“Paleocristianismo y la Religión”
Enviado por sergiol1010 • 1 de Mayo de 2017 • Ensayo • 1.390 Palabras (6 Páginas) • 304 Visitas
INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY.
Campus Estado de México.
Sergio Bryan López Ramos. A01376782
Interpretación Artística y Literaria. Grupo: 12
María de los Ángeles Teo C. Fecha: 21/03/17
“Paleocristianismo y la Religión”
El arte paleocristiano o el primer arte cristiano, fue una expresión religiosa monoteísta, que representó en sus inicios un enorme peligro para la Gran Roma de Diocleciano. Avanzado el tiempo, los fieles de esta nueva cosmovisión, enfrentaron un verdadero infierno terrenal en carne propia, puesto que fueron cruelmente perseguidos por el emperador. Por otro lado, Constantino y sus ideales unificadores, permitieron la entrada de la iglesia imperial, y con ella, un paleocristianismo oficial. Como primer objetivo de este trabajo, analizaremos la obra “El buen pastor”, encontrada en Santa Priscila, Roma, s. III. En contraste, la compararemos con la obra literaria “Historia Ecclesiae” (Historia eclesiástica), de Eusebio de Cesarea en el año 313 d. C. Estas dos obras artísticas, fueron creadas en diferentes circunstancias de la historia, y aunque tienen varias semejanzas en su mensaje evangélico, son diferentes por su utilidad política y social.
Después de la crucifixión de Cristo, comunidades cristianas con vida clandestina y sin derechos a lugares de culto, se fueron expandiendo desapercibidamente en Asia-menor y en toda Roma. Al principio, estos grupos no significaban ningún riesgo para el autoritarismo del emperador, ya que eran considerados parte del judaísmo. Cabe mencionar, que a los judíos se les respetaba en Roma por ser una religión vieja, y más importante, que no buscaban expandir sus ideologías. Al no ser perseguidos aun, los primeros cristianos lograron expandir sus pensamientos a lo largo de todo el emporio, a través de las rutas comerciales que se extendían por toda la superpotencia. Es así, como se empiezan a denotar las primeras expresiones paleocristianas de la iglesia primitiva.
El primer arte cristiano y su lucha por adquirir relevancia social (desde el año 60 a 475 d.C.), derivaron en un tipo de arte nuevo y revolucionario: el paleocristiano. En su desarrollo se distinguen dos periodos: antes y después del Edicto de Milán, del cual hablaremos después. La primera parte, denominada “iglesia primitiva”, se convirtió en un arte clandestino y relegado a las catacumbas, en donde se enterraban a las personas más importantes de esta nueva organización. Es precisamente aquí, en donde podemos encontrar iconografías religiosas, imágenes de Cristo o esculturas de bajo relieve a los costados de estas réplicas de sarcófagos.
“El buen Pastor”
[pic 1]
(Anónimo, s. III)
Un claro ejemplo es la obra de “el buen pastor”. Es una pintura perteneciente al estilo paleocristiano. Fue hallada en catacumbas de Santa Priscila, Roma y Rávena, Italia. Perteneciente al siglo III d.C. Su apariencia es simple, estilizada, y elimina las proporciones del cuerpo humano para acentuar los aspectos religiosos. En palabras de la historiadora Sofía Lanchas “…Cristo aparece como un pastor de ovejas, dentro de la tradición del Nuevo Testamento, que encauza a sus fieles, su rebaño, hacia el camino de la salvación de sus almas, mediante la puesta en práctica de sus enseñanzas espirituales, cuyo origen está en el Moscóforo griego…”. Evidentemente, este tipo de arte estaba encaminado a un proyecto político de inclusión, que le permitiera a la iglesia ganar seguidores rápidamente, ya que le daba esperanza de salvación a las personas de los estratos más bajos de la sociedad, ya que estos no eran incorporados en otras religiones paganas, o inclusive, eran desfavorecidas por los diversos dioses en los que creían los romanos.
Por contra, tenemos la Iglesia Imperial impulsada por Constantino. Sin duda alguna, el denominado por sí mismo “elegido por Dios y de la fe cristiana”, fue un emperador inteligente que se dio cuenta de que el cristianismo no se podía erradicar, y que, al matar a los misioneros, estos se volvían mártires. Fue entonces que Constantino formó una alianza Emperador-Iglesia, que más por ser creyente, actuó bajo una índole estratégica, ya que la religión cristiana le valió para unificar y controlar su revolucionado emporio. Inmediatamente, Constantino acabó con la cruel persecución y publicó el edicto de Milán en el año 313 d.C., por el que se daba libertad a los cristianos para ejercer su culto y se erigía al cristianismo como religión del Estado. De hecho, las Iglesias más antiguas se remontan a Constantino.
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