Surrealismo: Filosofía modernista y Arte contemporáneo

Surrealismo: Filosofía modernista y Arte contemporáneo

“El surrealismo, como pintura académica, descansa”, decía Greenberg quien proclamó que este género ubicado en la época moderna no tenía lugar y por ello decía que no es arte, no pasaba de ser un ejercicio académico de gimnasia pictórica, la época moderna en el arte precisamente había marcado pauta por el desprendimiento de la mimesis y acogiendo la no mimesis, por ello la mera reinterpretación mimética de un objeto como en el surrealismo era solo el ejercicio de bodegón, donde se pinta un modelo estático, en el caso de dalí donde se conoce que este usaba fotografías como modelos para sus obras, sin embargo al comenzar a crearse la brecha sobre que es el postmodernismo o el arte contemporáneo podemos ver que Greenberg opina que es un arte “impuro” ya que este arte es completamente libre de ataduras en donde todo tiene esta potencia de llegar a ser arte.

Comencemos hablando un poco de Kant, quien para Greenberg fue el primer pensador moderno por lograr criticar a la crítica misma, lo que aplicado al arte fue lo que marcó brecha para que este se considerara moderno: un arte que hablase de sí mismo. Dejando claro el pensamiento moderno de Kant, su definición de lo que es arte parte de lo que no es arte, cuando nos menciona que la naturaleza no es arte porque el producto de esta nace del instinto como una obligación o necesidad; la ciencia no es arte, porque esta se enfoca en el saber y en la funcionalidad más que en el hacer, por esto mismo la arquitectura deja de considerarte un arte posteriormente; el oficio no es arte porque este es mercenario, fatigoso y con un fin primordialmente lucrativo; nos queda el descarte de que el arte no es instinto, es creación, es juego y primordialmente el arte es libre.

Pensando ya en Descartes quien sería el primer filósofo moderno oficial, este habla de cómo todos los humanos, como cada uno es el reflejo del otro, el ser humano al desarrollarse en sociedad se vuelve el reflejo del otro y como entonces la humanidad misma se rige por el pensamiento propio, volver la totalidad y toda la  en la autorreflexión del “yo pienso”; es realmente imposible experimentar el hecho de pensar en nada, ya que por más que lo intentemos pues terminamos pensando en “la nada” o en el color blanco, etc, de aquí llega esta idea de “pienso, luego existo” una teoría existencialista donde nos aclara que se existe, se es ser humano en cuanto se piensa, así pronto el pensamiento comienza a limitar al inconsciente, a alimentarlo retrospectivamente  nuestros deseos y más prontamente aquella imaginación de la que parten los sueños, los sueños crecen desde el consiente que es lo que nos vuelve humanos, este consiente que retroalimenta el inconsciente es lo que termina volviendo a los sueños esa realidad inconsciente generada desde el pensamiento consiente de Descartes, esa realidad que en nuestro pensamiento deseamos o así sea en nuestro inconsciente generado desde el consiente; el arte surrealista se basaba principalmente en la temática onírica que es aquella referente a los sueños, pero al ser los sueños nacidos del pensamiento están cumpliendo con el pensamiento cartesiano modernista.

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