TÚ PODER, EN MEDIO DE NUESTRA NECESIDAD
Enviado por jmsteban • 14 de Noviembre de 2017 • Documentos de Investigación • 1.825 Palabras (8 Páginas) • 192 Visitas
TÚ PODER, EN MEDIO DE NUESTRA NECESIDAD
James Esteban Ospina Pardo[1]∗
Se han preguntado alguna vez, ¿Qué es el perdón? No creo que yo haya sido el único que alguna vez se lo ha preguntado, de hecho, ha llegado a ser tema – y muy bueno por cierto- de conversaciones que ciertas veces surgen entre amigos. Unos dicen “es olvidar” o “es superar un daño que te hicieron” hay diferentes pensamientos, pero todo nos lleva a una cosa, a sanar una herida, que va más allá de lo físico.
Llevémoslo a nuestra vida, llevémoslo a nuestra sociedad Colombiana, la misma que ha estado permeada por el conflicto durante tantísimos años. Justo ahora que estamos entrando a una nueva era, esa de reconciliación, de paz, de perdón. ¿Será que estamos preparados para todo esto? o ¿cuánto tiempo nos costara asimilar todo esté proceso?
Pasos fuertes, necesitan piernas fuertes
Hablando en general, cualquier tipo de herida que alguien nos causa conlleva ciertas etapas para la superación de este dolor. Según Barquero (2014) esto definitivamente no es algo sencillo y mucho menos rápido: El perdón es un proceso que se da paulatinamente, no de la noche a la mañana y que requiere 6 pasos a realizar de manera honesta, sincera y transparente: 1. Reconocer el daño 2. Identificar las emociones implicadas 3. Expresar el dolor y la ira 4. Poner límites para protegerse a sí mismo 5. Cancelar la deuda 6. Considerar la posibilidad de la reconciliación.
6 pasos en los que podremos darnos cuenta, si decidimos realizarlos, lo complicado que puede llegar a ser perdonar, y más difícil aún, reconciliarse (paso 6).
El perdón es un proceso psicológico, emocional, cognitivo y comunicativo, que se da en varias etapas; por tanto los colombianos que han vivido el conflicto, tanto actores como víctimas, requieren de tiempo como de acompañamiento para llegar a la reconciliación. No podemos esperar que sea inmediata.
Volvamos a Barquero, según él, la reconciliación es el último paso, y por cierto, no obligatorio. Es algo que se podría dar, según Caballero & Torres (2013):
El perdón es considerado como un proceso que facilita otros procesos, en particular la reconciliación (...) Es necesario entender al ofensor como un igual, como alguien que también comete errores y que actuó por razones que en su momento parecían válidas. (p.80)
El perdón FACILITA, no es causante de la reconciliación, entendiendo que el perdón es el remplazo de las emociones negativas hacia el agresor, darnos cuenta que el al igual que nosotros se ha equivocado y sabiendo que la reconciliación es el reinicio de las interacciones con este agresor, crear nuevamente un futuro compartido con este. Podemos hacerlo más claro con una relación de pareja, que llega a divorciarse por una traición del marido hacia su esposa. Ella lo perdona e inclusive comparten una amistad, pero jamás volverán a su relación como esposos. Es decir hubo perdón, más no reconciliación. Pero si quieres reconciliarte, no hay más opción, que primero que todo, perdonar y claro, ser perdonado.
Emociones fuertes, humanos fuertes
Somos humanos y tristemente tendemos a guardar rencor por mucho tiempo, eso complica algo más la situación de perdonar. Pero, teniendo en cuenta que es necesario dar el paso para llegar a la reconciliación en nuestro país, lo más sano es crear un entorno en el que hallan personas que perdonan y otras que son perdonadas, lo cual no es fácil, requiere de nuestra disposición, requiere de algo que va más allá de la casualidad, algo que tiene que pasar por nuestro consiente, que ocurre en nuestra mente, en nuestra psiquis. Nuevamente Caballero & Torres (2013) nos hablan de esto:
Cuando se propone hablar con el ofensor con el fin de llegar, ya sea al perdón o a la reconciliación, se expone que éste debe contener determinadas características como la honestidad, el reconocimiento de las faltas y el establecimiento de acuerdos, entre otras. (p.95)
Lo que nos puede dar una idea de cómo llegar a perdonar con mayor facilidad y a pesar de que es algo aterradora la proposición de encontrarse con el ofensor, del que quizá te torturo, del que probablemente mató a un ser querido, es una proposición que valdría la pena pensar. Nos permitiría ver que “el perdón es instante, acontecimiento: es hacer, accionar, y no reaccionar. Entre el instante y el intervalo se juega la libertad del hombre, su culpabilidad por así decirlo.” (LeFranc, 2005, pág. 174). Que eso de perdonar no se hace por simples impulsos, sino por algo que permite la razón. Y si la razón te lo permite, podrás escuchar las voces de arrepentimiento de personas como tú y como yo, que en algún momento se equivocaron y no en todas las ocasiones con la intención de hacer daño.
La fuerza de la voz
Cortes & Torres nos mostraron que el dialogo entre víctimas y victimarios es posible y que depende de ciertas características, pero, hasta qué punto, esto es factible para generar en las personas la disposición al perdón.
Con un recorrido simbólico que partió desde la nueva calle de La Esperanza, antes conocida como La Masacre, las víctimas de los asesinatos de La Chinita, Apartadó (Urabá antioqueño), empezaron el acto de reconciliación en el que también participaron las FARC para pedirles perdón. (El Tiempo, 2016)
Se empezó el acto de reconciliación, amigos y enemigos, por decirlo de alguna manera, dándose la mano, un error que los separa, una buena decisión que los une.
Fue Jorge Torres Victoria, conocido como 'Pablo Catatumbo', quien en nombre de las FARC pidió perdón en Cali a los familiares de los 12 diputados del Valle, secuestrados por esta guerrilla el 11 de abril del 2002, y a la familia del policía Carlos Alberto Cendales, asesinado ese día en el recinto de la Asamblea cuando intentó alertar sobre ese hecho. (Arias, 2016)
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