Drácula: Entre la antigüedad de la inmortalidad y la ruptura escandalosa del modernismo. Ensayo critico de una obra innovadoramente fascinante

Drácula: Entre la antigüedad de la inmortalidad y la ruptura escandalosa del modernismo. Ensayo critico de una obra innovadoramente fascinante

“Nadie sabe lo dulce y querida que puede ser la mañana para los ojos y el corazón, hasta que soporta los tormentos de la noche.” Diario de Jonathan Harker

El horror y el hombre han ido juntos de la mano desde la aparición de este. El miedo; motor de catástrofes y glorias, en la batalla interminable de la humanidad por superarlo. En forma de divinidad o de perversos demonios, acechantes tanto desde el alto cielo o en las más ominosas profundidades de la umbra nocturna, los seres humanos han representado a través del tiempo el horror y el miedo. Cada época de la temporal existencia del ser humano sobre la faz de la tierra, así como cada espacio sobre la misma, a traído una realidad de las más abominables aberraciones que enloquecen y fascinan a las sociedades que las idealizan. Son pues, una infinidad de temores que acosan tanto individuos como a poblaciones enteras.

Desde el temor a la propia naturaleza trasgresora y brutal del ser humano, la cual es propiciadores de las atrocidades más nocivas de entre todas las especies conocidas sobre la faz de la tierra. Hasta, el primordial y ancestral miedo al velo nocturno de lo desconocido. Aquello que va aparentemente más allá del lógico escrutinio, reducto de las concepciones humanas que hilaron la mitología antigua de todas las sociedades humanas. En nuestra perspectiva contemporánea, debido a la vorágine de los medios modernos y el tan valorado escrutinio lógico de una sociedad “avanzada”, lo sobrenatural y mágico ha quedado relegado a una categorización de superchería y fantasía cuya finalidad es el mero entretenimiento. No obstante, por mucho tiempo el miedo y la paradoja existencial de un mundo sobrenatural fue importante y fundamental en el folklore de los pueblos humanos. De este modo, encontramos que de dicho folklore se ha enriquecido el arte a través de los siglos.

En este contexto, la disciplina artística que más se ha enriquecido del folklore del miedo es la literatura. Es producto de la modernidad, que formalmente el terror entre como concepto literario de manera más protagónica. Y se empezará a formar el propósito de que dicho género sirva más como una catarsis para el lector, que como una experiencia masoquista de transgredir la psique de este por medio de la lectura. Siendo desde el romanticismo, la época que retoma los primigenios miedos de la cultura popular de aquellos tiempos.

Dentro de dicho género literario, comienza a surgir la novela gótica, en la cual se busca dar una idea sobre la lucha entre el bien y el mal, a través de un mensaje de moral redentora, sin olvidar la ambientación lúgubre y el infaltable oscuro antagonista. Villano que encarna los horrores y el miedo al que se debe combatir. Si bien hay muchas obras importantes que se desarrollaran en el terreno gótico y del terror, desde la opinión del autor de este texto, la obra cumbre tanto de su propio género así como una de las obras que captan la esencia de finales del siglo XIX es: Drácula del escritor irlandés Bram Stoker. Publicada en 1897, esta novela resulto ser una reinvención de la leyenda del vampiro, incluso aunque este mito ya existiera bastante tiempo antes arraigado en viejas creencias populares de Centroeuropeas.

Este apasionante libro no solo retoma el mito del vampiro en el del conde Drácula, lo hace con una fuerza poética obsesionante. Vlad Drakul, fue un héroe de la independencia rumana que debió enfrentar a los turcos, inspiró la obra de Stoker; a él alude el conde Drácula de un modo ligero y bastante genérico durante una conversación nocturna que mantiene en su castillo con quien acabará convirtiéndose en el héroe de la novela, Jonathan Harker. Drácula es una novela epistolar, escrita a manera de una suma de anotaciones diarias, telegramas, y cartas de los personajes, así como artículos de los periódicos de Whitby y Londres, para describir los sucesos donde los personajes de la historia no son testigos directos.

En cuanto a la trama, en seguida un breve resumen de está. En ella, y como es del dominio popular, Jonathan Harker, prometedor pasante de una prestigiosa firma de procuradores, es apremiado a concluir unas negociaciones en Transilvania con cierto Conde, de gran fortuna, que desea adquirir algunas costosas propiedades en Londres. Su antecesor en el cargo ha desaparecido sin dejar rastro aparente. Una vez el joven ha llegado al castillo del Conde, tras ser testigo de la superstición local, comienza a observar poco a poco cómo el castillo en el que desarrolla su labor es lóbrego, siniestro y alberga más secretos de los que parece a simple vista. Por insistencia del Conde, que no admite una negativa, Harker escribe a los suyos para indicarles que permanecerá durante más tiempo del previsto en esa inhóspita región de los Cárpatos.

El misterioso Conde le advierte que sólo la habitación que se le ha adjudicado es segura, debiendo evitar el resto del castillo. Cuando comprende que es prisionero del Conde, este envía a tres seductoras mujeres que le mantienen vigilado. Pero sigue haciendo averiguaciones como las cincuenta cajas que guarda Drácula en el sótano, vitales para sus planes futuros. En su última entrada en su diario, sabe que ha sido entregado a las tres mujeres definitivamente y teme por su vida. Al mismo tiempo conocemos de la existencia de su prometida, Wilhemina (Mina) Murray, por la descriptiva correspondencia que mantiene con su adinerada amiga, Lucy Westerna, que le responde contando sus deseos de casarse y los tres candidatos que compiten por su amor. Uno de ellos en Quincey P. Morris, joven millonario estadounidense de Texas. Otro es el Honorable Arthur Holmwood, perteneciente a la alta sociedad londinense y que si bien al principio de la novela se muestra más pusilánime, su valor se va acrecentando capítulo a capítulo. Por último está el Doctor John Seward, el más importante de los tres a efectos de la narración por ser el director del manicomio donde está encerrado R. M. Renfield que aguarda la llegada de su amo (que no es otro que Drácula) y pedir ayuda a su antiguo mentor: el profesor Abraham van Helsing.

Drácula comienza a desarrollar su estrategia trasladándose a Londres junto con las cincuenta cajas de madera llena de tierra de Transilvania, el único lugar donde puede descansar en paz, y tras un viaje infernal en el barco Deméter. El Conde puede convertirse en niebla, en cualquier animal inferior como murciélago, lobo o simple niebla. Su fuerza e intelecto equivale a la de muchos hombres en plenitud de facultades. Regenera las heridas sufridas y puede pasar aletargado largas temporadas. Es especialista en muchas ramas del conocimiento y no es un adversario que pueda ser tomado a la ligera.

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