Amores líquidos: el desafío del compromiso en tiempos fugaces
Enviado por Nora Jaimez • 29 de Noviembre de 2024 • Ensayo • 1.600 Palabras (7 Páginas) • 22 Visitas
Espacio Curricular: Filosofía de la Historia
Profesora: Ramírez, Dora
Titulo del trabajo: Ensayo filosófico
Nombre y Apellido: Nora, Jaimes
Fecha de presentación: 20/11/24
Amores líquidos: el desafío del compromiso en tiempos fugaces
Es el fin de la Modernidad solida, donde las instituciones como el trabajo, la fábrica o la familia gobernaban de manera rutinaria y muy predecible la vida social. Casarse a tal edad y trabajar en un solo lugar eran los objetivos de gran parte de la población.
Lo que antes eran lazos potentes, ahora sean han convertido en lazos provisionales y frágiles. La rapidez de los cambios, han logrado debilitar los vínculos humanos. Hoy es impensable permanecer en un solo trabajo hasta el día en que nos jubilemos. El desarrollo personal e individual junto con la lógica capital actual rechazan el antiguo paradigma de tener un trabajo para toda la vida, como también lo es un saber para toda la vida, ya que, con el constante movimiento del mundo tecnológico, los conocimientos suelen quedar obsoletos con demasiada prisa.
En esta sociedad líquida, el avance de las tecnologías no solo ha logrado una inmediatez en las necesidades materiales de las personas, sino también ha obtenido un gran impacto en las relaciones con terceros, atreviéndome a decir que de un modo interpersonal también.
Son tantas las alteraciones que se dan en esta sociedad. Sin embargo, mi objetivo en este ensayo es poder profundizar y reflexionar las consecuencias que ha trastornado a los vínculos amorosos, volviéndolos un amor liquido incapaces de establecer compromisos duraderos. Para ello, abordare los escritos Modernidad liquida (2000) y Amor líquido (2003) del sociólogo, filósofo y ensayista polaco Zygmunt Bauman, exponiendo la realidad de las relaciones amorosas y la fragilidad de las mismas en la actualidad.
El romance en la Modernidad solida se basaba en lo que hoy llamamos “un amor chapado/a a la antigua”. Los amores se expresaban con palabras encantadoras, seguras, dando a entender que con esa persona se buscaba consumar ese pacto de amor. No había lugar para la duda y la confusión, sino había una decisión absoluta de entrega y eternidad, un “para toda la vida” o “hasta que la muerta nos separe”. La idea de un compromiso, era una idea de largo plazo. Se vivía en una sociedad donde las normas eran claras y tradicionales, estableciendo cómo deberían desarrollarse las relaciones. El hombre era el proveedor de la casa, el que traía el sustento a la familia, y la mujer era quien cuidaba de sus hijos y de su hogar, era la responsable de crear ese ambiente seguro para los suyos. Bueno, al menos eso era lo que se fomentaba en la sociedad. “Todo era perfecto y ordenado”.
Conforme el tiempo fue pasando, la idea de formar una familia como el núcleo de un todo o el hecho de estar juntos para siempre, comenzó a desvanecerse. El divorcio pasó a ser una elección para muchos. Para otros, fue sinónimo de libertad. Comenzó a desintegrarse todo aquello que representaba estabilidad, durabilidad y baja velocidad, para darle lugar a la inestabilidad, impermanencia y alta velocidad. Esto es lo que el autor Zygmunt Bauman conceptualizará como Modernidad Líquida “Estas razones justifican que consideremos que la "fluidez" o la "liquidez" son metáforas adecuadas para aprehender la naturaleza de la fase actual -en muchos sentidos nueva- de la historia de la modernidad. (Bauman, 2000, pág. 8)”
Esta desintegración de lo solido llevó a que el hombre formara en sí mismo, un individualismo y consumismo. El Yo, comenzó a ser el protagonista en las tomas de decisiones, adaptándose al dinamismo y fluidez en las relaciones humanas. Hoy las relaciones amorosas, lejos, muy lejos del compromiso, son transitorias, inciertas, fugaces.
En esta generación, respirar es igual a redes sociales. Las plataformas, invitan al individuo a tener cierta autonomía y el deseo de mantener varias opciones en sus vínculos amorosos, evitando totalmente poder comprometer su libertad e independencia. El temor de ser limitado por un otro, lo hace huir de manera inmediata del compromiso. Estas decisiones, conducen a que el individuo experimente constantemente una libertad subjetiva, en donde para ellos no existe nadie más importante que ellos mismos, "Sentirse libre" implica no encontrar estorbos, obstáculos, resistencias de ningún tipo que impidan los movimientos deseados o que puedan llegar a desearse. (Bauman, 2000, pág. 21)”
Se ha reducido en que tan bueno y querible se puede ser, en una escala del uno al diez, a través de cuantos likes o que tanto estas dispuesto a ceder y exponer de tu intimidad para ser el ideal perfecto. Y claro que se accede, se buscar ser deseado, y ser esa persona idónea.
Se fomenta tanto el discurso de ser autentico, del amor propio o de ser prioridad, el cual me sumo, pero del dicho al hecho, la verdad es que hay un largo trecho “En nuestra sociedad, supuestamente adicta a la reflexión, la confianza no recibe gran estímulo (Bauman, 2003, pág. 78)”. Esta sociedad digitalizada, establece cómo tienes que ser, cómo tienes que relacionarte, cómo vestirte o qué famosos seguir e imitar. Detenerse a pensar y reflexionar sobre cómo se actúa afecta al organismo, ya no sumas. Eres el raro, la enfermedad.
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