El padre fue reculando hasta el paredón, no quería sentarse, por que después no habría podido levantar el cuerpo de su hijo, el cual se sentía cada vez peor
Enviado por Valentinach • 2 de Mayo de 2017 • Ensayo • 710 Palabras (3 Páginas) • 119 Visitas
“NO OYES LADRAR LOS PERROS”
Valentina Chinchilla
UDLA, Carrera: Diseño Grafico
GLOSARIO
Detrasito: Inmediatamente después
Reculando: mover en dirección opuesta
Paredón: una pared densa
Ijares: partes laterales del vientre
Apéame: bájame
Quedita: hablar bajito
Reconvendría: reprendería
Derrengaré: Lastimar gravemente el espinazo o el lomo de una persona
Retacado: (Retacar) llenar algo hasta el tope
Corvas: Parte de la pierna, detrás de la rodilla, por donde se dobla y encorva
Tejabán: pequeña área cubierta
Pretil: Muro protector de poca altura
ESQUEMA
- El padre recoge a Ignacio herido
- La sombra larga y negra de los hombres siguió moviéndose
- El padre le pregunta a Ignacio, si escuchaba ladrar a los perros
- Estaba cansado, pero no se daba por vencido
- Querían llegar al pueblo de Tonaya, donde el padre lo llevaba
- El padre fue reculando hasta el paredón, no quería sentarse, por que después no habría podido levantar el cuerpo de su hijo, el cual se sentía cada vez peor
- Apretaba los dientes para no morderse la lengua
- Ignacio le pedía que lo dejara ahí, y que se fuera solo, que después el continuaba
- Ya no veía muy bien, lo cual dificultaba, el poder llegar a tonaya
- El padre lo llevaba a Tonaya porque había un doctor, no lo quería dejar tirado, Ignacio quería que lo bajara
- El viejo le dijo, que lo hacia su madre difunta, pues ella lo reprendería si lo hubiese dejado ahí tirado
- Ignacio le dice a su padre que tiene sed
- El viejo le recordó cuando nació, despertaba con hambre y tu madre te daba agua, porque ya te habías acabado la leche de ella, eras muy rabioso
- Sobre su cabello sintió que caían gotas gruesas, como de lágrimas, lloraras Ignacio, por el recuerdo de tu madre
- Vio brillar los tejados bajo la luz de la luna, recostó sobre el pretil de la cera y soltó el cuerpo, donde oyó por todas partes como los perros ladraban
Reescritura
El padre recoge a su hijo Ignacio herido, lo lleva en la espalda hacia Tonaya porque había un doctor, el padre estaba cansado, sin embargo no se daba por vencido, la sombra larga y negra de los hombres se siguió moviendo, trepándose a las piedras y disminuyendo y creciendo según avanzaba por la orilla del arroyo, luego Ignacio le dice a su padre que lo deje tirado o que descansen un momento, pero él no quería bajarlo ni descansar porque una vez que bajara a Ignacio, no iba a poder subirlo de nuevo a su espalda, ya no veía muy bien, lo cual dificultaba, el poder llega a Tonaya, en un momento el padre le pregunto a Ignacio si no veía nada o si escuchaba los perros ladrar, el cual le respondía que no veía ni escuchaba nada, en el transcurso del camino le recordó a Ignacio lo que su madre hacía por él y que murió por el nacimiento de su hermano y le dijo que lo estaba ayudando por la memoria de su madre. Ignacio llora al recordar a su madre y su padre le dice que nunca hizo nada por ella cuando estaba viva; finalmente, llegan al pueblo, el viejo dejo caer el cuerpo sobre el pretil de la cera y luego escucho los perros ladrar por todas partes, destrabo los dedos con que su hijo había venido sosteniéndose de su cuello, y le dijo que no lo ayudo ni con la esperanza.
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