Introducción a la geografía histórica de Carl O. Sauer

LECTURA 9: “Introducción a la geografía histórica”. Geografía e Historia (pp. 35-52), Carl O. Sauer (cap.)

Javier Álvarez García, 5to. Semestre, sección 03

La lectura es una crítica en torno a la forma en que se ha abordado a la geografía con respecto a otras disciplinas. Se crítica el que se deje a un lado la geografía histórica y que la geografía física no tenga el lugar que se merece dentro de esta serie de estudios que se ha dado en el norte.

    Para el caso de la geografía humana es necesario mencionar que no se estudia a las individualidades como tal, sino que se estudia en primera instancia a las instituciones. Este tipo de geografía requiere de una especialización de estilo regional, pues es necesario reconocer los ámbitos culturales instituidos y las instituciones a esa escala en el tiempo para poder comprender un proceso más grande como lo es el nacional por decir algo.

    Es primordial no olvidar ningún tiempo humano, todo el devenir histórico de una sociedad y solo todo puede servir para definir a una sociedad en su totalidad; siempre en el caso de la geografía hay que mantener un constante adiestramiento en el manejo de los documentos que son utilizados para llevar a cabo este tipo de estudios, además del constante aprendizaje que se requiere para que estos sean interpretados o descifrados de la mejor forma con respecto una geografía objetiva.

    La geografía humana no puede hacer a un lado la situación particular de cada estrato sociocultural a través de atroces generalidades que al fin terminan por encasillar a una sociedad en un modelo prefabricado y que obviamente no fue pensado para el estudio correcto de cada una de las partes que conforman a esta sociedad que tanto recalca el autor, esto solo nos llevaría a una nada, a un estudio carente de profundidad y por lo tanto de carácter crítico-histórico.

    El geógrafo humano debe de saber que no puede fijar límites territoriales sin previamente conocer los limites culturales del mismo, no se puede clasificar a un estado como “purépecha” simplemente por una región en la que efectivamente hay purépechas, pero tampoco se puede o se debe marginar a los mismos, es pues, un valor objetivo el único que nos puede llevar a una correcta interpretación cultural, territorial, institucional y por último social de un espacio y tiempo determinados. Hay que admitir toda la trayectoria existencial del hombre, todo cuenta y solo deja de hacerlo cuando hay parcialidad.

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