Análisis Frankenstein

La novela Frankenstein, de Mary Shelley, utiliza objetos inéditos para la época, al incorporar elementos sobrenaturales que desarticulan los ejes de la realidad. En todo el relato entra en juego el efecto sorpresa, acompañado del misterio y de lo extraño. El lector nunca tiene la certeza de lo que va a suceder, y se ve obligado a dejarse llevar por lo narrado.

Frankentein está ambientada en el siglo XVIII, en pleno Romanticismo inglés. Aunque no se sabe exactamente a qué fechas se refiere, parece que lo que le acontece a Frankenstein antes de la muerte de su esposa, su padre y su hermano, suceda a principios de siglo. Por lo que todos los ámbitos existentes, tanto el social, como el político o el económico, estaban empezando a sufrir pequeños cambios.

Esta obra contiene serias y profundas implicaciones ideológicas, contiene aspectos latentes de la crisis social, religiosa y metafísica de la historia de Occidente a partir de la Revolución Francesa y el afianzamiento de la ilustración filosófica.

Frankenstein intenta advertir contra la utilización del conocimiento científico -ajeno de los principios morales- y contra los peligros inherentes de los desarrollos tecnológicos de la ciencia. Es decir, un desarrollo científico moralmente irresponsable puede liberar un monstruo con altísimas capacidades de destrucción. Estos intentos ambiciosos de ir más allá de las posibilidades, convierten al hombre en prisionero y víctima de lo impropio, y al mismo tiempo de su propio intelecto.

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