Рrehispánica azteca

Nuestra ofrenda es prehispánica azteca y está dedicada a Quetzalcóatl, el origen de su nombre parte del náhuatl “quetzal”, ave de hermoso plumaje y “coatl” que quiere decir serpiente, significa “serpiente emplumada”. Es representado así para plasmar el concepto de la dualidad de un dios supremo con cualidades terrenas invocadas en su cuerpo reptil, y cualidades espirituales, aludidas a través de las plumas. Para los aztecas es una deidad desobediente entre el cielo y la tierra, creadora de la humanidad, su nombre designa el máximo título sacerdotal.

La ofrenda prehispánica contiene sal de grano ya que es un elemento que purifica la ofrenda y flor de cempasúchil que guía a los ancestros hacia la ofrenda.

Tenemos representados los cuatro elementos, en donde en el sur se coloca el fuego que es el elemento de poder, vivacidad, creación y destrucción; el oeste es representado por el agua elemento de transformación, cambio y renovación; el norte simboliza la tierra que significa la estabilidad, firmeza y fuerza; por ultimo tenemos el este que es representado por el aire elemento de transmisión y libertad. De esa manera los aztecas representaban el universo y su ciclo eterno.

La ofrenda está compuesta por semillas que nuestros antepasados aztecas utilizaban como: frijol negro, piñón, garbanzo, semillas de girasol, sal de grano, alpiste, maíz palomero que era utilizado para crear collares ceremoniales y frijol rojo o colorín, este era utilizado por los aztecas que iban a ser sacrificados, comían un poco de este frijol y los hacia alucinar para no sentir el dolor del sacrificio.

Representamos un sacrificio ya que para los aztecas estos eran muy importantes porque creían que sin ellos los dioses no recibirían sus honras y el mundo llegaría a su fin. Su noción central siempre fue que sin muerte no podía haber vida.

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