Trabajo práctico de economía política: análisis de “The Trotsky”

Trabajo práctico de economía política: análisis de “The Trotsky”

La película comienza por mostrarnos a un joven fanático de Trotsky, León, que empieza a trabajar en la fábrica textil del cual su padre, David, es dueño. El primero insiste en empezar desde el rango más bajo, sin que ser el hijo del jefe sea un privilegio.

Enseguida, León pregunta por el paradero del delegado sindical, del sindicato, a lo que su padre responde que los trabajadores nunca tuvieron uno. Todos acordamos en que los movimientos sindicalistas no son del mayor agrado para los empresarios que llevan adelante una fábrica, como es el caso. Estos movimientos hacen reclamos acerca de todo lo que pueda perjudicar al trabajador y, en la mayoría de los casos, estos reclamos giran en torno al acceso a mejores salarios. Sin embargo, la inexistencia de estos sindicatos puede crear, en la mayoría de los casos, abusos de autoridad (como cuando León le exige a su padre que les deje terminar su hora de almuerzo), ya que la relación entre el jefe y los obreros, en el que se establece un acuerdo entre sus salarios y sus horas de trabajo, es directa y siempre favorece más al primero. Esto se puede relacionar con la teoría de la distribución: los clásicos como Ricardo, Smith y Marx hacen referencia a la máxima ganancia del empresario con respecto a los obreros, cuyo valor obtienen disminuyendo los salarios de estos o aumentando la producción en las mismas horas.

Por otro lado, la escuela neoclásica toma este acuerdo entre el empresario y los empleados en base a un equilibrio entre los salarios y las horas de trabajo empleadas para la producción, lo cual hará crecer la economía de la fábrica textil, en este caso. La creación de un sindicato significaría, para el empresario, el aumento de salarios, causando menos horas laborales ofertadas por el mismo, llevando a los trabajadores al desempleo, creando así una crisis económica en la fábrica. Para salir de esta crisis, es decir, para volver a establecer el equilibrio, el empresario deberá regular el desempleo con el descenso de los salarios.

La teoría de Keynes propone otra solución para superar la crisis, criticando a la de la escuela neoclásica. Keynes afirma que la crisis económica se desarrolla por la falta de demanda efectiva, lo que hace reducir la producción de la empresa, la economía y las inversiones, causando esto una decaída también en el consumo. Su solución propone la intervención del Estado a través de políticas monetarias y fiscales, aumentando los salarios (política monetaria) de los obreros para así aumentar la demanda y hacer crecer la economía, lo que llevará a economías crecientes, como la fábrica textil de David, a invertir en la producción. Entonces, el aumento de salarios le conviene a David si se recuerda que le dijo a su hijo que su preocupación era el beneficio de la empresa.

En otro breve segmento de la película, David reta a su hijo por el uso excesivo del film envolvente de las cajas. Esto tiene relación con el capital constante, cuya utilización deber ser máxima pero sin el malgasto, ya que si esto sucede, su costo aumentará, lo que hará ascender también los salarios y se obtendrá un beneficio menor.

Más tarde, León acusa a su padre de ser un “saboteador de la clase trabajadora”, y le recrimina el hecho de explotar a sus empleados, incumpliendo las leyes laborales;  como mencionamos anteriormente, David le recuerda que su mayor responsabilidad desde su posición de jefe de la fábrica es obtener beneficios para la empresa y le pregunta cómo convencería él a los trabajadores de no despachar sus pedidos. Su hijo le responde que con progreso. Progreso que León cree ver en el almuerzo, mientras trata de convencer a sus compañeros trabajadores de crear un sindicato que haga respetar sus derechos y, por ejemplo, lograr que la hora del almuerzo se extienda a una hora. Claramente, el reconocimiento de estos derechos no incumbe al empresario, de hecho, hasta contraría sus preocupaciones. Marx hace referencia a esta actitud de David criticando a la escuela clásica con el concepto de plusvalor. A los obreros les parece injusto que, recibiendo salarios mínimos, empresarios tales como lo podría ser el padre de León trataran de beneficiarse un poco más económicamente, sumando el valor que el trabajador asalariado crea por encima del valor de su fuerza de trabajo a sus ganancias. Además, este plusvalor es adherido a la suma del costo capital constante (materias primas, herramientas) y al del capital variable (componentes de trabajo social necesario menos la suma salarial).

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