Reflexión sobre obra de Francisco Martín Moreno; México Negro
Enviado por sarahiadi • 6 de Noviembre de 2017 • Resumen • 6.859 Palabras (28 Páginas) • 371 Visitas
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Reflexión sobre obra de Francisco Martín Moreno; México Negro Resumen: México cuenta con una constitución y leyes escritas tan justas en general como las de cualquier otro país, como se puede apreciar en la parte dogmática de su carta magna, pero contrariamente en la práctica ni la Constitución ni las Leyes se cumplen o si se hace queda bajo un orden ambiguo donde se favorece a ciertos sectores sociales. México no cuenta con una verdadera libertad política, sin prensa realmente libre, sin un sistema judicial justo y equitativo. México Negro nos relata la historia de la primera mitad del siglo XX, donde un poder ejecutivo lo domina todo, donde los políticos se venden a precio fijo y se encuentran a merced de los extranjeros, dejando de lado los intereses de la nación para satisfacer su avaricia y su sed de poder. La obra, narra momentos de la vida política, económica y social claves para la reestructuración del Estado mexicano, tomando como base la lucha por la obtención del petróleo entre mexicanos y extranjeros, pasando desde el porfiriano, la lucha maderista, la dictadura de Huerta, la etapa del constitucionalismo, el maximato con Plutarco Elías Calles, hasta la época de Lázaro Cárdenas quién por fin expropia el petróleo en 1938 para hacerlo propiedad de la nación. Palabras Clave: petróleo, expropiación, abuso, traición, constitución, malinchismo, revolución. Introducción Tal parece que México trae arrastrando consigo un mecanismo ambiguo en su sistema político desde hace ya mucho tiempo, donde la farsa se hace notar, donde el país es visto ante el extranjero bajo una situación completamente alterna a la realidad, pues nuestra clase política se encuentra asociada con nuestros vecinos del norte y demás potencias mundiales y los únicos beneficiados con este pacto son ellos, excluyendo por completo al sector trabajador de la sociedad, quienes día a día viven las inclemencias de bajos salarios y la sobreexplotación por sus servicios, donde se encuentran protegidos aparentemente por los derechos fundamentales del hombre plasmados en la parte dogmática de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pero que en la cruda realidad son pisoteados por la élite y clase política del país, pues estos maniatan las leyes a su antojo debido a la ambigüedad de las mismas. ¿Qué no hay mal que dure cien años, ni mal que por bien no venga?; refrán popular que sin lugar a dudas no nos queda a los mexicanos, ya lo decía Don Porfirio Díaz que cuando llegaron los españoles buscaban materias primas principalmente oro, plata y especies, ah pero ellos no vinieron a conquistar sino a colonizar, imponiendo su evangelio porque con gusto hubieran matado a los indios por no someterse pero, entonces quién les hubiera hecho el trabajo. Nadie volvió a venir más que con esos objetivos, vivieron gracias al oro mexicano, llegaron atraídos por los recursos naturales de nuestra nación que sirvieron para financiar el desarrollo económico de otros países y no el nuestro. Para México ha sido una maldición el contar con vastos recursos naturales, entre ellos el petróleo, pero ese no es el mal en sí, sino todo ha sido ocasionado por las malas administraciones malinchistas, al igual que la mayoría de los mexicanos pues siempre hemos visto y vemos lo mejor que tienen o hacen otros países y nos maravillamos por sus grandes avances pero, por qué no nos preocupamos por hacer algo para empezar a cambiar a nuestra patria de la cual todos nos quejamos; seguimos estando casi en la misma situación petrolera de hace cien años, nuestro petróleo se va a Estados Unidos donde es procesado y nos lo devuelven con altísimos costos, la diferencia radica en que ahora la compañía que extrae el petróleo pertenece a todos los mexicanos y aun así cada mes tenemos que pagar un alza en sus productos, mientras a PEMEX se lo devora un sindicato con unos trabajadores con exorbitantes salarios y prestaciones y que, no conformes con ello le heredan las plazas de trabajo a sus hijos como si fueran un trofeo y, seguimos importando el cuarenta por ciento de la gasolina que se consume en el país; mientras tanto y como siempre nuestros pueblos indígenas son los menos favorecidos y que ahora después de 518 años de la conquista se siguen viendo vulnerados y que hoy día tienen en peligro de extinción más de 144 lenguas autóctonas esto provocado por la discriminación de la cual siempre han sido objeto, México un país rico en petróleo tiene viviendo en la pobreza a 12 millones de indígenas negándoles una adecuada alimentación, salud y por supuesto vivienda. Es evidente que nuestro mal ya duró más de cien años. México Negro nos relata parte de ese mal, centrándose en nuestra historia petrolera. Mientras tanto, esperaremos a que la segunda parte del refrán que dice: “ni mal que por bien no venga”, se cumpla, lo malo es que al paso que vamos al parecer van a pasar otros cien o más años. Nuestra cultura nos impulsa a quejarnos del sistema, pero desafortunadamente, nuestra apatía puede más, y seguimos sin hacer nada. Quedando en el plano de eternos diagnosticadores y críticos, donde las propuestas de solución y acción no tienen cabida. Desarrollo México Negro es una novela política que narra la reconstrucción del Estado mexicano en la primera mitad del siglo XX, el relato comienza contando la historia de un campesino dueño de un terreno denominado “Los Limoneros”- haciendo alusión a una infinidad de casos, donde los indígenas eran objeto de engaños, abusos y demás artimañas con objeto de despojarlos de sus tierras- que junto a su esposa su debilidad como el de muchos otros casos eran sus hijos y el amor por su tierra, ya que esta última representaba la identidad, el trabajo, la historia de sus ancestros, entre muchas otras peculiaridades que unen al individuo con su tierra, donde su mayor problema no fue no tener el dinero para hacer producir lo suficiente sus tierras sino el ser dueño de las mismas ya que en ellas se contaba con algunas “capopoteras” que, los dueños de una de las empresas petroleras más importantes del mundo y, su filial en México la Tolteca Petroleum Co. creyeron conveniente comprar, porque los terrenos adyacentes eran muy productivos, haciendo uso de tácticas de convencimiento les arrendaron sus tierras para finalmente quitárselas pero, como sigue pasando hasta nuestros días quien obtuvo más beneficio fue el mediador que sin necesidad de un gran esfuerzo se ganó el doble de dinero que el dueño de la tierra aprovechándose de la ignorancia y confianza que les otorgan los campesinos, pero no tanto por seguridad sino por necesidad. Cuando alguien se resistía a vender definitivamente al final del contrato, los capitalistas contaban ya con una serie de medidas que obligaban al campesino a vender o simplemente eran despojados por la fuerza de sus tierras, pues estos individuos sin escrúpulos se encontraban coludidos con las autoridades que como hasta ahora han sido fáciles de corromper con pagos monetarios superiores a sus sueldos obtenidos en sus puestos públicos. Como siempre pasa, los campesinos e indígenas son fáciles de asustar con cualquier historia; al no saber leer ni escribir no sabían ni lo que firmaban en esos contratos, es por ello que se necesitaba al intermediario que sigue siendo el principal beneficiado, por ejemplo, a un campesino la producción de cualquier cosa se la pagan a muy bajo costo tan bajo que a veces les conviene más dejarla echarse a perder que invertir en cosechar y, los intermediarios ofrecen los productos en los centros de abasto a un precio muy superior y posteriormente llegan al consumidor con altos precios, sin que alguien haga algo por que estas situaciones que son una constante en todo el país, lo increíble aun, es que en la actualidad este tipo de actividades no sean reguladas, pues basta con echar un vistazo a las tierras que se encuentran al costado de las carreteras en Veracruz, donde la producción se echa a perder, pues el levantarla resulta muy costoso e inoperante para un campesino que no cuenta con los conocimientos, ni recursos necesarios para llevar a cabo su comercialización. Porfirio Díaz justificaba esta situación porque México no contaba con el suficiente dinero para su desarrollo y para lograrlo necesitaba que viniera al país inversión extranjera como por ejemplo, en el tendido de las vías férreas concesionados a estadounidenses habían dejado beneficios económicos, sociales y culturales ya que se había comunicado al país y, era símbolo de progreso pues éste había dejado empleos permanentes en todo el territorio nacional e hizo crecer el mercado interno y externo pues comunicaba a México con Estados Unidos y ese era el fin, facilitar las relaciones comerciales con los vecinos del norte. Pero las compañías extranjeras gozaban de desmedidas concesiones, arbitrariamente fijaban los precios y estaban libres de impuestos al contario le pagaban a Estados Unidos la entrada de nuestro petróleo a su territorio y después de su refinación lo regresaban a México con los precios que ellos fijaban. Como ahora sigue pasado con las grandes empresas trasnacionales que tienen costos muy altos en sus servicios y pagan poco a sus empleados y con la ley tributaria de México pagan una miseria de impuestos. El dictador vio una amenaza en los “trusts” que eran inversionistas estadounidenses porque ya le había causado problemas al presidente de su país y, como una medida de mediación decidió entonces abrirles paso a las compañías inglesas, lo cual generó descontento en los inversionistas norteamericanos; buscaba con darles concesiones a los ingleses mediar el poder con el que ya contaban las industrias estadounidenses. Lo que buscaba Díaz era evitar una posible intervención de los estadounidenses y el derrocamiento de su poder, lo que finalmente sucedió empezando por la entrevista que él había dado a Creelman en la época del presidente Roosevelt donde había declarado que México ya estaba listo para la democracia lo cual despertó entonces en sus opositores la ilusión de que esto pudiera suceder pero cuando llegó el tiempo de elecciones Díaz volvió a imponerse desatando el descontento de varias personas en diferentes estados del país, Madero fue quien convocaría a algunos sectores para que la revolución se iniciara; con la protección de Estados Unidos y con la inyección a su proyecto del capital de los petroleros, fue como entró Madero a territorio mexicano y tomaron Ciudad Juárez; obviamente los estadounidenses invirtieron en la Revolución Mexicana para asegurar así la continuación de sus beneficios, mismos que Porfirio Díaz estaba afectando ofreciendo nuestro mercado en otros países. Como mera medida preventiva según ellos, al estallar la revolución mandaron 20, 000 soldados a la frontera con México y buques de guerra al mar pero sólo era por “si las cosas se salían de control”, pero el desplazamiento de soldados lo seguimos viendo, ahora los mandan para evitar que nuestros paisanos entren a su territorio en busca de un mejor nivel de vida para sus familias ya que aquí en su país no cuentan con un empleo ni con las oportunidades ni servicios que aquella nación les ofrece, y ahora resulta que el ex presidente de México Vicente Fox Quesada permitió la intromisión de espías de la CIA, el Pentágono, el FBI y la DEA para que instalaran pequeños centros de investigación en Ciudad Juárez, Tijuana, Nogales, Nuevo Laredo, Monterey, Guadalajara y Distrito Federal, obvio esto ha sido ocultado y timan diciendo que se trata de simple intercambio de información entre las dos naciones (Proceso, 2010, No. 1768, 10). “Además ante el fracaso de Calderón para doblegar al crimen organizado, la administración de Barack Obama aprovechó para crear, con la venia de su homólogo mexicano, el Centro Binacional de Inteligencia, que ya comenzó a trabajar y que tiene su sede en el Distrito Federal” (Ibidem,11), lo cual permitirá que Estados Unidos realice espionaje por medio de la CIA y del FBI el control inmediato de la vigilancia del propio territorio mexicano, porque el Pentágono declaró que México es un territorio muy fácil de vulnerar para realizar actividades ilícitas, como traficar drogas y personas hacia los Estado Unidos […] esto puede ser aprovechado según nuestros vecinos del norte por grupos terroristas como Al Qaeda y otros más”. Entonces, ¿en dónde queda la Soberanía que reside en el pueblo, plasmada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos?, (“Articulo 39. La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”). Nuestra clase política sigue vendiendo nuestra soberanía haciéndonos seguir dependiendo de otros países tanto tecnológica y obvio económicamente, no importando el desarrollo de nuestro país, siguen haciendo un teatro y dando más importancia a lo que dará fruto en un corto plazo, dejando de lado alternativas que pueden dar sustento fidedigno al desarrollo sustentable, como en la ciencia y tecnología, erróneamente se destina gran parte del presupuesto al pago de servicios en la burocracia, cantidades que llegan a ser irrisorias, sin hacer mención de lo absurdo que resulta la prioridad que se da a seguridad pública que, sin duda es el tema de mayor preocupación por el momento, pero los métodos utilizados por nuestra “inteligencia” no han dado los resultados esperados, más bien ahora la gente vive con más incertidumbre y temor. Por qué México se sigue dejando mangonear al antojo de Estados Unidos, ¿es parte de una cultura que venimos arrastrando desde épocas de la conquista o tan sólo se trata de pugna de intereses de nuestros gobernantes y la clase política, en una constante e incesante lucha por el poder? En consecuencia de la lucha desatada por el actual presidente de México Felipe Calderón contra el Narcotráfico y el crimen organizado y su evidente fracaso contra de ella porque los afectados son la sociedad civil que vive amedrentada por la ola de violencia desatada por la cual quienes tienen recursos y obviamente el miedo de sufrir secuestros o robos por la inseguridad en las calles están huyendo hacia Estados Unidos principalmente; porque ahí encuentran áreas verdes, eficientes servicios públicos, plazas comerciales, fraccionamientos seguros etc., y es por ello que algunos mexicanos consideran a San Antonio, Texas; Estados Unidos, “La ciudad más bonita del norte de México”, en ella encuentran todo lo que en las ciudades mexicanas no, e incluso dicen que no tienen ganas de regresar pues no extrañan México pues muchos empresarios mexicanos han puesto restaurants allá y tienen a México cerca llevándose sus costumbres. (Proceso, 2010, No. 1768,14). En noviembre de 1911 Pino Suárez toma posesión como vicepresidente y Francisco Madero como presidente, pero al no cumplir el Plan de San Luis debido a que no restituyó de inmediato las tierras a los campesinos, fue entonces que comenzó la verdadera revolución pues el presidente tenía problemas con los caudillos al igual que con los petroleros estadounidenses por imponer un impuesto a la extracción de cada tonelada de petróleo lo que ocasionó que el gobierno de Estados Unidos enviara un ultimátum a Madero en el cual respaldaba a sus empresas para no pagar dicho impuesto ni realizar su registro público. Ahora ya no nos mandan un ultimátum como tal, pero los dueños de las grandes empresas trasnacionales simplemente nos controlan diciendo que no van a venir a invertir. Como hace mención Martín Moreno “La estrategia obrera maderista condujo al nacimiento de sindicatos, uniones y, en general, de asociaciones de trabajadores, desde luego desconocidas durante la dictadura, en donde siempre fueron ignoradas las más elementales garantías obreras, y donde la inconformidad, como en los casos de Cananea y Río Blanco, fueron siempre reprimidas con balas.” Madero decidió dejar al frente del ejercito a quien lo hacía en tiempos de Porfirio Díaz, el general Victoriano Huerta, pero Francisco Madero enfrentaba, cada vez más problemas ya que la producción era insuficiente, había desempleo e inflación y Félix Díaz sobrino de Porfirio Díaz buscaba apoderarse de la presidencia y, una vez más Estados Unidos intervino para derrocar a Madero buscando cuidar sus intereses, los cuales el ex mandatario había importunado. Huerta conocido por traicionero se alió con Félix Díaz y traiciona al presidente, primero apresa y mata a Gustavo Madero y, al presidente después lo arresta y obliga a firmar su renuncia y finalmente lo mata. “A todo ello habría que agregar su incapacidad para descubrir las intenciones ocultas de sus semejantes, su desconocimiento de los hombres y su ausencia de la malicia: El presidente Madero parecía no haber tenido nunca contacto con la maldad” (Martín Moreno, 2001,105). Desde entonces se realizaron infinidad de traiciones entre los líderes de la revolución, cosa que no ha cambiado mucho hasta la actualidad porque como siempre pasa los mandatarios tienen sed de poder y no de política, les interesa más el poder y el dinero que el beneficio de la gente para la cual trabajan y por la cual fueron electos, dejando de lado lo que es verdaderamente conveniente para la nación. México tenía muchos problemas internos y como diferentes entidades del país emitían papel moneda se ocasionó una devaluación del peso frente al dólar, la deuda externa, la revolución, los inversionistas extranjeros ya no venían a invertir, la desmoralización se hacía sentir y el temor a una invasión de Estados Unidos era evidente, ya que ellos buscaban controlar a México con esa amenaza pues los mexicanos tenían miedo desde que en 1847 nos robaron más de la mitad del territorio; cada presidente norteamericano tenía una razón para invadir algún país, entonces exigían la seguridad de sus empresas en México. “Está a punto de iniciar una revolución a favor de la democracia y que los Estados Unidos Intervendrán con las fuerzas armadas, si es necesario, para sostener a Díaz o a un sucesor dispuesto a continuar su asociación especial con el capital norteamericano” (Kenneth, 2004, 5). Lo temido sucedió por un arresto a unos marinos yanquis que no cantaban con la autorización portuaria entraron al país y ello acusó un mal entendido; Veracruz fue intervenido, después Tampico; Venustiano Carranza fue invitado por el gobierno estadounidense a derrocar a Huerta pero rechazó la oferta porque sabía lo que esto implicaba. Finalmente Huerta renuncia en julio de 1914. El petróleo tenía mucha fuerza política, México como poseedor del mismo se convirtió en pieza clave para la guerra que se aproximaba en Europa, del tal modo que nos convertimos en la manzana de la discordia y cada quien entre Alemania, Inglaterra y Estados Unidos movían sus hilos pensando en la obtención de nuestro petróleo; buscaban conflictos entre México y los otros países para asegurar su abasto, pues la guerra la ganaría quien tuviera más petróleo. Venustiano Carranza decía: “Todavía no sé si felicitarme económicamente por la existencia del petróleo en México o lamentarme políticamente por su descubrimiento”; lo que resulta increíble es que los ingresos económicos del país sigan basados en la venta del crudo y que no se haya buscado casi cien años después del periodo presidencial de Venustiano Carranza una fuente alternativa para esto, porque evidentemente el turismo va decayendo cada vez más por la inseguridad que se vive en el país. Venustiano Carranza toma la Ciudad de México, quería hacer respetar la ley y, defender lo que le pertenecía a México, quería cobrarles impuestos a los petroleros, hacer que se registraran y que pidieran autorización para comprar o arrendar cualquier terreno con intensión de nacionalizar el petróleo, hace adiciones al Plan de Guadalupe exigiendo la disolución de latifundios, leyes fiscales para obtener impuestos equitativos de la propiedad, revisión de leyes relativas a la expropiación de minas, petróleos y demás recursos del país. Obviamente los petroleros se pusieron en su contra y ya habían platicado de intervenciones y levantamientos contra Carranza. Alemania prevenía el ingreso de Estados Unidos a la guerra de lado de los Aliados por lo que buscaba enfrentar al gobierno Yanqui con el gobierno mexicano; los estadounidenses estaban conscientes de ello y evitaban cualquier enfrentamiento. Pues aunque obtenían mucho de nosotros nos veían como simples piojosos hambreados e ignorantes equiparables a bestias de carga. Para los alemanes una guerra México-Estados Unidos les daría más tiempo, por esta razón le propusieron al gobierno mexicano instalar en su territorio bases alemanas de submarinos a cambio de recuperar los territorios perdidos en 1847, Carranza aceptó para oponerlos entre sí; como Estados Unidos amenazaba con la invasión esto era un escudo, Carranza sólo le seguía el juego a los alemanes, y, si Estados Unidos invadía entonces él quemaría los pozos petroleros. En 1916, el presidente formó la Comisión Técnica sobre la Nacionalización del Petróleo; “Venustiano Carranza, plenamente consciente de la legislación porfirista y de la importancia económica y política de los hidrocarburos, había decidido convocar a un Congreso Constituyente para promulgar una nueva Constitución, similar a la 1947, pero con adecuaciones fundamentales respecto al régimen patrimonial nacional” (Martín Moreno, 1986, 344). “La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originalmente a la nación, la cual ha tenido y tiene del derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada. Las expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante indemnización. La nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público, así como el de regular el aprovechamiento de los elementos naturales susceptibles de apropiación, para hacer una distribución equitativa de la riqueza pública y para cuidar de su conservación; se dictarán las medidas necesarias para el fraccionamiento de los latifundios, para el desarrollo dela pequeña propiedad agrícola en explotación, para la creación de nuevos centros de población agrícola con las tierras y aguas que les sean indispensables para el fomento de la agricultura y para evitar la destrucción de los elementos naturales y los daños que la propiedad pueda sufrir en perjuicio de la sociedad. Los núcleos de la sociedad que carezcan de tierras y aguas o no las tengan en cantidad suficiente para las necesidades de su población tendrán derecho a que se les dote de ellas, tomándolas de las propiedades inmediatas, respetando siempre la pequeña propiedad agrícola en la explotación” además, “Sólo los mexicanos por nacimiento o por naturalización y las sociedades mexicanas tienen derecho para adquirir el dominio de las tierras, aguas y accesorios o para adquirir concesiones de explotación de minas o combustibles minerales de la República Mexicana. El estado podrá conceder el mismo derecho a los extranjeros, siempre que convengan ante la Secretaría de Relaciones Exteriores en considerarse como nacionales respecto de dichos bienes y en no invocar, por lo mismo, la protección de sus gobiernos por lo que se refiere a aquéllos, bajo la pena, en caso de faltar al convenio, de perder en beneficio de la nación los bienes que hubieran adquirido en virtud del mismo. En una faja de cien kilómetros a lo largo de las fronteras y de cincuenta playas, por ningún motivo podrán los extranjeros adquirir el dominio directo sobre tierras y aguas” (Ibídem, 354). Esto evidentemente es lo que andaba olvidando Felipe Calderón en el año 2008 cuando presento su iniciativa para reformar a PEMEX, que, sin duda necesita una reestructuración pero no con el dinero extranjero porque obviamente sucedería lo mismo de aquellos años, lo que hace falta es que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no le confisque tanto porcentaje de impuestos a la paraestatal y, que lo que de ella emane sea invertido en el país de manera correcta, esto evidentemente sostenido también con una reestructuración a su sindicato. El 5 de febrero de 1917 en Querétaro, Carranza promulga la Constitución, pero, los petroleros opinaban que la promulgación de la ley no garantizaba su eficacia jurídica, pues en México lo único seguro es la inseguridad. Desde 1917 esto ya era sabido, siempre existen métodos que hacen cumplir la ley y la inseguridad está a flor de piel. Carranza se obsesionó con el poder y ya que se acercaban las elecciones, Obregón esperaba ser el candidato pero, Carranza no lo reconoció como tal pues decía que era un traidor y, obregón, presumía que lo que había hecho Carranza lo había logrado gracias a su apoyo; mientras tanto, a dos años y medio de la promulgación de la Constitución ésta no se había tomado en serio. Plutarco Elías Calles le dice a Obregón: “Se repite, desgraciadamente, la historia de un Porfirio Díaz enamorado del poder y a quién fue necesario arrebatárselo por la fuerza de la revolución. Sólo de ti depende dar la señal para echar a andar la maquinaria y poner a Carranza en el lugar que le corresponde”. Venustiano Carranza fue asesinado en mayo de 1920 y la Ley Orgánica imprescindible para que se llevara a la práctica el artículo 27, murió con él, pero aunque había impedido la realización de las transformaciones sociales que promulgaba la revolución, había mantenido al país independiente frente al intervencionismo de las potencias. Álvaro Obregón había ganado sobradamente las elecciones y nombró a de la Huerta Secretario de Hacienda; como de costumbre los petroleros querían imponer condiciones para reconocer su gobierno, querían que se derogara el artículo 27. Obregón nombró Secretario de Educación Pública al escritor José Vasconcelos, quien decía que “el nivel de cultura te indica el grado de civilización de un país y el tipo de gobierno necesario de acuerdo a su grado de información, el analfabetismo va de la mano con la esclavitud y con la dictadura. La democracia sólo se da donde hay cultura y educación. La cultura conduce a la libertad y sólo en la libertad es posible el progreso y el desarrollo”. Es evidente que por ello a nuestra clase política no le conviene que los ciudadanos salgan de la ignorancia y controlan la información para que su élite se siga favoreciendo del poder que ejercen y como siempre los más sangrados sea el pueblo en general. En 1921 se depusieron las armas y todo volvió a la normalidad. Todo seguía igual respecto al petróleo y Obregón buscaba su reconocimiento internacional, pero, como decía Venustiano Carranza ¿Quién detenta finalmente el poder en este país si los norteamericanos impiden la formulación de leyes vitales para México a través de los cañones o del soborno a diputados, miembros del gabinete o chantajes a la economía nacional?, ¿O acaso hay soberanía nacional cuando el propio Estado es incapaz de hacer respetar sus propias decisiones? (Ibídem, 373). El dinero puede más que la dignidad de algunas personas pero, al hablar de diputados y gobernantes, ellos no se venden sólo por unos cuantos pesos sino que tienen sus cuentas personales en bancos de otros países y el dinero nacional se lo gastan en vacaciones, joyas, propiedades y cualquier cosa vana que satisfaga su ego. El nuevo presidente de los Estados Unidos era Warren Gamaliel Harding quien pedía para reconocer su gobierno modificar la Constitución de 1917. Entonces Obregón les ofreció el sometimiento del poder judicial y del legislativo y emisión de la Suprema Corte de Justicia para sentar jurisprudencia respecto a la no retroactividad del artículo 27; los planes de intervención seguían en pie y, los petroleros desconocieron por ilegal la legislación tributaria mexicana y presionaron cerrando las válvulas en Tampico y aparecieron los acorazados de guerra estadounidenses en el puerto de Tampico. Llegaba El “Turco” a la presidencia en 1924, Plutarco Elías Calles triunfaba en los recuentos electorales, él había sido secretario de Estado en los gobiernos de Carranza con de la Huerta y Obregón; puesto que la nación no había disfrutado de las conquista, él venía dispuesto a aplicar los artículos 3º, 5º, 27º, 33°, 123° y 130° de la Constitución de 1917 y, quería resolver el problema petrolero. Ideó una serie de reformas fiscales, bancarias y financieras, educativa y agraria, contaba con un programa carretero, ferrocarrilero e hidráulico, tenía una inclinación sindicalista de gobernar al lado de los obreros y campesinos. México recaudaba una quinta parte de su presupuesto federal de egresos del petróleo, los petroleros lo sabían y disminuyeron su producción en un intento de asfixiar financieramente a México. La resistencia clerical de cualquier forma de sumisión al gobierno de Calles desencadenó la guerra cristera en 1926, sacerdotes son expulsados del país, se cerraron escuelas católicas, conventos y, se confiscaron edificios y monasterios propiedad de la iglesia. Circulaban artículos firmados por “Martinillo”, uno de ellos decía: “Los sacerdotes vienen a prostituir a nuestra niñez en las escuelas a través de la educación religiosa alejada de la realidad social vivida por el país; vienen a socavar desde los pulpitos, todos los días, a una comunidad de fanáticos creyentes; a explotarlos con limosnas destinadas a la compra de armamento o como carne de cañón en defensa de los supuestos designios de un Dios incapaz de rescatarlos de un estado de miseria heredada de generación en generación. La iglesia ha logrado controlar a sus feligreses ofreciéndoles una eternidad edénica inexistente, perfumada y alegre sostenida en el dogma, muy diferente al infierno de perros donde viven” (Ibídem, 487). “La impunidad de los gobernantes delata de inmediato la presencia de una dictadura, la inexistencia de un estado democrático, la ausencia de instituciones jurídicas eficaces, además de un embrionario desarrollo político de los gobernados o una manifiesta incapacidad de darse un gobierno libre a donde todos se sometan al rigor de la ley”. (Ibídem, 504). Cuando la suprema Corte de justicia de la Nación decreta la inconstitucionalidad de la ley petrolera, en acatamiento de una orden del Presidente de la República, el poder judicial se instala en la reacción: Se convierte en el cómplice de las acciones del Presidente, prostituye políticamente la organización del Estado mexicano. La decisión del máximo tribunal mexicano decía que: “a) Los derechos de las compañías sobre el subsuelo no eran simples expectativas, sino derechos adquiridos; b) La fijación de un límite a las concesiones confirmatorias tenía un carácter retroactivo; c) La negativa de las compañías a pedir confirmación de sus derechos no había revestido un carácter ilegal y, por tanto, no había incurrido en sanción alguna, y; d) A pesar de lo anterior, seguía siendo necesario que bajo nuevas condiciones, las compañías obtuvieran de la Secretaría de Industria la confirmación de sus derechos.” Como pasa no en pocas ocasiones, existen políticos que llegan al poder con buenas intenciones pero el dinero es buen amigo más o buen consejero pues termina corrompiéndolos y poniendo a merced de otros esas, las que eran buenas intenciones que no pasarán de ser eso y sólo eso. Bien sabía el general Calles que el Partido Nacional Revolucionario es un gran casco populachero diseñado a prueba de opositores para exhibirlos políticamente antes de asesinarlos como enemigos del pueblo, como enemigos de México, por no someterse a la suprema voluntad política del país, en realidad la existencia del Partido responde a la necesidad de vestir las disposiciones del Caudillo con los ropajes propios de una democracia. El Partido carece de autonomía de gestión, de verdadera representación popular. Se hizo celebre la frase: “Aquí vive el presidente, el que manda vive enfrente”. Lázaro Cárdenas fue electo presiente para el periodo de 1934-1940; planteó tres objetivos de su política de gobierno, prometió restaurar los ejidos dentro de un programa agrario, decía que su preocupación central era el campo y la incorporación de los campesinos al desarrollo económico de México, prometió además modernizar los sistemas educativos nacionales para impartir una enseñanza exclusivamente socialista, que combatiría el fanatismo religioso. Redujo su sueldo a la mitad, dejo de vivir en el ostentoso Castillo de Chapultepec y lo convirtió en museo, cerró el elegante bar en Bellas Artes y mando clausurar las casas de juego; permitió además a los gobernados a mandar telegramas gratuitamente, invitó a los campesinos a hacer una breve antesala en sus oficinas, apoyado en modificaciones legales logró la renuncia de todos los jueces del poder judicial y los de la Suprema Corte y los del tribunal Superior y envió al Congreso de la Unión sus propias listas para asegurarse la impartición de una justicia objetiva y expedita. Él fue una persona que contaba con valores bien definidos e hizo todo lo que estaba a su alcance para lograr lo que en un momento se veía sólo como un sueño, lo lamentable es que en el país un personaje como el presidente Cárdenas no se verá en 100 años. Cárdenas reunió a su gabinete con el fin de analizar la posibilidad de la expropiación petrolera, la cual se convirtió en realidad, la decisión era definitiva e inapelable, sólo se podría discutir el importe de los bienes pero nunca la devolución de las instalaciones. Fue así como el 18 de marzo el presidente Lázaro Cárdenas anunció al pueblo de México que esta industria era totalmente mexicana. La historia ya no podía detenerse y la única compañía petrolera mexicana, PETROMEX, fue absorbiendo paulatinamente las concesiones. El acto produjo una honda impresión en todo el país; la expropiación se llevó a cabo un viernes, y rápidamente se fue advirtiendo el apoyo de la opinión pública. El 23 de marzo hubo en la ciudad de México una enorme manifestación de respaldo. De igual forma, el 12 de abril hubo una manifestación muy peculiar frente al Palacio de las Bellas Artes. Millares de mujeres de todas las clases sociales llevaron su cooperación para pagar la deuda petrolera, que va desde gallinas hasta joyas. El 7 de junio de 1938 se publicó el decreto de creación de Petróleos Mexicanos. Los que tienen las buenas intenciones son generalmente los que han vivido oprimidos, pero uniéndose se logran los grandes cambios, esto es lo que hizo a México verdaderamente independiente en ese entonces porque ahora con los gobernantes y sus políticas neoliberales estamos como en un principio. Conclusiones Desde la época de la Conquista hasta nuestros días, pasando por el porfiriato y la revolución, México se ha visto sometido a la intrusión de otros países tanto en el ámbito económico, social y laboral, siempre nos han visto como simples indios andrajosos sin la capacidad de pensar y de muy fácil convencimiento ya sea de manera forzada para sacar lo que quieren de nuestra nación. Tenemos la desgracia de ser vecinos de Estados Unidos quienes siempre se han creído mejores que nosotros y nos veían como una colonia más, que satisfacía sus necesidades y de la cual siempre han sacado su mejor provecho, pero a la cual no pudieron obtener definitivamente, aparentemente, porque siempre han sacado ventaja de su economía y de las necesidades existentes en nuestro país que obligan a nuestros paisanos a ir de ilegales a trabajar en su territorio donde son víctimas de todo tipo de vejaciones y medidas anti-migratorias. México siempre ha vivido en el atraso por la ineficiencia de sus mandatarios que han sacado solo su beneficio, el de sus familias y conocidos, la corrupción es un mal que nos ha alcanzado y dañado a todos, lo vemos desde un niño pequeño que va a la escuela hasta los grandes dirigentes de este país que se han vendido por dinero y se deshacen de quienes quieren hacer las cosas bien, por el bien del pueblo y apegados a la ley. Sin duda la nacionalización del petróleo ha sido un gran paso, marcando nuestra historia y liberándonos un poco de la dependencia estadounidense, pero sólo eso, un poco, porque en muchos aspectos seguimos permitiéndoles que vulneren nuestra soberanía opinando y obligando a que se les apoye o hasta el punto de permitir que desde nuestro territorio vigilen que los terroristas y el narcotráfico no entren a su territorio. Desde la expropiación del petróleo que era algo anhelado no se ha dirigido su extracción de manera eficiente, y esa empresa que es de todos los mexicanos vive en medio de un mar de corrupción lo que ha propiciado que el deseo de los caudillos de la revolución y la aspiración de Carranza y Cárdenas y la lucha que emprendieron para lograrlo ahora resulte inútil porque PEMEX ha sido sangrado por su sindicato de trabajadores y devorado por los impuestos que tiene que pagar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, donde casi se va toda su utilidad. México sigue dependiendo en gran medida del petróleo mientras países del primer mundo se preocupan ya por la obtención de energías alternativas, México se sigue preocupando por la elaboración de una reforma petrolera que como siempre en nada beneficiaría al pueblo en general, sólo los intereses de nuestros mandatarios y a los trabajadores sindicalizados; pero el problema no es el dinero sino que no es invertido debidamente en la educación e investigación, ya lo decía Vasconcelos, que quien no tiene educación será condenado a la esclavitud, en México contamos con personas que tienen la capacidad de hacer investigación de los yacimientos del crudo, no necesitamos que otra vez vengan los estadounidenses a sacar provecho de nuestro recurso. Algunos opinan que el problema de PEMEX es que paga demasiados impuestos y que la solución es que todos los mexicanos pagaran sus impuestos lo cual liberaría a la empresa de la carga que lleva de ser uno sino es que el principal abastecedor de ingresos al país; no, la solución no son más impuestos a la ciudadanía sino la reducción de los salarios y prestaciones de los trabajadores de la paraestatal que, aunque en un momento fueron logros obtenidos por su sindicato ahora se han convertido en una carga, por qué no en lugar de pagarles la escuela a los hijos de los trabajadores de la empresa, a sus educadoras y médicos de su clínica de salud y de darles un préstamo cada año a los altos funcionarios para que cambien su auto por uno último modelo, se hacen reformas para reducir sus prestaciones y para que los impuestos que paga la paraestatal sean encaminados a la educación, investigación y para el desarrollo de tecnología para que seamos autosuficientes para la extracción de nuestro petróleo. Mientras Estados Unidos destina el 3% de su PIB a la investigación México sólo destina el 0.34%, lo cual es una vergüenza, es por ello que seguimos y seguiremos en el atraso porque no vamos a poder destinar más del 1% sino hasta el 2050, según se plantea en el Plan Nacional de Desarrollo, Visión 2030, mientras que la inversión media en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se ubica en 2.3% de su PIB en el año de 2007, sin duda nuestro mal nos va a durar por lo menos otros 40 años que, cuando por fin transcurran, vamos a seguir atrasados con respecto a los demás países que si se preocupan por su desarrollo a largo plazo. Me parece una verdadera burla que para el presupuesto de egresos de 2011, se vaya a destinar cuarenta y siete mil ochocientos millones de pesos a la investigación científica y desarrollo experimental ósea el 0.40% del PIB, qué pasará con nuestro país, seguiremos hundidos en la ignorancia y dependencia de otros países, lo que se necesita son políticas que favorezcan el desarrollo tecnológico y del conocimiento, que son las verdaderas bases para salir de este estancamiento, el cual no se logrará con un incremento de sólo el 4% al presupuesto de educación. El secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero, en épocas recientes declaró “Tenemos una producción de 2.55 millones de barriles al día desde agosto del año pasado, lo cual es una buena noticia”, sin embargo aclaró que en este momento no es conveniente la reducción de ningún impuesto”. El precio por barril de petróleo se estableció en 65.4 dólares, lo que implicará un aumento en los ingresos petroleros por 11 mil 900 millones de pesos que no sirven de nada si la principal prioridad de Felipe Calderón es su infructuosa y hasta lamentable lucha contra el narco la cual evidentemente era desde un principio perdida pues ellos tienen mejor armamento y organización que nuestro propio ejército el cual sólo ha servido para adiestrar a los sicarios de esas organizaciones delictuosas. Qué será de nuestro país pues este presupuesto ha dejado caer su peso de nuevo sobre el petróleo, ¿si desde 2004 a la fecha ha caído en un 25% su producción?; acaso hay que recordarles a los gobernantes que el petróleo es un recurso no renovable y que en la obtención y desarrollo de energías alternativas vamos atrasados obviamente por no invertir en su investigación, es por ello que se dan las llamadas fugas de cerebros porque en México contamos con el potencial pero no con la oportunidad, este tipo de energías son más baratas a largo plazo, amigables con el ambiente y además renovables, su inversión y desarrollo sería de gran ayuda para nuestro país pues países como Bolivia y su Gobierno popular de Evo Morales considera que el futuro de la matriz energética primaria de Bolivia hacia el 2014 debiera estar conformada para beneficio de todos y del medio ambiente en especial de 55% con energía renovable (centrales hidroeléctricas, solar, eólica, biogas y biomasa, principalmente) y 45% con uso de energía no renovable como petróleo, gas natural, gasolinas, diesel y kersosene, según el del Centro de Investigación en Energía (CIE) un pequeño impulso puede salvar a México
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