Animas De Dia Claro
Enviado por diegonlyy • 6 de Noviembre de 2014 • 8.925 Palabras (36 Páginas) • 351 Visitas
ANIMAS DE DIA CLARO
(Alejandro Sieveking)
Adapt.: Marcelo Bailey
Comedia en dos actos. Personajes:
BERTINA LUZMIRA INDALICIO
FLORIDEMA ZELMIRA NANO
ORFILIA EULOGIO OÑA VICENTA
El decorado representa el jardín de una casa campo abandonada, cercana a Talagante.
A la izquierda está el sendero que conduce al camino y una verja que separa el jardín de la quinta. A la derecha, la casa, de la cual se ve el típico corredor frontal. En el techo, coronantes de maíz, oscurecidas por el tiempo. Al fondo se ven los árboles secos de la quinta, entremezclados, blancos, que dan un ambiente irreal. La escena permanece vacía por un rato y sólo se oye, de vez en cuando, la canción de un grillo perdido en el jardín. Por la izquierda entran Indalecio y Nano, cautelosamente; son dos jóvenes de poco más de veinte años. Al abrir la puerta de la verja se quedan con ella en la mano y la dejan a un lado.
Miran hacia la casa con recelo.
NANO (Mirando hacia atrás). Y el Eulogio no se divisa toavía
INDALICIO Ese es re demoroso pa too
NANO ¿No se irá a perder?
INDALICIO No. Yo le ‘ije qu’ era frente a los sauces.
NANO ¡Aaaah!...(Temeroso). Esta es la casa, pus.
INDALICIO ¡Echémosle un vistazo, como mientras!
NANO No seai animal, oh, no te vayai a meter ei, ¡no vis que penan?
INDALICIO ¡Qué van a penar!
NANO ¿No te digo? Si ei penan.
INDALICIO Pero de día no, pus. De noche será. Pá que te voy a ‘ecir, yo de noche no vengo ni
amarrao, pero ahora…
NANO No, oh, si aquí penan hasta de día.
INDALICIO Y, ¿Cómo sabís tanto, tú?
NANO ¡Bah! Pero si Oña Vicenta, la tía ‘e la Luchita, es re’nterá en estas custiones de
aparecíos…(Una de las viejas jaulas que cuelgan en el corredor, cae sorpresivamente
al suelo. Indalecio y Nano, aterrados, corren a esconderse detrás de un árbol. Después de un momento, ríen nerviosamente y reanudan la conversación).
A veces cuando tú andabai en santiago, yo m’iba pa la casa ‘e la Luchita, a ver si… a ver si me resultaba, pues…No me resulto ná, pero ¡no sabís too lo quí’aprendi d’estás custiones de ánimas! Mira, la tía’e la Luchita dice qu’estas custiones son re’mbromás, ¡re serias! No son inventos. Dice que las ánimas son…difuntos que no se van ni al cielo ni al infierno porque’stán “retenios”, eso dijo.
INDALICIO No entendí esa custión.
NANO Es que…Yo te voy a’ecir. Parece que a la gente que se muere sin hacer lo que más quería, el alma se les queda pegá en la tierra, esperando. Y parece, tamién, que no pueen descansar hasta que se cumple lo qu’estaban esperando.
INDALICIO ¡Ah!... Y en esta casa, ¿Por qué penarán? ¿Sabís tú?
NANO Dicen que aquí vivían unas hermanas, eran seis, y se murieron toas solteronas.
INDALICIO Ah…
NANO Y están las seis ahí, esperando…Oye, y tu primo, el Eulogio, ¿pá qué se quiere
Comprar el terreno éste?, ¿por qué no elige otro?
INDALICIO Pero si entuavía no lo ha visto. Si ese no sabe ná. Algún vivo, por ahí, se lo recomendó
….pero el guerto es gueno, guena tierra.
NANO Los árboles ‘tan secos.
INDALICIO ¿Cuántos años qu’está abandonao esto?
NANO Unos quince serán. O más…
INDALICIO ¿Y hai visto la casa por dentro…?
NANO ¿Tai chiflao? Pero si está lleno de ánimas, esto.
INDALICIO Pero de día, digo yo
NANO ¡Puchas no querís entender! ¿no te digo que aquí hay ánimas hasta de día claro…?
INDALICIO De toos moos yo voy a entrar cuando llegue el Eulogio…Oye, ya m’está preocupando
éste; ya debía estar aquí.
NANO Seguro que pajareando por aquí y por allá debe estar. Y ese animal que le pasaste no corre ni a empujones.
INDALICIO ¿El Ñato? Si ese es re corredor, oh…
NANO Se nota… como no se ha demorao ná
INDALICIO Es que el Eulogio, es re calmao!. Además que no le pega mucho al galope, parece.
NANO ¿No se habrá caído?
INDALICIO Capacito.
NANO Vamo’ a ver, será mejor.
INDALICIO Parece que lo que tú querís es irte ¿ah? Si no se va a aparecer nadie, oh… Y si aparece
¿Qué? Tú le tenís muchazo mieo ¿ah? A mí me tinca que son puros cuentos. ¿Tú creís
de verás en estas cuestiones…?
NANO Más o menos
INDALICIO No seai, oh. Acerquémonos un poco a la ventana y le pegamos una loreaíta pa’entro
NANO ¿Tú te atrevís?
INDALICIO Claro, pus. Vamos
(Se abren lentamente las ventanas y la puerta. Los dos amigos se quedan estupefactos. Aparecen unas viejitas de unos 80 años, muy simpáticas. Los amigos, con grandes gritos de susto salen corriendo, atropelladamente, hacía el camino)
BERTINA ¡Oigan! ¡Oigan! Espérense… ¡Ay! ¡Que gente más lesa! Too porque’una es ánima,
se arrancan.
ZELMIRA ¿Qué pasa que se van corriendo?
BERTINA ¡Esta gente, pues, niña! Cualquiera creería qu’iuna se los va a comer. Acerquense, chiquillas.
FLORIDEMA ¿Pa que queri’s que nos acerquemos, niña?
BERTINA No, si no’es ná… Ei’tan esas benditas tencas, de nuevo, pero ahora no tienen ná que
comerse.
ORFILIA Antes que nos daba rabia, ¿te acordai? Too el día a pieirazo limpio pa que no
se comieran los damascos maúros y siempre volvían otra vez.
LUZMIRA Y los gorriones…¡No hay caso con los gorriones!
ZELMIRA ¿De qué estabamos hablando?
ORFILIA De los gorriones
ZELMIRA Ah, si pue’ los gorriones se ponen coloraitos cuando se le acercan las gorrionas
FLORIDEMA ¿De qué estai hablando, niña? Ya empezaste a divariar
ZELMIRA No estabamos hablando de los... ¿de qué estabamo’ hablando?
FLORIDEMA De cualquier cosa, menos de los gorriones con las gorrionas
ZELMIRA Eso es lo que tienen las gorrionas... Son como desmemoria’
ORFILIA Ya. Se callaron el par de lesas.
LUZMIRA ¿Y la gente que salió gritando?
FLORIDEMA Eran unos chiquillos.
ORFILIA Y uno era re guen mozo.
BERTINA Yo no sé porque si’arrancó
LUZMIRA De verte tan re fea, sería
BERTINA ¿Fea?
LUZMIRA Es que’andai más vieja que nunca hoy día
BERTINA ¿Ando vieja? Mira si seré lesa…No me di cuenta. Si vuelven, voy a ponerme joven
y los voy a recibir di’unos 50
...