El libro ¿Quién se ha llevado mi queso?

Introducción.

El libro ¿Quién se ha llevado mi queso? Muestra una historia representada por dos ratoncitos llamados “Fisgón” y “Escurridizo” y por dos liliputienses que son tan pequeños como los ratones pero con una forma de actuar muy parecida a las gentes de hoy en día, ellos se llamaban “Hem” y “Haw”.

La historia habla como estos seres tan pequeños luchan todos los días por conseguir su adorado queso, todas las mañanas se colocaban sus tenis y corrían por los pasillos buscando migajas de queso fresco, hasta que llega un momento que encuentran un depósito de queso llamado “Q” repleto de quesos que jamás nunca habían visto, y esto provoca que los liliputienses se vuelvan conformistas sin mirar los cambios que sucedían a su alrededor, haciéndolos perezosos y sedentarios nunca más corrían por conseguir su queso porque sabían que de seguro el queso estaría ahí esperándolos para disfrutarlo todas las mañana.

Y estas son las enseñanzas que poco a poco la historia nos va dando a entender, las consecuencias de no diseñar un plan estratégico, de no prever los cambios y poderlos recibir preparados para no sufrir las consecuencias.

Cuando varios amigos se reúnen luego de un tiempo sin verse relatan las historias que han vivido durante ese tiempo, entonces uno de ellos llamado Michael les narra la historia de cuatro personajes, dos de ellos ratones llamados “Fisgón y Escurridizo” y los otros son liliputienses llamados “Hem” y “Haw”.

Todas las mañanas buscaban su queso favorito que los hacía felices, por un laberinto, los ratones poseían cerebro de roedores y se guiaban por su instinto, Fisgón y Escurridizo utilizaban el método del tanteo, recorrían un pasillo y si estaba vacío, daban vuelta y recorrían el siguiente pasillo, uno de ellos olfateaba en dirección de donde procedía el olor del queso esa tarea le correspondía a Fisgón, mientras que Escurridizo se lanzaba hacia delante.

Los liliputienses utilizaban su capacidad para pensar y aprender de experiencias del pasado, en ocasiones se dejaban dominar por sus poderosas convicciones y emociones humanas, que nublaban su forma de ver las cosas. Eso hacía que la vida en el laberinto fuese mucho más complicada y desafiante.

Pero en una mañana los cuatro encontraron el depósito de queso Q allí encontraron toda clase de quesos que podían escoger y comer a su gusto. Fisgón y Escurridizo continuaron levantándose temprano, se ponían sus atuendos y sus tenis para correr por el laberinto hasta llegar al depósito. Al principio Hem y Haw también se apresuraban cada mañana hacia el depósito de queso Q, pero al cabo de un tiempo estos liliputienses se levantaban cada mañana un poco más tarde y en lugar de correr caminaban hacia su destino donde sabía que ahí encontrarían el queso y como llegar hasta él.

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