Análisis "El asedio a la casa roja"
Enviado por Melina C • 24 de Julio de 2021 • Examen • 2.682 Palabras (11 Páginas) • 575 Visitas
En el siguiente trabajo se expondrá un análisis de “El asedio a la casa roja” de Joseph Sheridan Le Fanu con el fin de resaltar los rasgos del movimiento romántico-gótico. Para ello se tendrán en cuenta tanto las características formales como las temáticas, el contexto social en que se enmarca y las influencias que delimitaron su creación. Además, se vinculará el texto elegido con los siguientes autores; Marí, Hauser y Aguiar e Silva. También se brindarán argumentos sobre lo ominoso que se presenta en la narración respaldadas por la teoría de Sigmund Freud.
Se relata la historia de una pareja que se muda a una casa donde, tanto ellos como sus criados, comienzan a experimentar hechos paranormales. Concretamente, lo que la Sra. y el Sr. Rosser y su servidumbre ven es una mano sin cuerpo que se mueve y golpea las distintas partes de la vivienda. El cuento de Sheridan Le Fanu se encuadra dentro del romanticismo. Hay múltiples rasgos que nos llevan a argumentar esta hipótesis, por empezar la temática del texto.
En la época en que surgió el movimiento los artistas sufrían el mal du siècle, el mal del siglo. Es una metáfora sobre el sentimiento de nostalgia que tenía la sociedad por la vida pasada, por lo vivido previo a las revoluciones; tanto la industrial como la francesa. Se anhelaba la vida anterior, el mundo que existió donde se llegó a ser feliz y pleno pero que se había perdido: “El mal du siècle, la indefinible enfermedad que aqueja a los románticos, que les debilita la voluntad, les llena de tedio la vida y les hace desear la muerte” (Aguiar e Silva 1979: 335).
Los escritores, pintores y artistas en general comenzaron a escapar de la realidad que le proponía la industrialización a través de la evasión. Se glorificaba, entre otros espacios, la Edad Media y se buscaban lugares ajenos a la realidad para poder sobrevivir a ella. Esto se puede constatar en el capítulo "El Romanticismo alemán y el de Europa occidental" en Historia social de la literatura y el arte de Hauser (1951: 479):
Este sentimiento asumió innumerables formas y encontró expresión en una serie de intentos de fuga de los que el volverse al pasado fue solo el más característico. La fuga hacia la utopía y los cuentos, hacia lo inconsciente y lo fantástico, hacia lo lúgubre y lo secreto, hacia la niñez y la naturaleza, hacia el sueño y la locura, era una mera forma encubierta y más o menos sublimada del mismo sentimiento, del mismo anhelo de irresponsabilidad e impasibilidad.
Es aquí en donde comenzó el romanticismo-gótico, movimiento en donde se enmarca el cuento analizado. Primero comenzó en el pre-romanticismo la idea de oscuridad en la poesía y la narración para luego derivar en la literatura romántico-gótica. En ella, las ubicaciones del espacio eran lúgubres: en casas grandes o castillos, cementerios y lugares vinculados con la muerte. A este tipo de ámbito se lo llamó locus horrendus. El romanticismo-gótico se constituía de situaciones evasivas, pero con tendencias al fatalismo, la noche y lo tenebroso como contrapartida al rococó ligado al día, la naturaleza y el bienestar. Sobre ese tema se refiere Vítor Manuel De Aguiar e Silva en el capítulo “Pre-romanticismo y romanticismo” de su libro Teoría de la literatura (323):
Otras veces, sin embargo, esta dulce melancolía cede el puesto a la desesperación y a la angustia, a la tristeza irremediable y a la agitación sombría, complaciéndose entonces el poeta en las visiones lúgubres, en los pasajes nocturnos, agrestes y solitarios, en las negras tintas del locus horrendus (…). Los dolorosos presagios, los sueños aciagos, la muerte, constituyen otros aspectos de esta atormentada temática del pre-romanticismo.
Es en este contexto que el autor escribe “El asedio a la casa roja”. El título puede funcionar como un presagio en forma de metáfora, siendo rojo el color de la sangre y de la violencia. Además, desde el comienzo el campo semántico marca la identidad del género. Cada palabra es utilizada para crear más extrañeza sobre el caso que el lector está por leer. “Extraño”, “desagrable”, “embrujada” y “terrorífico” se encuentran para situarnos en el locus horrendus. Los personajes principales son jóvenes aristócratas, el tipo ideal de personalidad que elige el romanticismo ya que son los que pueden acceder a lugares antiguos y tienen tiempo libre para vivir aventuras narrativas. La casa donde se muda la pareja parece ser lo suficientemente grande como para albergarlos a ellos y a sus criados, lo que le añade lo siniestro de las viviendas espaciosas. También se menciona que estuvo “mucho tiempo deshabitada”. Para entender por qué esto es romántico citamos a Hauser que enumera lo que es valorado y utilizado en el movimiento (1951: 484): “De aquí el culto de todo lo misterioso y lo nocturno, de lo raro y lo grotesco, lo horrible y lo fantasmal, lo diabólico y lo macabro, lo patológico y perverso”.
Se presentan dos narradores testigo en tercera persona. El primero es un narrador anónimo que cuenta que el Sr. Harper hizo un informe sobre los sucesos extraordinarios sucedidos en la casa y es quien presenta al segundo narrador: “Su Señoría prefirió capitular antes de llevar el asunto a los tribunales. He aquí los hechos que el Sr. Harper expuso en su informe”. Las estrategias que otorgan garantías y le dan prestigio a la voz narrativa son comunes en el romanticismo ya que añaden verosimilitud al texto fantástico o de terror con una presentación por parte de otro narrador. Por otro lado, el tono del informe es confesional a pesar de que esté en tercera persona, ya que se escribe en un contexto legal. Los tonos confesionalistas, ya sea a través de cartas o manuscritos son otra característica del movimiento. Por último, se puede decir que al ser una narración en tercera persona y testigo ayuda a darle intriga al caso. Nadie sabe con certeza qué va a pasar o qué es lo que sucede en la casa.
El texto al ser del género terror busca constantemente generar miedo. Las técnicas narrativas y las temáticas elegidas por el autor son basadas en la teoría de lo ominoso. Se puede referir a esto como la angustia del sujeto ante algo que se reprime, que está oculto y que desea salir a la luz. En este cuento lo siniestro se desvela a través de la mano fantasmal que se le aparece a gran parte de los personajes. En la narración la mano actúa como metáfora del complejo de castración planteado por Freud (1975: 243)
Los miembros separados, una cabeza cortada, una mano desprendida del brazo, como aparece en un cuento de Hauff, pies que danzan solos, como en el mencionado libro de A. Shäffer: son cosas que tienen algo sumamente siniestro, especialmente si, como en el último ejemplo mencionado, conservan actividad independiente. Ya sabemos que
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