Miguel Hidalgo tuvo que activar la revolución con más rapidez de lo que se había planeado, y, como los criollos revolucionarios se habían desperdigado, no dudó en apelar al apoyo de las masas.

Al amanecer del 16 de septiembre, aprovechando que la muchedumbre acudía a su parroquia para la misa del domingo, lanzó el grito de Dolores, un grito de rebelión en el cual probablemente no se habló de independencia pero cuyo significado fue claro para las generaciones venideras de mexicanos. Millares de campesinos le prestaron su apoyo.

A mediados de octubre las hordas rebeldes alcanzaban un número de alrededor de sesenta mil personas. Eran principalmente indios y castas, armados con arcos y flechas, lanzas y machetes.

Después de la caída de Guanajuato (28 de septiembre) se integraron al movimiento algunos mineros y trabajadores urbanos, pero nunca atrajo a más de un centenar de criollos de la milicia y a una pequeña minoría de oficiales criollos.

Pronto el grito fue inequívoco: independencia y libertad. Hidalgo buscaba apoyo popular mediante las demandas populares:

El aprisionamiento de los europeos y el secuestro de sus propiedades

La abolición del tributo indio

La invocación a la Virgen de Guadalupe

Devolución de las tierras a los pobladores originarios

1820-1823 (Tridenio liberal)el general Rafael Riego dirigió una revuelta liberal en

la península, depone del poder Fernando VII y lo obliga a establecer la

constitución liberal 1812 y volver a convocar a las Cortes. El virrey Juan Ruiz de

Apodacza aplica la constitución en la colonia y se envían diputados mexicanos a

España. Los grupos de intereses criollos reaccionaron una vez convencidos de

que España no podía garantizar un control aristocrático, y encabezaron la

independencia para conservar la herencia colonial. Encontraron su líder en

Agustín Iturbide, católico, terrateniente y militar. Aborrecía la revolución social. En

1821 redactó el Plan de Iguala, que representaba los intereses de los que estaban

amenazados por España y recibió colaboración de la Iglesia, el ejército y la

oligarquía. Se declaraba la independencia de una nación católica unida en la cual

españoles y mexicanos eran iguales, las distinciones de castas abolidas y los

cargos públicos abiertos a todos los habitantes. El plan convocaba a los españoles

para que aceptaran a México como su patria. El nuevo régimen buscaba la

aceptación por parte de las masas, pero no su beneficio, eran conservadores en

relación a garantizar la estructura social existente. La forma de gobierno sería una

monarquía constitucional, que aseguraba la religión, la independencia y la unión

(las tres garantías). Los revolucionarios más radicales aceptaron este plan pese a

que está lejos de sus ideales, proporcionando tropas para formar el ejército de las

tres garantías. Esta unión que pretendía Iturbide fracasó, las masas no apoyan

este plan porque no recibían beneficio. En 1821 se firma se firma la declaración

de la independencia del imperio mexicano monarquía constitucional. El imperio

fracasa porque Iturbide era considerado un dictador. Como respuesta se levanta

una lucha encabezada por Santa Ana por una república contra el déspota Agustín

Iturbide. Elaboran el plan de Casa Mata que obliga en 1823 el emperador abdica. En 1824 se elabora una constitución republicana y federal, creaba 19 estados.

También era conservadora, oficializaba el catolicismo